Apuntes de clases

Clases de filosofía y ciencias bíblicas del Instituto de Humanidades Luis Campino, y la Parroquia de Guadalupe de Quinta Normal.


Las Biblias Políglotas mas importantes de historia.-a


 Curso de ciencias bíblicas en la parroquia de  Guadalupe de la comuna de Quinta Normal, años 2009

 La Biblia Políglota Complutense.

Introducción.
Escudo de Armas de Cisneros.
Anllela camila hormazabal moya

Es la primera Biblia. Políglota propiamente dicha impresa en el. mundo. Por ello, y por haber servido de modelo a las posteriores es preciso dedicar a su estudio más espacio que a las restantes. Compuesta tipográficamente en los talleres de Arnao Guillén de Brocar, Alcalá de Henares (Complutum) de 1514 a 1517, no fue puesta en circulación hasta 1520, fecha en que fue autorizada por Motu Proprio de León X, o hasta 1522, según opinión de M. Bataillon. 
Pertenece al cardenal Francisco Jiménez de Cisneros  la gloria de haber sido el promotor de tan importante obra y de haber hecho posible, con su tenaz impulso y los cuantiosos medios de que para ella dispuso, la realización de la gran idea por él inicialmente concebida, al parecer, en el verano de 1502 y madurada a lo largo de los años siguientes. 
La concepción de la Biblia Políglota y su realización son inseparables de la Universidad de Alcalá, fundada también por él. Tanto una como otra constituyen el más importante esfuerzo español en el renacimiento de los estudios bíblicos de signo humanista.
 «La Biblia Políglota, gloria de Alcalá en los anales del humanismo, es una de las obras más imponentes que llevó a cabo en esta época la ciencia de los filólogos auxiliada por el arte del impresor. Es, fuera de toda duda, el coronamiento de un esfuerzo colectivo de gran aliento que Cisneros estimuló y dirigió desde sus comienzos» (M. Bataillon). 
Efectivamente, con toda clarividencia y espíritu moderno hubo Cisneros de comprender que para editar con toda la posible corrección los textos originales de la Biblia y sus versiones, era imprescindible conocer a fondo las lenguas respectivas, y de aquí su fundación en la Universidad Complutense de las cátedras de hebreo, griego y latín, y su bien demostrado interés por el desarrollo y eficacia de las mismas. La carta dirigida por el cardenal al papa León X, incluida al comienzo de la Políglota, traducida compendiadamente (por M. Revilla) del latín, dice así. 
«Muchas son las razones que nos han impulsado a imprimir el texto original de la Sagrada Escritura. En primer lugar, porque ninguna versión puede trasladar fielmente toda la fuerza y propiedad del original, principalmente cuando se trata de la lengua en que Dios mismo ha hablado, cuyas palabras están, por decirlo así, preñadas de sentidos y llenas de misterios que sólo pueden vislumbrarse o conocerse a través del original en que las Sagradas Escrituras fueron escritas. Añádase a esto que los manuscritos latinos de la Biblia con mucha frecuencia disienten entre sí, o hay motivos suficientes para creer que se hallan corrompidos por la ignorancia y negligencia de los copistas; por lo cual debe recurrirse, como lo advierte S. jerónimo, S. Agustín y otros autores eclesiásticos, a las fuentes de la Sagrada Escritura, para corregir (original latino: ut examinetur) los libros del Antiguo Testamento según el texto hebreo y los del Nuevo Testamento según el texto griego. Así, pues, para que los amantes de las Sagradas Letras, no contentos con las aguas de los arroyuelos, puedan apagar su sed en los mismos manantiales de donde brotan las aguas vivas que saltan hasta la vida eterna, hemos mandado imprimir el texto original de ambos Testamentos juntamente con sus principales y autorizadas versiones» (griega de Septuaginta, Vulgata latina y Targum arameo de Onqelos al Pentateuco). De este párrafo, tan significativo, se 'deducen con claridad el motivo y propósito de la Políglota Complutense.
 En la polémica teológicofilológica entre los partidarios de la Septuaginta, por un lado, y del texto hebreo, la hebraica veritas, por otro, entre los defensores a ultranza del texto de la Vulgata y los propugnadores de nuevas traducciones latinas directas y literales del texto griego del Nuevo Testamento, la Políglota Complutense supone una objetiva aportación de material textual que, si bien contribuye poderosamente a satisfacer el ansia del humanismo cristiano por las fuentes originales, no cae en los exagerados extremos de ciertos filólogos de la época y de tiempos posteriores de rehacer el sagrado texto por medio de una crítica siempre más o menos subjetiva. 
Cisneros, no simple mecenas sino director científico de la obra, fijó al equipo de filólogos que propiamente realizaron la obra, el criterio que debía regir sus trabajos: no enmendar los textos cuando estuvieran apoyados por el testimonio de manuscritos antiguos.
 Este criterio establecido por Cisneros se hace palpable, p. ej., comparando el texto del Nuevo Testamento de la Complutense con el del Novum Instrumentum de Erasmo (1516), y explica que Nebrija se separase de los trabajos de la Políglota por sentirse en desacuerdo con aquellas normas y propugnar una mayor libertad crítica ante la Vulgata.

