Apuntes de clases

Clases de filosofía y ciencias bíblicas del Instituto de Humanidades Luis Campino, y la Parroquia de Guadalupe de Quinta Normal.


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domingo, 27 de octubre de 2019

195).-Patriarcas Católicos.-a


Esteban Aguilar Orellana; Giovani Barbatos Epple;Ismael Barrenechea Samaniego; Jorge Catalán Nuñez; Boris Díaz Carrasco; Rafael Díaz del Río Martí;Alfredo Francisco Eloy Barra ;Rodrigo Farias Picon; Franco Antonio González Fortunatti;Patricio Ernesto Hernández Jara; Walter Imilan Ojeda;Jaime Jamet Rojas;Gustavo Morales Guajardo;Francisco Moreno Gallardo; Boris Ormeño Rojas;José Oyarzún Villa;Rodrigo Palacios Marambio;Demetrio Protopsaltis Palma;Cristian Quezada Moreno;Edison Reyes Aramburu; Rodrigo Rivera Hernández;Jorge Rojas Bustos; Alejandro Suau Figueroa; Cristian Vergara Torrealba; Rodrigo Villela Díaz; Nicolas Wasiliew Sala;Marcelo Yañez Garin;Katherine Alejandra del Carmen  Lafoy Guzmán; Franco Natalino; 


Introducción

Un Patriarca es el obispo que preside una sede, el principio de una fundación apostólica, o una parte de ella que practica un determinado rito. Este título es utilizado por varias denominaciones cristianas, entre ellas las Iglesias ortodoxas, la Iglesia católica, la Iglesia copta y las otras Iglesias ortodoxas orientales, la Iglesia husita, en las que los obispos de mayor rango han sido denominados patriarcas.

Lista de Patriarcas

En la actualidad, la Iglesia católica tiene dos clases de patriarcas: reales y nominales. Entre los primeros se reconocen algunas sedes orientales, alrededor de las cuales se organizan unas Iglesias católicas orientales, y tres patriarcados nominales latinos.

Los patriarcas católicos orientales son:




1.-El Patriarca de Alejandría de los coptos

Los tres Patriarcas de Antioquía
Escudo de Nasrallah Pedro Sfeir de Reyfoun

2.-El Patriarca maronita de Antioquia de los maronitas
Melkite Patriarch Youssef Absi coat of arms.
3.-El Patriarca melquita de Antioquia de los melquitas, que tiene también, siempre de la Iglesia melquita, los títulos de Patriarca de Alejandría y Patriarca de Jerusalén


4.-El Patriarca de Antioquía de los sirios
Coat of arms of the Iraqi patriarch Louis Raphael I Sako, Chaldean Catholic Patriarch of Babylon

5.-El Patriarca de Babilonia de los caldeos

6.-El Patriarca de Cilicia de los armenios.


Los patriarcas latinos (titulares) son los de:



José Sebastião d'Almeida Neto (Lagos, 8 de febrero de 1841 - A Ramallosa, 7 de diciembre de 1920),​ o según su nombre religioso José del Sagrado Corazón, fue un prelado católico portugués, fraile franciscano descalzo, que ocupó los cargos de obispo de Angola y Congo, patriarca de Lisboa y cardenal presbítero de los Santos XII Apóstoles.





Escudo de armas del cardenal portugués Manuel Clemente, Patriarca de Lisboa.

1.-Lisboa


Escudo de armas del italiano Francesco Moraglia como patriarca de Venecia.


2.-Venecia


Escudo de armas de Fouad Twal, Patriarca latino de Jerusalén

3.-Jerusalén


Plantilla genérica para escudo de armas de un Patriarca (Rito latino), con entretejido de oro (en desuso). Las cuerdas y las borlas verdes del escudo del patriarca (Rito latino) pueden tener bordado de oro, pero actualmente esta en desuso, pues solo existen cuatro patriarcas de rito latino (Lisboa, Venecia, Jerusalén, y el patriarca de las Indias Orientales) y no hay forma de confundirlos con los primados por las siguientes razones: El patriarca de Lisboa también es el primado de Portugal, además por privilegio adquirido puede ostentar en su escudo la tiara papal pero sin las llaves; el patriarca de Venecia ostenta en el jefe de su escudo el león de San Marcos, símbolo de Venecia. El patriarca de Jerusalén ostenta la cruz de Jerusalén. Patriarca de las Indias Orientales es un titulo ad honorem asociado al arzobispo de Goa y Damão (India), quien también ostenta el título de Primado del Oriente.

4.-Las Indias Orientales

El patriarcado titular de las Indias Orientales (en latín, Patriarchatus Indiarum Orientalium)) en la jerarquía católica es un título de arzobispo de la arquidiócesis de Goa y Damán en India, que además lleva el de primado de Oriente. A diferencia de los patriarcas y los principales arzobispos de las Iglesias católicas orientales sui juris, el patriarca de las Indias Orientales tiene un lugar dentro de la Iglesia latina similar al de los patriarcas de Venecia, Lisboa y Jerusalén, que gozan únicamente de un título honorífico. El patriarca de las Indias Orientales es el ordinario diocesano de la arquidiócesis de Goa y Damán y el arzobispo metropolitano de la provincia de Goa y Damán.

Este título de patriarca de las Indias Orientales fue conferido al arzobispo de Goa como parte de un acuerdo entre la Santa Sede y el Gobierno de Portugal sobre el vínculo entre los aspectos religiosos y políticos de la expansión colonial portuguesa. Posteriormente, con el declive de Portugal como potencia colonial, resultó un período difícil que se resolvió con un nuevo acuerdo por el cual Portugal renunció a sus derechos de mecenazgo (Padroado). De esta manera, los nombramientos episcopales en territorio colonial portugués actual o anterior volvieron a las disposiciones comunes del derecho eclesiástico y, por lo tanto, a las decisiones sin trabas de la Santa Sede. En cuanto a la India, esto significó que la Santa Sede era libre de hacer nombramientos para el episcopado allí que tuvieran en cuenta el crecimiento de la expansión británica.

El posterior aislamiento del territorio de Goa como enclave colonial portugués en la India antes de la invasión de las fuerzas indias en 1961 explica el hecho de que el arzobispo de Goa durante varias décadas estuvo inmediatamente sujeto a la Santa Sede y no tuvo diócesis sufragáneas. En un pasado más lejano, el arzobispo tenía una verdadera jurisdicción metropolitana, con diócesis sufragáneas. Estas, sin embargo, fueron eliminadas o suprimidas progresivamente, la última diócesis sufragánea en India fue la diócesis de Damán, que se fusionó con la arquidiócesis de Goa el 1 de mayo de 1928 para formar la actual arquidiócesis. 
La arquidiócesis perdió formalmente su condición de sede metropolitana el 1 de enero de 1975, cuando las diócesis de Macao y Dili fueron separadas de la provincia de Goa. El 25 de noviembre de 2006 el papa Benedicto XVI lo elevó de nuevo a arquidiócesis metropolitana, con la diócesis de Sindhudurg como sufragánea.

