Apuntes de clases

Clases de filosofía y ciencias bíblicas del Instituto de Humanidades Luis Campino, y la Parroquia de Guadalupe de Quinta Normal.


jueves, 31 de enero de 2013

Orden pro Merito Melitensi.-a


Esteban Aguilar Orellana; Giovani Barbatos Epple;Ismael Barrenechea Samaniego; Jorge Catalán Nuñez; Boris Díaz Carrasco; Rafael Díaz del Río Martí;Alfredo Francisco Eloy Barra ;Rodrigo Farias Picon; Franco Antonio González Fortunatti;Patricio Ernesto Hernández Jara; Walter Imilan Ojeda;Jaime Jamet Rojas;Gustavo Morales Guajardo;Francisco Moreno Gallardo; Boris Ormeño Rojas;José Oyarzún Villa;Rodrigo Palacios Marambio;Demetrio Protopsaltis Palma;Cristian Quezada Moreno;Edison Reyes Aramburu; Rodrigo Rivera Hernández;Jorge Rojas Bustos; Alejandro Suau Figueroa; Cristian Vergara Torrealba; Rodrigo Villela Díaz; Nicolas Wasiliew Sala;Marcelo Yañez Garin;Katherine Alejandra del Carmen  Lafoy Guzmán; Franco Natalino; 


Cruz de la Orden pro Merito Melitensi

La Orden pro Merito Melitensi, establecida en 1920, es una distinción de la Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta.

Historia

Fue creada para de condecorar a los hombres y mujeres que han traído honor y prestigio a la Orden de Malta. Esta condecoración se impone independientemente de la religión profesada, aun a aquellos que que no están en comunión con la Iglesia de Roma.
Esta Orden es concedida tanto por Decreto del Soberano Consejo, como por motu proprio del Gran Maestre.



La Orden pro Merito Melitensi es la orden de mérito de la Soberana Orden Militar de Malta, establecida en 1920. Se otorga a los destinatarios que han honrado a la Soberana Orden Militar de Malta , promovió los valores cristianos y la caridad según lo definido por el católico romano. 
A diferencia de los Caballeros o Damas de la Orden de Malta (que es una orden militar de caballería), los decorados con la Orden pro Merito Melitensi no se invierten en una ceremonia religiosa, no hagan ningún juramento  o hacer algún compromiso religioso. Por lo tanto, puede ser otorgado a los no católicos. Los participantes incluyen estadistas prominentes, como los presidentes Ronald Reagan , que lo recibió mientras aún estaba en el cargo, y George HW Bush .
La orden comprende tres rangos, incluido el Comandante, ahora raro en la Orden de Malta, y no tiene grados nobiliarios, por lo que es comparable a numerosas órdenes de mérito en todo el mundo, incluidas las órdenes papales, la Legión de Honor de Francia y la Orden de Gran Bretaña de Gran Bretaña. imperio
Además de ser miembro de la orden, se otorga una medalla en tres clases: oro, plata y bronce.


Clases de la Orden pro Merito Melitensi 

La Orden pro Merito Melitensi comprende las siguientes clases:

el collar
la Cruz
la medalla

El collar pro Merito Melitensi 

El Collar solo tiene un grado único, pero tiene dos divisiones, a saber, "Collar pro Merito Melitensi " para civiles y "Collar con espadas pro Merito Melitensi " para los militares. El collar solo se otorga a los Jefes de Estado.


La Cruz pro Merito Melitensi 

La Cruz se otorga tanto a civiles como a militares, que comprende varios grados:

Caballero o Dama Gran Cruz pro Merito Melitensi - Clase especial
Caballero o Dama Gran Cruz Pro Merito Melitensi
Caballero o Dama Gran Oficial pro Merito Melitensi (con Insignia para mujeres)
Knight (o Dame) Commander pro Merito Melitensi (con Crown para mujeres)
Caballero o Dama Oficial pro Merito Melitensi (con escudo de armas para mujeres)
Cross (Caballero o Dama) pro Merito Melitensi


NB: estas decoraciones son "con espadas" para servir a los militares y "sin espadas" para civiles.

La Cruz "pro piis meritis" pro Merito Melitensi 

Cuando se otorga a los eclesiásticos, tiene la misma cruz que se otorga a los civiles y al personal militar. Sin embargo, esta cinta está cruzada de negro con dos finas líneas rojas y comprende solo dos grados:

Gran Cruz "pro piis meritis" pro Merito Melitensi ,
Cruz "pro piis meritis" pro Merito Melitensi .