 Colaboradores: 

Los filólogos a los que el card. Cisneros encargó la preparación de la Políglota fueron: Pablo Coronel, Alfonso de Zamora y Alfonso de Alcalá para el texto hebreo del Antiguo Testamento, Targum arameo de Ongelos del Pentateuco y traducción latina de éste, además de la Gramática Hebrea y los Diccionarios publicados en el volumen VI . 
Diego López de Zúñiga, Hernán Núñez de Guzmán (el Pinciano, el Comendador griego) y Demetrio Ducas fueron encargados de la Septuaginta, del texto griego del Nuevo Testamento, del Diccionario grecolatino de éste y de una nueva traducción latina del Antiguo Testamento griego, con la colaboración en ella de Juan de Vergara (algunos afirman que también de Pedro Ciruelo, C. D. Hortola y Cipriano de la Huerga). 
A Antonio de Nebrija se le confió la edición de la Vulgata, trabajo que inició, pero no continuó como hemos dicho. También intervinieron en el Nuevo Testamento, pero en muy pequeña medida, el M. Gonzalo Gil, catedrático complutense de Teología, y Bartolomé de Castro, profesor de Artes en Alcalá. 
El célebre Erasmo fue invitado por el cardenal Cisneros a colaborar en la empresa, pero lo rehusó, sin duda, entre otras razones, por no ser hebraísta. Estos eminentes filólogos colaboraron tan estrechamente que no siempre es fácil determinar lo que se debe concretamente a cada uno de ellos.

Procedencia de los manuscritos utilizados: 

Cisneros procuró con extraordinario celo formar la amplia biblioteca de manuscritos necesaria para la elaboración científica de la Políglota. Muchos fueron adquiridos, invirtiendo en ello elevadas sumas, y formaron el importante fondo bibliográfico de la Univ. Complutense, utilizados después por Arias Montano para lá Políglota de Amberes o Biblia Regia; en parte se perdieron posteriótmente o no han podido ser identificados. 

Otros fueron prestados por bibliotecas españolas y extranjeras. Se sabe que los manuscritos hebreos y arameos (del Targum} procedieron de Toledo, Maqueda y Tarazona; pero hay rióticias, difíciles de confirmar, según las cuales siete magníficos códices fueron comprados en Venecia, y según otros en diversas regiones; lo! códices griegos fueron prestados unos por León X de la Biblioteca Vaticana, otros llegaron de Venecia, Florencia y Rodas; los códices latinos existían en cantidad y calidad en España y eran producto de la escuela sevillana del siglo VIII, posteriormente trasladada a Toledo, de la que derivan los códices góticos o longobardos, como el Toletano y el Cavense
  Contenido:
 El contenido de los seis volúmenes en folio de que consta la Políglota Complutense se distribuye así: 
Vols. I al V contienen el Antiguo  Testamento según el texto hebreo masorético, el texto griego de los Setenta o LXX con trad. interlineal latina, la Vulgata latina y el Targum arameo de Onqelos también con trad. latina. 
Los libros deuterocanónicos del Antiguo Testamento aparecen en el texto griego de los LXX, con versión latina interlineal, y en el texto de la Vulgata.
 Vol. V contiene el texto griego y Vulgata del Nuevo Testamento, seguidos de: 
1) Interpretaciones de los nombres hebreos, arameos y griegos del Nuevo Testamento; 
2) Nociones de gramática griega; 
3) Diccionario grecolatino del Nuevo Testamento y de los libros del Eclesiástico y Sabiduría. 
Vol. VI con tiene:
 1) Diccionario hebreo y arameo del Antiguo Testamento; 
2) Vocabulario latinohebreo; 
3) Interpretaciones de los nombres hebreos, arameos y griegos del Antiguo Testamento y Nuevo Testamento; 
4) Relación de «...nomina ... que in utroque testamento vitio scriptorum sunt aliter scripta (in biblüs nostris modernis) quam in hebreo et greco et in aliquibus biblüs nostris antiquis»;
 5) Gramática hebrea.