José da Costa Nunes( Candelaria Pico , Azores , 15 de Marzo de 1880 - Roma , 29 de noviembre de 1976 ) fue un cardenal católico que ejerce las funciones de obispo de Macao p ( 1920 - 1940 ) y Arzobispo de Goa y Daman ( 1940 - 1953 ). Fue galardonado con los títulos honoríficos de Patriarca de las Indias Orientales yPrimado de Oriente (1940), siendo elevado a cardenal en 1962 . También fue profesor, músico y escritor .







5.-Las Indias Occidentales (cargo vacante desde 1963)

Escudo de Leopoldo Eijo y Garay, patriarca-obispo de Madrid-Alcalá (1922-1963), el ultimo patriarca.

Leopoldo Eijo Garay (Vigo, Pontevedra, 11 de abril de 1878-Madrid, 31 de julio de 1963) fue un obispo español de las diócesis de Tuy (1914), Vitoria (1917) y Madrid-Alcalá (1922), y una destacada personalidad de la política y la cultura franquista de mediados del siglo XX. Senador por el Arzobispado de Burgos 1923.

Eijo y Garay fue el último obispo de Madrid. Al año siguiente de su fallecimiento, el 24 de marzo de 1964, la diócesis de Madrid-Alcalá fue desgajada de la provincia eclesiástica de Toledo y elevada al rango de archidiócesis inmediatamente sujeta a Roma, es decir, sin diócesis sufragáneas y sin constituir provincia eclesiástica.




En la Iglesia Católica los Patriarcas de rito latino a diferencia de los orientales son meramente nominales y sin ningún poder jurisdiccional en sus respectivas naciones. En el caso de los patriarcas de Venecia por privilegio pontificio tienen permitido vestir con hábito coral cardenalicio sólo en su jurisdicción y fuera de los oficios litúrgicos aunque no hayan sido elevados a la dignidad cardenalicia. El Patriarca se distingue del cardenal porque viste una birreta con pompón y no usa la birreta cardenalicia sin pompón,​ que es únicamente la birreta que impone el pontífice.

miércoles, 9 de octubre de 2019

192).-Los arzobispos.-a


Esteban Aguilar Orellana; Giovani Barbatos Epple;Ismael Barrenechea Samaniego; Jorge Catalán Nuñez; Boris Díaz Carrasco; Rafael Díaz del Río Martí;Alfredo Francisco Eloy Barra ;Rodrigo Farias Picon; Franco Antonio González Fortunatti;Patricio Ernesto Hernández Jara; Walter Imilan Ojeda;Jaime Jamet Rojas;Gustavo Morales Guajardo;Francisco Moreno Gallardo; Boris Ormeño Rojas;José Oyarzún Villa;Rodrigo Palacios Marambio;Demetrio Protopsaltis Palma;Cristian Quezada Moreno;Edison Reyes Aramburu; Rodrigo Rivera Hernández;Jorge Rojas Bustos; Alejandro Suau Figueroa; Cristian Vergara Torrealba; Rodrigo Villela Díaz; Nicolas Wasiliew Sala;Marcelo Yañez Garin;Katherine Alejandra del Carmen  Lafoy Guzmán; Franco Natalino; 


Modelo de escudo de armas de los arzobispos metropolitanos católicos.

 (del griego αρχιεπίσκοπος, archiepiskopos: arche > primero, y epi-skopos > supervisor) es un miembro perteneciente al orden episcopal cristiano, pero que goza de un estatus superior al de los "simples" obispos; generalmente están al frente de una diócesis particularmente importante, ya sea por su tamaño, su relevancia histórica o por ambas, llamada archidiócesis. Cuando un obispo se convierte en arzobispo no está siendo, de ningún modo, ordenado ni está recibiendo ningún sacramento; en contraste (en los ritos copto, anglicano, católico y ortodoxo) alguien que es ordenado obispo está siendo consagrado.
Modelo de escudo de armas de los arzobispos católicos no metropolitanos.

Un arzobispo no tiene, por fuerza, mayor poder que un obispo; sin embargo, están a cargo de diócesis más prestigiosas. De cualquier modo, muchos arzobispos son también los metropolitanos de la provincia eclesiástica en la que se localiza su archidiócesis. En las Iglesias occidentales (p. ej. la católica o la anglicana), este es casi siempre el caso. Sin embargo, en la Iglesia católica, los arzobispos que no son también los metropolitanos son llamados Arzobispo ad personam, y no tienen derecho a usar el palio.

En algunos casos, cuando son designados Obispos de Diócesis y más aún cuando no han sido elevadas a Archidiócesis, se les denomina Obispo con Dignidad de Arzobispos o Arzobispo Obispo, tal como ocurrió en los años 90 con Francisco de Borja Valenzuela, quien anteriormente fue Arzobispo de Antofagasta y luego fue destinado primero a San Felipe como Arzobispo Obispo de dicha Diócesis y posteriormente a Valparaíso, pasando a ser Arzobispo Obispo de Valparaíso. 

Historia

San Atanasio parece que fue el primero que empleó la denominación de arzobispo con el obispo de Alejandría. Pero si el título es del siglo IV, la dignidad y la jurisdicción tienen un origen mucho más antiguo. La Escritura y la Tradición nos enseñan que los apóstoles y sus discípulos han residido en las grandes ciudades desde las cuales enviaban otros obispos a las inferiores. Estas consideraban a las primeras como a sus matrices. En el gobierno político ya se las daba el nombre de metrópolis y los obispos que residían en ellas se llamaron también metropolitanos.
La Iglesia, en tiempo de los emperadores romanos, siguió la división de las provincias de aquel imperio. Los obispos establecidos en las ciudades mayores o metrópolis tomaron insensiblemente el título de metropolitanos y arzobispos, como que tenían en su territorio y jurisdicción a otros obispos. Las revoluciones que hubo en el imperio y el establecimiento de los pueblos del Norte, que repartieron entre sí sus provincias, no cambiaron en nada esta división. Las ciudades que los romanos habían llamado metrópolis han conservado casi todas su título y sus arzobispos. Alguna otra solamente se erigió después en metrópoli, como París y Albi en Francia.


