Fachada renacentista del palacio. |
El Palazzo dei Normanni (en español, Palacio de los Normandos), también conocido como Palacio Real, es un palacio ubicado en Palermo, Italia, que fue sede de los reyes de Sicilia y del Parlamento siciliano.
El palacio contiene la Capilla palatina, considerado el mejor ejemplo del estilo denominado árabe-normando-bizantino que predominó en la Sicilia del siglo XII. Los mosaicos, el techo de madera y las incrustaciones de mármol de la parte inferior de las pares y el suelo son muy finos.
El Palacio y la Capilla palatina. |
Palacio de los Normandos, Palermo. |
Historia
Su construcción se inició en el siglo IX por orden del emir de Palermo y fue ampliado en el siglo XII por Rogelio II y otros reyes normandos.
Del propio palacio, la mayor parte fue reconstruida y ampliada como castillo en épocas españolas, pero han sobrevivido algunas partes de las trabajadas en la época de Rogelio II.
Desde 1947, el palacio alberga la Asamblea Regional Siciliana.
Mosaico del Cristo Pantocrátor, en el ábside central. |
El palacio |
En julio de 2015, el conjunto «Palermo árabe-normando y las catedrales de Cefalú y Monreale» fue incluido en la lista del patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Estilo
Cultura o arte normando-árabe-bizantino o árabe-normando son los nombres que la historiografía da a la cultura y el arte de Sicilia y la Italia meridional durante el periodo de la conquista normanda (años 1040 al 1189); fuertemente influidos por el sustrato de arte y cultura bizantina y árabe anterior (siglos VI al XI). Su principal característica es el eclecticismo.
Los normandos que ocuparon estas tierras provenían de Normandía (norte de Francia), donde se habían establecido en el siglo IX desde su lugar de origen en la Península Escandinava. La conquista normanda dio un gran impulso en la construcción de diferentes edificios en Apulia, Calabria, Campania y Sicilia, pero los constructores y maestros de obras provenían de las mismas regiones y pocas veces del Norte (es el caso de Gerardo el Franco -iglesia de los Santos Pedro y Pablo de Agrò-). La aportación normanda a la arquitectura siciliana se limita a algunos detalles específicos de la planta; mientras que abundan mucho más las características del arte islámico, debidas no sólo a los operarios locales, sino a arquitectos árabes y egipcios convocados (arcos ojivales -que también se prolongan en herradura o se lobulan-, columnas alveoladas, artesonados, mocárabes, merlones dentados -o almenas escalonadas etc.) La influencia bizantina permaneció en la utilización de la planta centralizada de cruz griega (Cuba di Santa Domenica, Maria Santissima Annunziata dei Catalani,4 Santissima Trinità di Delia) las cúpulas y los mosaicos.
Palermo, que contaba con el favor de los reyes normandos, fue la capital del Reino de Sicilia, y en ella se edificaron importantes obras, como la iglesia de San Nicolás de los griegos o Chiesa della Martorana,7 el Palacio de Zisa y Palazzo dei Normanni ("palacio de los normandos"), en cuyo interior se encuentra la Capilla palatina. Además de la de Palermo, también destacan las catedrales de Cefalú, de Monreale y de Mesina.
Estilo
Cultura o arte normando-árabe-bizantino o árabe-normando son los nombres que la historiografía da a la cultura y el arte de Sicilia y la Italia meridional durante el periodo de la conquista normanda (años 1040 al 1189); fuertemente influidos por el sustrato de arte y cultura bizantina y árabe anterior (siglos VI al XI). Su principal característica es el eclecticismo.
Los normandos que ocuparon estas tierras provenían de Normandía (norte de Francia), donde se habían establecido en el siglo IX desde su lugar de origen en la Península Escandinava. La conquista normanda dio un gran impulso en la construcción de diferentes edificios en Apulia, Calabria, Campania y Sicilia, pero los constructores y maestros de obras provenían de las mismas regiones y pocas veces del Norte (es el caso de Gerardo el Franco -iglesia de los Santos Pedro y Pablo de Agrò-). La aportación normanda a la arquitectura siciliana se limita a algunos detalles específicos de la planta; mientras que abundan mucho más las características del arte islámico, debidas no sólo a los operarios locales, sino a arquitectos árabes y egipcios convocados (arcos ojivales -que también se prolongan en herradura o se lobulan-, columnas alveoladas, artesonados, mocárabes, merlones dentados -o almenas escalonadas etc.) La influencia bizantina permaneció en la utilización de la planta centralizada de cruz griega (Cuba di Santa Domenica, Maria Santissima Annunziata dei Catalani,4 Santissima Trinità di Delia) las cúpulas y los mosaicos.
Palermo, que contaba con el favor de los reyes normandos, fue la capital del Reino de Sicilia, y en ella se edificaron importantes obras, como la iglesia de San Nicolás de los griegos o Chiesa della Martorana,7 el Palacio de Zisa y Palazzo dei Normanni ("palacio de los normandos"), en cuyo interior se encuentra la Capilla palatina. Además de la de Palermo, también destacan las catedrales de Cefalú, de Monreale y de Mesina.
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