idiomas hebreo, griego  latín y arameo.
Anllela camila hormazabal moya

Comentarios. 
A lo largo de los seis volúmenes hállase además profusión de prólogos a los distintos libros bíblicos y epístolas de San jerónimo, carta de Cisneros al Papa, prefacios para el lector, motu proprio de León X, disertaciones exegéticas, etc. Todo ello puede verse minuciosamente descrito y estudiado en M. Revilla. Bastará aquí con recoger algunas observaciones y datos más importantes sobre cada una de las partes de la Políglota.
El Antiguo  Testamento hebreo, preparado por Pablo Coronel, Alfonso de Zamora y Alfonso de Alcalá, presenta un texto que no coincide plenamente con el textus receptus masorético. No sólo contiene variantes con respecto al texto de Ben Aller, sino que todo su sistema de vocalización y acentuación es muy peculiar. Basándose principalmente en este hecho, Paul E. Kahle mantuvo la tesis de que el Antiguo Testamento hebreo de la Complutense se basó en manuscritos babilónicos ; aunque ello a priori parece lógico ya que, según se sabe, la tradición de los judíos españoles es más babilónica que palestinense, no parecen existir suficientes pruebas de tal afirmación.
 Antes bien, los manuscritos de los que sabemos fueron manejados por Alfonso de Zamora, y, por tanto, casi seguro que se utilizaran en la fijación del texto complutense, son manuscritos hebreos españoles de fecha bastante tardía ya dentro de la tradición textual tiberiense aunque con ciertas variantes.
El texto hebreo de la Complutense fue utilizado en mayor o menor escala, según los casos, para establecer el texto hebreo del Antiguo Testamento en la Políglota de Amberes, en la de Vatablo (Heidelberg 1586) y, a través de la de Amberes, en la de París, Londres, Hutter y otras ediciones. Tiene también la importancia de haber servido de base para la trad. inglesa de Tyndale. La edición de Buxtorff, Basilea 1611, y la Biblia Rabínica de Basilea 161819 siguen el texto hebreo complutense entrecruzado _con el de J. Ben kiayyim, Venecia 1524-25.
El Targum de Ongelos o versión parafrástica antigua del Pentateuco, con traducción interlineal latina también es obra de los tres susodichos conversos, sin que ,pueda precisarse con seguridad la labor que a cada uno le correspondió; pero podemos pensar que el peso principal lo llevó Alfonso de Zamora. 
Parece que utilizaron especialmente como base el Ms. 117Z15 de la Universidad de Madrid, probablemente del siglo XIII. El texto de Onqelos complutense fue muy utilizado por las Políglotas de Amberes, Nuremberg y París, y su trad. latina por las ediciones de Amberes, París, Londres y Venecia.
El texto griego del Antiguo Testamento conocido por Septuaginta o versión de los LXX, apareció en la Complutense como edición príncipe completa. Fueron utilizados muchos y muy importantes manuscritos: Bibl. Vaticana, n° 330 y 346 (108 y 248 de la Col. HolmesParsons); Ms. de la Bibl. de S. Marcos de Venecia (n° 68 de HolmesParsons), copia del cual es el Ms. 116Z36 de la Univ. de Madrid, y otros no identificados., aunque se piensa de algunos utilizados también en la edición Aldina de 1518. 