Juan José Omella Omella (Cretas, Teruel, 21 de abril de 1946) es un obispo y cardenal español, actual arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal Española. Anteriormente fue obispo auxiliar de Zaragoza, obispo de Barbastro-Monzón y obispo de Calahorra y La Calzada-Logroño. Fue creado cardenal por el papa Francisco con el título de Santa Cruz en Jerusalén en el consistorio del 28 de junio de 2017.


La administración de la Iglesia católica se hace dividiendo el territorio en diócesis y agrupando estas en provincias eclesiásticas distribuidas en los países civiles. Al frente del pastoreo de cada diócesis está el obispo y él y solamente él es el que ejerce con autoridad apostólica el gobierno pastoral de esa región, en unión al Romano Pontífice. En la distribución de las diócesis en provincias, siempre es una la que ejerce una especie de capitalidad sobre el resto, que es la archidiócesis. 
El obispo que queda al frente de éstas, tiene el título de arzobispo metropolitano, que tienen el deber de organizar la cooperación entre las diócesis, aunque, propiamente, no tienen autoridad sobre otras diócesis ajenas a la suya. Su insignia es el palio, una banda de lana blanca adornada con cruces negras. 
Al ser el título de arzobispo un título, como otros, no vinculado al Sacramento del Orden, puede ser otorgado, como lo es, a otros prelados sin dirigir una sede metropolitana sea por razón de su cargo, dignidad personal o de la diócesis u otros motivos, a decisión de la Sede Apostólica. 
Los nuncios apostólicos también tienen el título de Arzobispo "ad personam", así como otros cargos episcopales en la Curia Romana, normalmente, los que cumplen obispos no cardenales (por ejemplo, el Maestro de Ceremonias Pontificio, entre otros). Sin embargo, sacramentalmente, el arzobispado no es un grado en el Orden, pues éstos siguen siendo Obispos, sino un título a razón de la diócesis o de otros aspectos.

jueves, 19 de septiembre de 2019

191).-Los obispos.-a

En el cristianismo, un obispo (del latín episcopus; en griego ἐπίσκοπος, 'vigilante', 'inspector', 'supervisor' o 'superintendente') es un fiel que recibe el liderazgo de supervisar a los pastores o sacerdotes, según el caso, de un territorio determinado.
La Iglesia católica, la Iglesia ortodoxa, la Comunión anglicana y algunas iglesias luteranas afirman que la sucesión apostólica se mantiene mediante la ordenación de obispos de forma personal e ininterrumpida desde los tiempos de los apóstoles. Esto es, los apóstoles ordenaron a obispos, los cuales de forma ininterrumpida han seguido ordenando nuevos obispos hasta hoy.
En la Iglesia católica es un bautizado, aunque en la práctica suele ser un sacerdote, que recibe el sacramento del orden sacerdotal en su máximo grado, que es el episcopado. Considera al obispo como el miembro de la Iglesia que ha recibido la plenitud del sacerdocio ministerial por el sacramento del orden, sucesor de los apóstoles y pastor encargado del gobierno de una diócesis; en virtud de la colegialidad, comparte con el papa y con los demás obispos la responsabilidad sobre toda la Iglesia católica.
Desde un punto de vista etimológico, el obispo es aquella dignidad eclesiástica encargada del control y vigilancia del cumplimento de las leyes de la Iglesia católica o Derecho canónico en el territorio de su jurisdicción o diócesis. Los obispos poseen símbolos distintivos que muestran su dignidad. En el catolicismo, usan vestiduras de color púrpura, un anillo y una cruz. En las ceremonias solemnes, llevan la mitra y el báculo pastoral. El papa, cabeza de la Iglesia católica y del Colegio Episcopal, es al mismo tiempo el obispo de Roma.

Clases de obispos

Arzobispo Metropolitano:

Obispo ordinario. En las Iglesias católica y anglicana es sinónimo de obispo diocesano, eso es, aquel obispo al que compete en la diócesis que se le ha confiado toda la potestad ordinaria, propia e inmediata que se requiere para el ejercicio de su función pastoral, exceptuadas aquellas causas que por el derecho o por decreto del papa se reserven a la autoridad suprema o a otra autoridad eclesiástica.

Obispo auxiliar es el asignado a un obispo ordinario para que le supla o ayude en el gobierno de la diócesis.
Antiguamente recibía también el nombre de obispo de anillo.

Obispo coadjutor es el designado para que ayude al obispo ordinario en el gobierno de una diócesis, teniendo el derecho a sucesión esa sede episcopal cuando esta quede vacante.

Obispo electo era el que únicamente tenía el nombramiento por parte del rey, sin estar aún consagrado ni confirmado por Roma. Actualmente es aquel obispo que aún no ha tomado posesión de su nueva sede episcopal pero su nombramiento ya se ha hecho público, sea este un Obispo en Ejercicio o un Sacerdote que hasta el momento de su Nominación, no hubiese recibido la Ordenación Episcopal.

Obispo preconizado, actualmente son aquellos que han sido nombrados por el papa pero que todavía no han sido ordenados o tomado posesión del gobierno de su diócesis. Sinónimo de obispo electo.

Obispo regionario era aquel que, sin tener silla episcopal asignada, iba a ejercer su ministerio a diferentes lugares en virtud de las necesidades de la Iglesia.

Obispo sufragáneo es el de una diócesis que, junto con otras, forma la provincia eclesiástica o territorio gobernado por el arzobispo.

Obispo titular es el obispo que está a cargo de una diócesis que fue en el pasado una diócesis normal, pero que hoy existe únicamente en su título y por eso se llama una diócesis titular. Él no es un obispo diocesano ordinario sino un oficial de la Santa Sede, un obispo auxiliar, o la cabeza de una jurisdicción (por ejemplo un vicariato apostólico) que es equivalente a una diócesis bajo el Derecho Canónico.
Antes de 1882 se usaba en este sentido la expresión "obispo in partibus infidelium" (en las regiones poseídas por los infieles) o "obispo in partibus".