El texto septuagintal de la complutense es la fuente más importante de que se dispone para conocer LXX en su recensión de Luciano. Según la clasificación de las recensiones griegas establecida por M. L. Margolis (en su The Book of Joshua in Greek, MV, 19318), el texto septuagintal de la Complutense refleja la recensión que 61 llama palestinense, es decir, el texto de Orígenes hecho, según S. Jerónimo, por Eusebio. Por otra parte, hay que destacar que de los cuatro tipos textuales de LXX que tradicionalmente han circulado impresos, el complutense tiene gran importancia; los otros tres son el aldino (Venecia 1518-19), el sixtino (Roma 1587) y el grabino (de J. E. Grabe, Oxford 1707-1720).
El texto septuagintal complutense influyó poderosamente en las ediciones de LXX de los s. XVI y XVII, pues dejó huellas más o menos pronunciadas en las Políglotas de Amberes, Heidelberg, Hamburgo, Nuremberg, París y en las ediciones del libro de Rut de Amsterdam 1632, del Salterio de Plantino, Amberes 1584, y otras. Sus variantes pasaron a figurar en la Polígl. de Londres y en la edición de HolmesParsons (1798-1827)
La traducción latina de la Septuaginta, llevada a cabo por los complutenses es de tan gran valor que fue reimpresa o reproducida con ciertas modificaciones en Basilea 1526, Polígl. de Amberes, de París, ediciones de Basilea de 1550 y 1582, Amsterdam 1696, y Biblia de Claudio Baduell de 155657.
El Nievo Testamento griego de la Complutense, preparado por Hernán Núñez, Demetrio Ducas y D. López de Zúñiga, es la editio princeps del Nuevo Testamento completo, que terminó de imprimirse el 10 en. 1514. Pero debido al retraso con que el papa León X dio su aprobación (1520), la primera edición del Nuevo Testamento de Erasmo, preparada por éste de abril 1515 a febrero 1516, fue puesta en circulación antes que la complutense, aunque plagada de errores debido a la precipitación que el propio Erasmo hubo de reconocer. 
El texto neotestamentario griego complutense, impreso cuatro años antes que el de Erasmo, es muy superior a éste en calidad textual y en el cuidado de su edición. De los manuscritos usados como base, pocas cosas seguras pueden afirmarse; sólo hay referencias a préstamos de manuscritos de la Vaticana y otras bibliotecas. En general puede concluirse que el Nuevo Testamento griego complutense procede de manuscritos no muy antiguos, pertenecientes a la familia siriaca aunque con buenas lecciones presiriacas.
A propósito del valor de la edición complutense griega del Nuevo Testamento se desarrolló en el siglo XVIII una polémica sobre si dicho texto griego había sido o no deformado para acomodarlo a la Vulgata latina. Frente al apasionamiento de quienes defendían la arbitraria corrección a base de la Vulgata hay el hecho de los centenares de variantes del texto griego complutense frente al latino de Vulgata, que no existirían de haberse llevado a cabo la pretendida acomodación. Solamente es preciso reconocer la presencia en el texto griego del famoso comma johanneum (1 Io 5,7) que no aparece en los antiguos manuscritos griegos, ni en las versiones antiguas, ni en los mejores manuscritos de la Vulgata, pero sí en muchos manuscritos de ésta, y que parece glosa marginal pasada al texto muy tardíamente. 
Coincide en esto la Complutense con la mayor parte de las ediciones del Nuevo Testamento aparecidas hasta el s. XVIII. A pesar de ello, la edición neotestamentaria griega complutense es considerada como una de las mejores de los s. XVI y XVII, e influyó en las posteriores.
En cuanto al texto complutense de la Vulgata, subrayemos que representa la primera edición crítica impresa, pues las muy numerosas ediciones antes de 1517 son de índole absolutamente nocrítica.

Fuentes de biblia.

 De los códices utilizados para la Vulgata complutense sólo se han conservado tres en la Biblioteca de la Universidad de Madrid: Manuscritos. 115Z7, del siglo VIII-IX; Ms. 115Z6, del siglo IX x; y Ms. 115Z4 y 5 (dos vols.), siglos XII al XIII. El primero pertenece al grupo castellano de manuscritos de la Vulgata, el segundo y tercero al grupo leonés. Hubieron de ser manejados más manuscritos, pero aquéllos constituyeron la base de la edición; generalmente fueron aceptadas las variantes más de acuerdo con el texto hebreo. 

Anllela camila hormazabal moya

Es la línea crítica seguida a lo largo de toda la Políglota: aproximar las versiones todo lo más posible a los textos originales, pero apoyándose para ello en variantes atestiguadas por manuscritos, no corrigiéndolas según criterios críticos subjetivos como quería Nebrija, contra la opinión de Cisneros. 

La Vulgata complutense se reimprimió en las Políglota de Amberes, París, Heidelberg, Hutter; influyó en otras ediciones y aportó sus variantes a la importante edición de la Vulgata de Amberes 1573, detiida al trabajo de los doctores de Lovaina.



 La Biblia Políglota de Amberes

Introducción
Portada de Biblia.
Anllela camila hormazabal moya

La Biblia Regia o Políglota de Amberes (1568-1572) contiene el texto bíblico de la Biblia Políglota Complutense, una biblia con versiones en hebreo, griego, arameo y latín. Además incluye el Tárgum arameo de Jonatán y la Versión Peshitta siriaca de las Escrituras Griegas Cristianas o Nuevo Testamento.
El texto hebreo está dotado de signos de puntuación vocálica, revisado a partir de la versión en esta lengua de Jacob ben Hayyim, y se convirtió en base para posteriores versiones de la Biblia.
La Biblia regia constaba de ocho volúmenes y el trabajo hasta su publicación definitiva se extendió por cinco años, y fueron impresas en 1100 ejemplares.
Se imprimieron 1213 ejemplares. Fue editada por el biblista y erudito Benito Arias Montano e impresa por el maestro Cristóbal Plantino.
Se la denominó Biblia Regia porque su patrocinador fue el rey Felipe II de España. Recibió el nombre de Políglota de Amberes por haber sido impresa en esa ciudad, entonces perteneciente al Imperio español.
Benito Arias Montano
 Anllela camila hormazabal moya

Origen.
La edición de la Biblia Políglota hecha por Cisneros se había agotado enteramente y los muchos sábios que en el siglo XVI se dedicaban al estudio de la Sagrada Escritura en sus primitivos idiomas, no lograban un ejemplar ni a peso de oro. Solo un Rey se atrevió a reproducir entonces lo que un Arzobispo de Toledo había hecho a sus expensas, a principios de aquel siglo. Felipe II, fue el que acometió aquella empresa literaria valiéndose para llevarla a cabo de Arias Montano.
No se sabe qué motivo tuvieron Felipe II y Arias Montano para hacer la reimpresión en Amberes y no en Alcalá: en este punto seguían los Brocar que habían hecho la edición Complutense y conservaban los tipos fundidos a expensas de Cisneros y que Montano entregó a la casa de Plantino en Amberes. Esto fue muy perjudicial a la tipografía española, pues desde entonces principiaron a decaer las ediciones de lenguas orientales en España. Se llevó además Arias Montano los códices que habían servido para la edición Complutense y algunos otros que habían llegado tarde y además otros siete códices, que Cisneros había comprado en Venecia por cuatro mil escudos de oro (cantidad exorbitante y más para aquellos tiempos) y con los cuales y algunos otros adquiridos por Felipe II logró Arias Montano dar la edición aun más correcta. Se comenzó ésta el año 1571 y se dio en cinco tomos habiendo además impreso Arias Montano la preciosa interlineal de Sanctes Pagnino y un Diccionario para el uso de aquella edición formando un total de ocho volúmenes.
Seis años invirtió Arias Montano en la reimpresión de la Biblia Regia y durante aquel tiempo estudió once horas diarias. La universidad de Lovaina aprobó y encomió aquel trabajo que la Santa Sede recibió también con singular placer. Mas no faltaron émulos que le acusaron a la Inquisición a pretexto de que había torcido el sentido de la Sagrada Escritura en muchos parajes. El papa Gregorio XIII que conocía la virtud y saber de Arias Montano le absolvió imponiendo además silencio a sus detractores.
Ejemplar de biblia.
Anllela camila hormazabal moya