Escudo de Juan Ignacio González, obispo de San Bernardo 

Juan Ignacio González Errázuriz (Santiago de Chile, 5 de julio de 1956), es un obispo chileno de la diócesis de San Bernardo.

sábado, 14 de septiembre de 2019

189).-Heráldica Eclesiástica Católica.-a


Esteban Aguilar Orellana; Giovani Barbatos Epple;Ismael Barrenechea Samaniego; Jorge Catalán Nuñez; Boris Díaz Carrasco; Rafael Díaz del Río Martí;Alfredo Francisco Eloy Barra ;Rodrigo Farias Picon; Franco Antonio González Fortunatti;Patricio Ernesto Hernández Jara; Walter Imilan Ojeda;Jaime Jamet Rojas;Gustavo Morales Guajardo;Francisco Moreno Gallardo; Boris Ormeño Rojas;José Oyarzún Villa;Rodrigo Palacios Marambio;Demetrio Protopsaltis Palma;Cristian Quezada Moreno;Edison Reyes Aramburu; Rodrigo Rivera Hernández;Jorge Rojas Bustos; Alejandro Suau Figueroa; Cristian Vergara Torrealba; Rodrigo Villela Díaz; Nicolas Wasiliew Sala;Marcelo Yañez Garin;Katherine Alejandra del Carmen  Lafoy Guzmán; Franco Natalino; 


Introducción

La heráldica[1] eclesiástica se divide naturalmente en diversas ramas, principalmente: las armas de organizaciones religiosas y otros grupos; las insignias de dignidad, rango u oficio eclesiástico; los blasones[2], términos y formas de la heráldica en general que tienen un origen, uso o carácter religioso o eclesiástico; los emblemas o divisas[3] atribuidos o que tipifican a santos particulares u otros seres venerados por la Iglesia. Entremezclado con estas categorías está su simbolismo real, sugerido o imaginario; y profundamente entrelazada, más especialmente en relación con las insignias de rango eclesiástico, yace la consideración de las vestimentas eclesiásticas. El tema de las vestimentas en relación a los artículos propiamente dichos y su uso se considera más de lleno bajo vestimentas (vea también alba, casulla, etc.). 

(N. de la T.: Para beneficio del lector, daremos algunas definiciones relacionadas con la heráldica, tomadas del diccionario de la Real Academia Española, que le permitirán entender mejor el presente artículo. Las mismas se encuentran al final en la sección de Notas.)
Origen de la heráldica

En general:

Escudo del cardenal Ratzinger, arzobispo de la arquidiócesis de Múnich y Frisinga.

El origen de la heráldica misma sigue envuelto en mucho misterio. Es realmente el desarrollo y la conjunción de tres ideas, ninguna de las cuales por sí misma se puede considerar como heráldica.
Primero vino la simple divisa o emblema personal indicativo del individuo, una idea cuyo origen se puede buscar a través de los estandartes de los hijos de Israel, a través de las divisas de los romanos, los griegos y los egipcios, atribuidas tanto a personajes reales como míticos, y a través de los tótems de los salvajes.
Luego vino la idea decorativa de indicar la propiedad que evolucionó en una dirección a la autenticación del sello por su divisa.
Por último vino la necesidad militar de proclamar la identidad cuando la armadura hizo difícil el reconocimiento; y abusando de la buena fe de estas ideas se desarrolló la herencia o la continuidad de estos emblemas, para cuya época la heráldica era una ciencia perfeccionada y (para las necesidades de la época) completada, usada en todas partes para sellos, banderas, escudos y sobrevestes.
Escudo de Su Santidad el el Papa Bendedicto XVI, de feliz memoria






Se admite universalmente que la heráldica, como ahora entendemos el término, no existía en la época de la conquista normanda de Inglaterra. A finales del siglo XII se había generalizado en toda Inglaterra, Francia, Italia y Alemania, y sin duda se debió al lugar de reunión común de las naciones cristianas en y durante las Cruzadas que los principios fundamentales de la ciencia de la heráldica son y han sido siempre cosmopolitas.

Ornamentos de las armas del Soberano Pontífice

Heráldica eclesiástica:


Divisa cardenalicia
Escudo episcopal del Cardenal Jorge Bergoglio

No hay una línea divisoria rígida entre la heráldica en general y la heráldica eclesiástica ---ambas tienen el mismo origen, las mismas líneas de desarrollo contemporáneo--- pero la aplicación de la heráldica a fines eclesiásticos ocurre por primera vez en la aparición de los escudos de armas de naturaleza personal y familiar en los sellos eclesiásticos, y de las divisas sagradas o santas en vestimentas y estandartes eclesiásticos. Esta última influencia es de menor importancia porque era más efímera y más de la naturaleza de puro simbolismo que de heráldica.
Los primeros sellos eclesiásticos ---casi todos, en los primeros tiempos, en forma de circular, como han continuado hasta hoy día--- llevaban el busto, medio cuerpo o efigie completa del propietario del sello. Así eran también, en ese período, los sellos de los seglares en los que aparecen las efigies montadas del caballero y el noble con el escudo de armas (según se desarrollaban) y las bardas mostrados completamente. Entonces tenemos, desde alrededor de 1300, el sello que muestra sólo el escudo de armas, y al mismo tiempo el sello eclesiástico progresó a través de la efigie con dosel con el escudo de armas en la base a la forma posterior con el blasón heráldico y la leyenda solamente. La heráldica eclesiástica simplemente progresó al mismo tiempo y sobre las mismas líneas que la heráldica en general.
Los primeros sellos eclesiásticos fueron, sin duda, puramente personales, con la efigie, armas, o la divisa del obispo o abad respectivamente, según fuese el caso, pero, en Inglaterra, de todos modos, el "Statutum de apportis religiosorums" de 1307 (35 Eduardo I ) decretó que todas las casas religiosas debían tener un sello común, y que todas las concesiones que no llevasen ese sello serían nulas e inválidas. Con el sello común de una comunidad surgió la idea de un tabardo [4] impersonal para esa comunidad, pero como no hay fecha definitiva en la que esos sellos se volvieron heráldicos, no hay un origen común a partir del cual surgieron las divisas.


Escudo de abades

Ha sido un asunto de gran controversia en Inglaterra en qué fecha la autoridad soberana ejerció efectivamente el control en materia de armería[5]. Se puede rastrear al comienzo del siglo XIV; pero en materia de religión, la apelación era a Roma y no al soberano temporal, y hay poca evidencia, si de hecho hay alguna, del control regularizado de la heráldica eclesiástica antes de la fecha de la Reforma. Por esta razón, las armas de abadías y prioratos tienen poco de la exactitud que caracteriza otra heráldica de la época; y nos encontramos con que en Inglaterra, como en todos los demás países, las armas[6] personales de los donantes, benefactores o predecesores en el cargo eran constantemente requisadas al servicio de las armas impersonales de la comunidad. En algunos casos (por ejemplo, en el caso de las armas de la Sede de Hereford), incluso estas armas personales se volvieron estereotipadas por el uso repetido en las armas impersonales del oficio o la comunidad, aunque, por supuesto, muchas, quizá la mayoría, a partir del carácter de los blasones y divisas que componían el escudo de armas, eran obviamente diseñadas para, e indicativas de, la finalidad que servían y la comunidad que representaban.