Rey Felipe II se dignó comunicarle de su puño y letra instrucciones acerca de la impresión, en especial una fechada el 25 de marzo de 1568. Igualmente le mandó invertir 6.000 escudos en la compra de manuscritos para la Biblioteca de El Escorial. Al mismo tiempo, rey Felipe II comisionaba al célebre Ambrosio de Morales para hacer su viaje santo a las iglesias de la Corona de Castilla y echar los cimientos del Real patronato a la vez que hacía imprimir con todo esmero las obras de san Isidoro en la imprenta de Martínez (1582) que declaró Real.
Pagina de biblia
Anllela camila hormazabal moya

 Volúmenes de biblia..
El contenido de sus ocho volúmenes es el siguiente: 
Volúmenes. I al IV, Antiguo  Testamento proto y deuterocanónico
1) Texto hebreo basado principalmente en el complutense pero con divergencias que lo aproximan al textus receptus, principalmente representado por la Biblia Rabínica Bombergiana de Jacob Ben Hayyim, Venecia 1524-25  (se utilizó también la de Félix Prátensis, editada igualmente por Bomberg en Venecia 1516-17); 
2) Texto en latín de la Vulgata; 
3) Texto griego de la Septuaginta  con traducción latín; 
4) Texto arameo de Targum  de casi todos los libros del Antiguo Testamento, con tradución latina.
 Dicha traducción está tomada de la publicada en la Biblia poligrata Complutense, por lo que se refiere al Pentateuco, aunque corregida por Arias Montano; para el resto se utilizó en gran parte, también corregida por Arias Montano, la obra de los conversos de Alcalá, principalmente Alfonso de Zamora.
 Éstos, por mandato de Cardenal Cisneros, habían establecido el texto arameo del Targunt completo del Antiguo Testamento con tradición literal latina, obra conservada en manuscritos de la Universidad de Madrid, de Salamanca, Escorial, etc., que Arias Montano llevó consigo a Amberes, además de otros venecianos.
 La tradición latina del Targum arameo de algunos libros aparece como obra de Arias Montano.
Nota.
Anllela camila hormazabal moya

 La página de la izquierda tiene dos columnas con el hebreo original y la traducción al latín, la página de la derecha tiene el mismo texto en griego , con su propia traducción al latín. Por debajo de estas columnas hay un arameo versión en la página de la izquierda y una traducción al latín de esta en el lado derecho.
 Vol. V, Nuevo Testamento: 
1) Texto en griego; 
2) Texto en latín de Vulgata; 
3) Versión siriaca Pés?tta' en caracteres siriacos y en caracteres hebreos vocalizados, con traducción al latín de Guy Le Févre de la Boderie. 
Nota.
El Tomo 5 contiene el Nuevo Testamento en griego y en siríaco , cada uno con una traducción al latín, y una traducción del siríaco en hebreo. 

Los tres últimos volúmenes son los denominados por Arias Montano Apparatus.
 Su contenido es el siguiente: 
Volumen VI: Nuevo Testamento griego con traducción interlineal latina de la Vulgata; cuando ésta no coincide literalmente con el texto griego, va colocada al margen y sustituida en la línea por otra traducción literal de Arias Montano, impresa en tipos diferentes; sigue un estudio sobre los idiotismos de la lengua hebrea, de Arias Montano; y comenzando por el final del volumen, viene el texto de la Biblia Hebrea con trad. latina interlineal de Santes Pagnino. 
Volumen VII: Diccionario y gramática griegos (según Menéndez y Pelayo obra de Arias Montano); Vocabulario siriaco, de Andreas Masius; Gramática siriaca, del mismo autor; Diccionario siroarameo,, de Guy Le Févre de la Boderie; Thesaurus Hebra¡cae Linguae, de Santes Pagnino, abreviado, con apéndice gramatical y prólogo de Raphelengius.
 Volumen VIII: contiene dieciocho tratados filológicos y arqueológicos, de muchos de los cuales es autor Arias Montano.
Además puede el estudioso encontrar, repartidos por los diversos volúmenes de la Biblia Regia, prefacios de Arias Montano, prólogos de San jerónimo, cartas, índices, grabados simbólicos y bíblicos, etc. 