Escudo de Arzobispo con jurisdicción histórica

Un gran número de escudos de armas[7] eclesiásticas, así como otras públicas, se basan en las figuras y efigies de los santos patrones originalmente usados y representados como tales y sin ninguna intención heráldica. La consecuencia natural es que en muchos casos de comunidades religiosas hay dos o más escudos de armas que cumplen la función indistintamente. Armas impersonales de este tipo se produjeron para las sedes, episcopales y arzobispales, y para las abadías y conventos, y para las órdenes religiosas. Estas armas, consideradas simplemente como escudos de armas en todos los asuntos de la regla heráldica y blasón, se ajustan a las reglas y leyes ordinarias de la armería en general en la medida en que éstas le conciernen; ni en sus características difieren de eso, salvo en asuntos de la ornamentación exterior.


Escudos episcopales

Sin embargo, debemos aludir aquí a un punto. El escudo es el vehículo ordinario del escudo de armas. Es obvia y esencialmente un instrumento militar, y el eclesiástico alegadamente amante de la paz a menudo ha preferido sustituir el escudo por la cartela ovalada. En algunos países, especialmente Italia, España y Francia, el uso de la cartela con fines eclesiásticos ha sido muy general, pero con el reconocimiento de esta preferencia eclesiástica por la cartela, no hay que olvidar que los laicos también han hecho uso ocasional de la misma por armería puramente personal, y que el uso del escudo por los eclesiásticos es muy universalmente general en todos las épocas para que cualquier sugerencia de incorrección siga su uso en preferencia a la cartela.
Armas impersonales

Inglaterra:

Estudio de Patriarcas y Primados

Aunque Inglaterra es un país protestante, y su heráldica eclesiástica posterior a la Reforma carece de posteriores desarrollos romanos, sin embargo, el control oficial de la armería en ese país ha sido y sigue siendo más eficiente y eficaz que el control en cualquier otro país, y cuando en Inglaterra el poder temporal asumió la jefatura de la Iglesia Anglicana, y en consecuencia el control de su heráldica, la práctica heráldica existente en esa fecha era estereotipada y desde entonces ha permanecido inalterada. Por esa razón la ley inglesa relativa a las armas episcopales bien puede ser considerada como indicativa de la realidad en una época en que la heráldica era de mayor importancia que en la actualidad. 

Vicarios y sacerdote

El escudo de armas oficial de un obispo no le pertenece a él personalmente ni a su rango. Está ligado a su jurisdicción como parte del Estado y la religión establecida del Estado. Por esa razón, un obispo sufragáneo (que corresponde a lo que se conoce entre los católicos como obispo auxiliar), aunque posee una descripción titular local, no tiene escudo de armas oficial. Por la misma razón, en la separación de las iglesias episcopales escocesa e irlandesa se extinguieron los escudos de las sedes legítimas y ya no son reconocidos oficialmente, aunque un número de prelados de esas iglesias continúan usándolos. Woodward, por cierto, establece que todas las armas episcopales irlandesas son posteriores a la Reforma.
Por esta misma razón técnica, la corona inglesa se niega a conceder armas de oficio a ninguna de las sedes establecidas en el Reino Unido por la Santa Sede, aunque en varias ocasiones se ha hecho la solicitud con una oferta de los honorarios adecuados. El resultado es que los obispos católicos en Inglaterra, como en algunos otros países, utilizan sólo las armas personales con sus insignias exteriores de rango. En el caso de la sede arzobispal de Westminster se le concedieron las armas por un breve papal, pero este es un caso aislado, y las autoridades temporales no han hecho ningún reconocimiento oficial de él. En el registro de las armas personales de su eminencia el difunto cardenal Vaughan, en el Colegio de Armas en Londres, y en la matrícula de las armas personales del Rt. Rev. Eneas Chisholm, obispo de Aberdeen, no hubo objeción al registro del capelo de cardenal y la mitra del obispo.

Ejemplos de armas eclesiásticas oficiales son las de la Sede Anglicana de Hereford, del Arzobispado de Colonia y de la Abadía de Melk. Éstas, en los primeros casos se aplicaron a un escudo separado de las armas personales, pero ahora se encuentran a la voluntad del individuo, llevadas solas o pareadas con sus armas personales en un escudo único. En Inglaterra siempre ha sido costumbre, cuando se ordenan las armas oficiales con las personales hacerlo por empalamiento y no de otra manera, y las armas oficiales tienen la prioridad en el lado derecho.

Una consecuencia curiosa de la Reforma inglesa con su abolición de la necesidad del celibato se encuentra en el ordenamiento de las armas de un obispo (anglicano) casado, lo cual no se hace nunca en un solo escudo, sino que usan dos acolados[8]. En el escudo derecho las armas oficiales de la sede se empalan con las armas personales del obispo y en el escudo de la izquierda las armas personales se empalan con las de la esposa.

Italia:

En Italia la mayoría de las sedes tienen armas oficiales, las cuales no se usan a menudo, pero cuando se utilizan con frecuencia ocupan la parte superior, o parte "principal", de un escudo dividido en fajas [9].

Alemania:

En Alemania, las armas oficiales y personales, aunque a veces se ordenan por empalamiento, son por lo general cuarteladas[10], colocando el escudo oficial en el primer y cuarto puntos. Donde varias sedes están unidas en una sola persona las diversas armas oficiales son cuarteladas, y las armas personales se colocan “sobre el todo”[11], pero por el contrario, donde las armas personales consisten en un escudo cuartelado las armas oficiales a veces se encuentran en “sobre el todo”, que ilustra una diversidad de prácticas a las que parecería preferible la rígida exactitud inglesa.

Francia:

En Francia, los pares eclesiásticos (el arzobispo-duque de Reims, los obispos-duques de Laón y Langres, y los obispos-condes de Beauvais, Chalons y Noyons) todos tenían armas oficiales que a veces cuartelaban y a veces empalaban con sus armas personales.

La Santa Sede:
Escudo de Su Santidad Francisco, felizmente reinante

Estrictamente hablando, no hay armas oficiales para la soberanía papal. Aunque a menudo se han usado para ese propósito las llaves cruzadas de San Pedro sobre un campo azur[12] (azul), y con tal intención, son más propiamente una divisa de carácter de ornamentos externos al escudo, y como tales nos referiremos de nuevo a ellos.

Armas personales
Enrique Benedicto Estuardo (en inglés, Henry Benedict Stuart)​ (Roma, 11 de marzo de 1725 - Frascati, 13 de julio de 1807) fue duque de York, cardenal de la Santa Iglesia Romana, arzobispo a título particular y pretendiente al trono de Inglaterra, Irlanda y Escocia.


En relación con el uso de armas personales, aunque en Inglaterra usualmente se observó la regla y práctica ordinaria, en otros lugares un eclesiástico rara vez hacía uso de ningunas marcas de brisura[13] (“cadency”). Incluso se ha encontrado que se han eliminado las marcas de bastardía. La razón es simplemente que al ser célibes los eclesiásticos, no habría descendientes que reclamasen linaje a quienes sería necesario colocar correctamente en una familia, mientras que para el individuo en cuestión sus ornamentos de rango eclesiástico eran distinción suficiente. Pero la omisión de las marcas de familia no parece haber sido una regla aceptada universalmente.
La principal distinción en el porte de armas personales por un eclesiástico se encuentra en el uso de la mitra, el báculo y el sombrero eclesiástico. Aunque se pueden mencionar algunos ejemplos del uso de la birreta, tanto escarlata como negra, los mismos pueden ser considerados simplemente como rarezas basadas en la inclinación personal.

El sombrero eclesiástico:

El uso heráldico del sombrero eclesiástico, sin duda, tiene su origen en el sombrero rojo del cardenal, que, como vestimenta, data de 1245. El uso del sombrero propiamente dicho fue, por supuesto, una cuestión de ceremonia y de importancia, y por esa razón el uso heráldico del sombrero como indicativo del rango fue una conclusión inevitable. Su uso heráldico data de principios del siglo XIV. Existe abundante evidencia en Inglaterra de este uso heráldico antes de la Reforma, pero el escritor no conoce un solo caso en que se utilizase en heráldica ningún otro sombrero eclesiástico que no fuese el del cardenal. Esto parece demostrar, como fue ciertamente el hecho, que el extendido uso del sombrero eclesiástico fue un desarrollo posterior, incluso en Italia y Francia, aunque hay que admitir que en España el sombrero verde de los obispos y arzobispos había tenido algún uso desde 1400, una práctica que creció en ese país, donde era una alternativa, y preferido en otros lugares al uso de la cruz y la mitra.

En el siglo XVII el uso del sombrero eclesiástico para los rangos inferiores de la Iglesia se volvió bastante universal y así se ha mantenido desde entonces. El sombrero eclesiástico es bajo, plano, de ala ancha, y de cada lado le cuelgan cordones y borlas. Aunque normalmente se conocen como borlas, a veces se las denomina houppes o fiocci. Originalmente, el número de borlas era indeterminado, consecuencia natural del uso exclusivo del sombrero por los cardenales; incluso hay ejemplos en los que no se muestran borlas, y en los que las cuerdas del sombrero están simplemente anudadas. Pero en las primeras representaciones se hallan más a menudo seis borlas a cada lado, dispuestas en tres filas que contienen una, dos, tres y borlas, respectivamente. En épocas posteriores, con la extensión del uso del sombrero eclesiástico, la diferenciación se hizo tanto en el color como en el número de las borlas, pero en el intento de hacer tal diferenciación se debe recordar que incluso después de comenzar la regla establecida y su uso, la adhesión a la misma estaba lejos de ser universal.

En el clero católico así como en el anglicano (donde muchos de los arzobispos han preferido y asumido la mitra coronada del obispo de Durham) parece haber habido un deseo constante de apropiarse de más de lo que les pertenecía de pleno derecho. En el despliegue de armas hecho por los eclesiásticos hay una cantidad mucho mayor de heráldica falsa e incorrecta que la que se haya en otros lugares.

La asunción de armas personales por aquellos de nacimiento plebeyo y la invención de armas de oficio donde no se ha asignado ninguna por una autoridad competente, lleva la armería a un grave descrédito, y su estudio a una confusión sin esperanza. Se pueden presentar algunas excusas para la mitigación en los Estados Unidos y otros países republicanos que no favorecen oficialmente la concesión y creación de armas, que es ciertamente un atributo de la soberanía, pero no hay tal excusa en cuanto a las armas personales en los países monárquicos, dado que la soberanía religiosa del papado es universal y seguramente suficiente para proveer lo que puede faltar en asuntos que son puramente eclesiásticos. Pero a este mal hábito de la mente eclesiástica se debe al hecho de que en un número muy elevado de casos se encontrará que, cualquiera que sea el rango, se ha añadido una fila adicional de borlas a lo que debería ser el caso.

Las normas que siguen son las que se reconocen en Roma, y en los últimos años se ha producido una reversión saludable en muchos casos al procedimiento adecuado en materia de heráldica.

Sombrero rojo (escarlata):

El sombrero del cardenal es gules [14] (rojo) y tiene a cada lado quince borlas distribuidas en cinco filas de una, dos, tres, cuatro y cinco borlas respectivamente.

El sombrero sinople [15] (verde) es usado por los patriarcas, arzobispos, obispos y archiabades.

El del patriarca lleva quince borlas, como el del cardenal, pero los cordones y borlas del sombrero del patriarca están entretejidos con dorado (S. Congr. Cærem. 3 nov. 1826).
El del arzobispo lleva diez borlas dispuestas en cuatro filas de una, dos, tres y cuatro respectivamente.
El del obispo tiene seis borlas a cada lado dispuestas en tres filas de una, dos y tres borlas respectivamente. Pero ya en el siglo VII los obispos usaban diez borlas, y un sombrero con ese número aparece en la matrícula de las armas del obispo de Aberdeen ya mencionado.
Los archiabades poseen rango episcopal y usan el mismo que el obispo.

Sombrero negro

A los generales de órdenes se le asignan seis borlas.
A los prebostes, abades mitrados y superiores provinciales de las órdenes se le asignan tres borlas
A los superiores locales (guardián prior y rector) se le asignan dos borlas.
El sombrero eclesiástico ordinario del simple sacerdote es sable [16] (negro], pero de la misma forma, y originalmente tenía a cada lado una sola borla del mismo color, pero siguiendo la misma costumbre eclesiástica de tomar el próximo emblema más alto que el indicado, la borla sencilla más tarde evolucionó a una doble. Esta práctica se ha seguido tan ampliamente que casi se vacila en decir que está errónea, y ha habido una evolución posterior no autorizada a tres borlas dispuestas en dos filas de uno y dos a cada lado. Sin embargo, las reglas para el sombrero negro reconocidas en Roma le asignan una sola borla a cada lado al simple sacerdote.