Comentarios.
La Políglota de Amberes es la primera edición de la Biblia en la que se introdujo la numeración de los versícúlos del texto hebreo. Puede verse, por tanto, cuán considerablemente se extendió el plan primitivo, a lo que contribuyó el gran protector de Plantino, cardenal Granvela, el cual hizo colacionar a su costa los manuscritos vaticanos griegos.
Las principales novedades, en comparación con la Complutense, fueron la Biblia latina de Santes Pagnino, corregida por Arias Montano, los tratados técnicos de contenido filológicobíblico, la versión siriaca del Nuevo Testamento y el Targum arameo de Profetas y Hagiógrafos.

 Con Arias Montano colaboraron humanistas como Francisco Raphelengius (van Ravelingen), Nicolás y Guy Le Févre de la Boderie, Andreas Massius y los doctores de Lovaina Joannes Harlemius, Augustinus Hunnaeus, Cornelius Reyneri de Gouda. Prestaron también ayuda a Arias Montano, Cornelio Kiel, Teodoro Kemps, Antonio Spitaels (correctores), el card. Espinosa, el card. Granvela, el card. Sirleto (que aportó variantes textuales de algunos códices), Juan Regla, Pedro Serrano, Luis Estrada, Ambrosio Moro, Gabriel Zayas y Daniel Bomberg, famoso impresor de Venecia, que cedió un manuscrito siriaco del Nuevo Testamento.
Anllela camila hormazabal moya

Nota.
1).-Como la Biblia Complutense, la Biblia Regia fue atacada por los enemigos de la tendencia humanista hacia los textos originales, temerosos del menoscabo de la Vulgata, que tacharon a Arias Montano de judaizante. El más acérrimo adversario fue León de Castro, catedrático de la Universidad de Salamanca. A pesar de los ataques, Arias Montano, que contaba con la aprobación del papa Gregorio XIII, pudo hacer triunfar la causa de la Biblia Regia para bien del siglos xvi y aún de épocas posteriores, ya que sus textos fueron ampliamente utilizados por las ediciones bíblicas, políglotas o no, que siguieron a ella.

2).-En 1555 Christophe Plantin (ca 1520-1589) establecida en uno de los más exitosos de impresión y las empresas editoriales de todos los tiempos Amberes.Todavía en manos de la familia, la prensa de Plantin continuaron operando hasta 1867. Sigue en pie, antiguas instalaciones de la empresa comprenden ahora el Museo Plantin-Moretus.
A finales de la década de 1560 concibió un ambicioso proyecto que pondría a sus credenciales como un fiel siervo de la Iglesia fuera de toda duda, él planeó para imprimir un multi-volumen políglota de la Biblia en latín, griego, hebreo, caldeo (un lenguaje de Oriente Medio, en relación con el arameo, que se utiliza en las versiones del Antiguo Testamento) y siríaco (en sustitución de caldeo para el Nuevo Testamento). 
3).-La Biblia griega, comúnmente llamada Biblia Septuaginta o Biblia de los Setenta, y generalmente abreviada simplemente LXX, fue traducida de textos hebreos y arameos más antiguos que las posteriores series de ediciones que siglos más tarde fueron asentadas en la forma actual del texto hebreo-arameo del Tanaj o Biblia hebrea.
4)-Un Tárgum (hebreo: תרגום, plural: tárgumim) originalmente era una traducción al arameo de la Biblia hebrea producida o compilada en el antiguo Israel y Babilonia desde el período de Segundo Templo hasta comienzos de la Edad Media (finales del primer milenio).

1 comentario:

  1. una de las grandes obra de impresión bíblicas de todos tiempos, patrocinadas por el rey de España

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