Sombrero blanco:

El general de la Orden de los Premostratenses (Canónigos Blancos) usan un sombrero blanco con seis borlas blancas.

Los prelados de la cámara papal usan un sombrero violeta con diez borlas rojas a cada lado.
Los protonotarios apostólicos tienen derecho a un sombrero violeta con seis borlas rojas a cada lado.
Los prelados domésticos, chambelanes privados y capellanes privados de Su Santidad tienen un sombrero violeta con seis borlas de color violeta.
Los chambelanes y capellanes honorarios tienen el sombrero violeta, pero sólo tres borlas de color violeta.

La mitra:

La mitra heráldica se coloca sobre las armas de todas las personas que en las Iglesias Católica, orientales, anglicanas o episcopales tienen el derecho, en teoría o de hecho, a llevar la mitra. Los obispos y arzobispos la usan. La mayoría de los abades la usaban en Inglaterra antes de la Reforma, aunque algunos abades no son abades mitrados y por lo tanto no tienen justificación para su exhibición. La mitra como vestimenta, por supuesto, es muy anterior a la existencia de la heráldica, y de hecho existe en tres formas, llamadas respectivamente preciosa (pretiosa), dorada (auriferata) y simple (simplex).

La auriferata (que está hecha de tela de oro o de placas doradas finas, y no lleva joyas) es la que siempre se utiliza en la heráldica inglesa para un obispo o arzobispo anglicano. La forma de la mitra heráldica ha variado un tanto de acuerdo a los diferentes estilos del arte heráldico en boga, y en la actualidad hay una tendencia a volver a la forma antigua más ancha y más baja en las representaciones en escudos de armas. Siempre es representada como de oro, y las cintas, o ínfulas [17] (infulae), que cuelgan de su interior son del mismo color. Se ha afirmado que en el uso de antes de la Reforma se estableció una distinción entre la mitra de un obispo y la de un abad por la omisión de las ínfulas en la mitra de este último. Ciertamente, en Inglaterra y Francia era habitual, para propósitos de la heráldica, colocar la mitra de un abad ligeramente de perfil. En la mayoría de los países del continente ha sido más habitual representar la mitra de blanco adornado con oro, sin duda, un intento de representar la mitra pretiosa, que, aunque muy enjoyada, está realmente sobre una base dorada. No se tiene como objeto la representación de la mitra simple, ya que está hecha realmente de lino blanco. A pesar de numerosas declaraciones en contrario, la mitra (de hecho y heráldicamente) de un obispo y un arzobispo son idénticas.

La mitra coronada

La mitra coronada, que tantas veces ha sido utilizada por los arzobispos en la creencia de que pertenecía al rango arzobispal, es en realidad y exclusivamente la mitra del obispo de Durham. La sede de Durham, hasta principios del siglo XIX, fue de hecho y de derecho también un palatinado temporal, y, aunque últimamente sus atributos de soberanía temporal han disminuido, antiguamente el poder temporal fue de amplia extensión, pues los obispos de Durham tenían su propio parlamento independiente. En señal del poder temporal el obispo tenía su corona, en señal de su poder espiritual tenía su mitra. Era el único entre los obispos ingleses cuyas armas estaban coronadas por un casco [aparecen así en el famoso "Armorial de Gelre" donde se muestra el casco[18], con su mantelete[19], con el pequeño escudo inclinado a la moda de las primeras muestras heráldicas] y sobre su casco estaba colocada su corona. Dentro de la corona estaba su mitra y la representación de las dos juntas llevó a la aparición de la corona como el borde de la mitra, y corona y mitra se han representado juntas en heráldica. Pero no hay evidencia del uso o existencia real de una mitra coronada, y la forma actual es la conjunción heráldica de una corona y una mitra. Está abierto a discusión si desde la abolición del palatinado todavía permanece el derecho a la corona, pero oficialmente su uso está aprobado todavía.

El báculo

El báculo, que es otro ornamento externo del escudo usado extensamente por los eclesiásticos, no se debe confundir, como se ha hecho a menudo, con la cruz procesional del arzobispo. Ni el nombre, báculo, es una confusión de términos. El báculo es, como siempre lo ha sido, el bastón pastoral. Al principio era sólo un bastón usado para ayudarse a caminar, y se ha conjeturado que su uso ceremonial y estatus eclesiástico es una consecuencia de su conveniencia para los prelados ancianos como ayuda y apoyo durante servicios extensos.

Se dice que el báculo como signo de dignidad episcopal se remonta al siglo IV y que fue usado por abades en el siglo V. En su forma inicial estaba sólo coronado por una prominencia redondeada o por una simple curvatura, y en las Iglesias Orientales el báculo no termina en una curva, sino en una tau, la forma ordinaria de una horquilla. Sin embargo, éste ha evolucionado a una forma elaborada, tanto como si la curva de los báculos occidentales se duplicara en el otro lado del báculo. El desarrollo de esta curva es meramente artístico y decorativo, aunque se ha invocado el simbolismo del cayado del pastor. En este, como en todos los aspectos del simbolismo, es sumamente difícil determinar si la forma siguió el simbolismo o si se trata de una atribución posterior. Sin embargo, lo cierto es que existe la creencia generalizada de que, mientras que en el caso del abad la curvatura debe terminar hacia el interior, en el de un obispo debe terminar hacia el exterior, y el simbolismo sugerido es que, mientras que la jurisdicción de un abad se limitaba estrictamente a su abadía, la de un obispo no estaba tan restringida. El mismo simbolismo se ha visto en una práctica heráldica, que sin duda tiene mucha aceptación, por la que el báculo de un abad colocado inclinado hacia la izquierda detrás del escudo se representaba con la curva hacia adentro, hacia la mitra, mientras que la posición contraria fue adoptada para el báculo de un obispo. Pero tales distinciones no parecen nunca haber sido reconocidas en relación con los báculos propiamente dichos llevados por los obispos o abades. El sudarium o velo, que realmente no tiene ningún simbolismo y que se une al báculo con propósitos simplemente de limpieza, a veces se encuentra en las representaciones heráldicas.

En Inglaterra, en la Iglesia Anglicana, se colocan dos báculos en saltire (sotuer[20], aspa) detrás del escudo de un obispo o arzobispo. Woodward cuestiona la conveniencia de esta práctica totalmente establecida, excepto en el caso de un episcopado doble, pero ese escritor parece haber pasado por alto el hecho de que, mientras que en otros países un báculo, por ejemplo, está representado solo e inclinado, o con mayor frecuencia inclinado hacia la izquierda, ha sido la invariable costumbre en Inglaterra duplicar la insignia de este tipo y colocarlas en sotuer detrás del escudo, por ejemplo, los bastones del jefe del Colegio de Heraldos o del Rey de Armas de Lyon.
Gilbert Burnett de Salisbury


Entre todos los obispos anglicanos el de Durham es el único que sustituye una espada desnuda (indicativa del palatinado temporal de Durham) por uno de los báculos. El sello del obispo Gilbert Burnett de Salisbury, Gran Canciller de la Orden de la Jarretera, muestra su escudo rodeado por la liga e impuesto sobre un báculo y llave en sotuer ---la última, sin duda, una alusión a su cargo de canciller. En ningún otro lugar de Inglaterra la jurisdicción temporal está unida a un oficio espiritual, pero en Alemania y otros lugares se puede aludir a muchos casos, y en tales casos, se dispone igualmente de la espada desnuda en aspa con un báculo, o éstos se colocan en palo uno a cada lado del escudo. Se dice que Erlang, obispo de Würzburgo (1106 a 1121), inició el uso de la espada temporal, pero su uso heráldico no es tan antiguo.

La cruz procesional

La cruz procesional, que, dentro de su ámbito, es cargada frente a (pero no por) un arzobispo ---un privilegio concedido a todos los arzobispos por el Papa Gregorio IX--- también se utiliza en heráldica, donde se la representa en palo detrás del escudo. Es muy raro que un arzobispo anglicano la use en esta forma ---ciertamente no existen ejemplos antiguos--- pero en otros lugares su uso es prácticamente universal. La cruz de un arzobispo ordinario tiene un solo travesaño; en la práctica es realmente un crucifijo colocado en la cima de un bastón; pero la heráldica distingue la cruz de un arzobispo de la cruz primacial que tiene el travesaño doble y la cruz papal con triple travesaño. Esta última, sin embargo, nunca se coloca detrás de las armas papales. Desafortunadamente el llevar la cruz con el doble travesaño se ha vuelto muy usual entre los arzobispos, bajo la creencia de que el doble travesaño es indicativo de un arzobispo.

El palio

El uso del palio ha recibido mucha atención en años recientes. Como vestimenta, su forma es muy conocida, y como regla (a la que ha habido pocas excepciones, si algunas) los arzobispos son los únicos que tienen el derecho a usarlo. Se hace de lana fina de cordero blanco, y ahora tiene sobre ella seis cruces paté[21] (pattée) de seda negra ribeteadas con cordones. Originalmente, el número de estas cruces era indeterminado; en los primeros ejemplos encontramos dos de un púrpura brillante o, en ocasiones, de rojo; más tarde nos encontramos con cuatro. El palio de la Europa continental sólo ha tenido un uso heráldico limitado y curiosamente dispuesto como un adorno exterior del escudo. El método de despliegue no se emplea en ningún otro lugar. En Inglaterra, el palio ha sido el blasón principal en los escudos arzobispales oficiales.

domingo, 8 de septiembre de 2019

186).-Una archieparquía mayor, archieparquia; exarcado; eparquía.-a


Esteban Aguilar Orellana; Giovani Barbatos Epple;Ismael Barrenechea Samaniego; Jorge Catalán Nuñez; Boris Díaz Carrasco; Rafael Díaz del Río Martí;Alfredo Francisco Eloy Barra ;Rodrigo Farias Picon; Franco Antonio González Fortunatti;Patricio Ernesto Hernández Jara; Walter Imilan Ojeda;Jaime Jamet Rojas;Gustavo Morales Guajardo;Francisco Moreno Gallardo; Boris Ormeño Rojas;José Oyarzún Villa;Rodrigo Palacios Marambio;Demetrio Protopsaltis Palma;Cristian Quezada Moreno;Edison Reyes Aramburu; Rodrigo Rivera Hernández;Jorge Rojas Bustos; Alejandro Suau Figueroa; Cristian Vergara Torrealba; Rodrigo Villela Díaz; Nicolas Wasiliew Sala;Marcelo Yañez Garin;Katherine Alejandra del Carmen  Lafoy Guzmán; Franco Natalino; 

Sviatoslav Shevchuk, primado de la Iglesia greco-católica ucraniana


Una archieparquía es, en la organización de las iglesias orientales católicas, una eparquía de rango mayor. Así como las diócesis latinas, las eparquías pueden agruparse en Provincias eclesiásticas. De ser el caso, la archieparquía que preside una Provincia eclesiástica es llamada metropolitana; de lo contrario, se llama archiepiscopal. En ocasiones, una Provincia eclesiástica está constituida únicamente por la archieparquía metropolitana.

Además, entre las iglesias orientales católicas, existen cuatro Iglesias archiepiscopales mayores, cuyos Arzobispos Mayores son elegidos por el Sínodo Archiepiscopal Mayor correspondiente; pero deben ser confirmados por el Papa antes de ser entronizados. A la cabeza de cada una de dichas Iglesias, existe una Archieparquía Mayor:

Archieparquía Mayor de Ernakulam - Angamaly, de la Iglesia siro-malabar.
Archieparquía Mayor de Fagaras y Alba Iulia, de la Iglesia greco-católica rumana.
Archieparquía Mayor de Kiev - Halich, de la Iglesia greco-católica ucraniana.
Archieparquía Mayor de Trivandrum, de la Iglesia siro-malankara.

Un archieparquia es equivalente a un Arzobispo mayor.

Archieparquía

Eparquía

Una eparquía ( del griego ἐπαρχία) es una circunscripción territorial bajo la autoridad de un obispo, en las Iglesias católicas orientales. Esta circunscripción corresponde a lo que en Occidente se denomina diócesis.
 En las Iglesias orientales católicas, las eparquías pueden estar agrupadas, como en Occidente, en provincias eclesiásticas. Sin embargo, hay otras eparquías que no se agrupan territorialmente e incluso hay algunas que son sufragáneas de arquidiócesis latinas.


El exarcado

El exarcado es una palabra de origen griego que puede tomar dos significados diferentes en su acepción: militar, política y administrativa en un caso, específica para el Imperio Romano de Oriente y eclesiástica en el otro caso, aplicable únicamente a la Iglesia ortodoxa y a las Iglesias orientales católicas.

Santa Juana de Arco.-a

Santa Juana de Arcos (Domrémy, Francia, 1412 - Ruán, id., 1431) Santa y heroína francesa. Nacida en el seno de una familia campesina acomoda...