La Medalla pro Merito Melitensi 

Esta clase tiene tres grados: oro, plata y bronce.

Cintas 


Solo hay tres tipos diferentes de cintas para la medalla y las cruces.


Cruz del Merito, Civil

Cruz del Merito, Militar

Cruz de Merioto, Eclesiástico

miércoles, 30 de enero de 2013

El Honor.-a


Esteban Aguilar Orellana; Giovani Barbatos Epple;Ismael Barrenechea Samaniego; Jorge Catalán Nuñez; Boris Díaz Carrasco; Rafael Díaz del Río Martí;Alfredo Francisco Eloy Barra ;Rodrigo Farias Picon; Franco Antonio González Fortunatti;Patricio Ernesto Hernández Jara; Walter Imilan Ojeda;Jaime Jamet Rojas;Gustavo Morales Guajardo;Francisco Moreno Gallardo; Boris Ormeño Rojas;José Oyarzún Villa;Rodrigo Palacios Marambio;Demetrio Protopsaltis Palma;Cristian Quezada Moreno;Edison Reyes Aramburu; Rodrigo Rivera Hernández;Jorge Rojas Bustos; Alejandro Suau Figueroa; Cristian Vergara Torrealba; Rodrigo Villela Díaz; Nicolas Wasiliew Sala;Marcelo Yañez Garin;Katherine Alejandra del Carmen  Lafoy Guzmán;Paula Flores Vargas; 


honor
Del lat. honor, -ōris.
1. m. Cualidad moral que lleva al cumplimiento de los propios deberes respecto del prójimo y de uno mismo. (Definición de la RAE)
Alfred Victor de Vigny (Loches, 27 de marzo de 1797-París, 17 de septiembre de 1863) fue un poeta, dramaturgo, y novelista francés.

El honor es una cualidad moral que lleva al sujeto a cumplir con los deberes propios respecto al prójimo y a uno mismo. Se trata de un concepto ideológico que justifica conductas y explica relaciones sociales.
Existen diversas reglas compartidas que se basan en ideales y que constituyen lo que supone una conducta honorable dentro de una comunidad. Por ejemplo: estafar a los padres para obtener dinero no es un comportamiento honorable. Una actitud cobarde, por otra parte, atenta contra el honor de una persona.


Punto primero · Del honor, y fama

P. ¿Qué es honor? R. Que es: quaedam protestatio de excellentia [627] bonitatis alicuius. Se requieren pues dos cosas para el verdadero honor. Una de parte del que es honrado, y es alguna excelencia. La otra de parte del honorante, que es la protestación de ella. P. ¿Qué es fama? R. Que es, según la definen los Teólogos: clara noticia, quam alii de nobis habent. Esta noticia debe principalmente ser de una vida virtuosa y ordenada, que es la materia de la verdadera fama; y secundario de las demás cosas, que los hombres suelen estimar, como de sabiduría, ingenio, valor, y semejantes. La fama es mayor bien que el honor, por ser la opinión y estimación interna, que otros tienen de nosotros más preciosa, que el honor y reverencia externa, que nos hacen muchas veces con falacia y fingimiento. Así cuando S. Tomás llama con Aristóteles al honor maximum inter bona externa, debe entenderse del honor, en cuanto incluye la fama; y en este sentido es más excelente bien que la fama sola. Con todo eso la contumelia que ofende el honor es más grave culpa que la murmuración que ofende la fama, así como la rapiña es más grave que el hurto; pero esto es, porque en ambos crímenes, es a saber: la contumelia y rapiña, se atiende la razón de involuntarioa, pro formali por hacerse a la presencia del injuriado, quasi vim inferendo.

P. ¿Qué injurias son las que ofenden al prójimo en el honor y fama? R. Que son principalmente cinco; es a saber: la contumelia, susurración, irrisión, maldición, y detracción. Estas le ofenden en el honor y fama exteriormente. Interiormente le agravian el juicio temerario, la sospecha, duda, y mala opinión. De todos estos agravios opuestos al octavo precepto del Decálogo, trataremos en este capítulo, llevando por guía a Sto. Tomás, que lo hace 2. 2., q. 72, y siguientes.


Honor
no figura
Diccionario filosófico marxista · 1946

no figura
Diccionario filosófico abreviado · 1959

Honor
Categoría de la moral; expresa el reconocimiento, por parte de la sociedad, de todo cuanto merece una alta estimación en la manera de actuar de un individuo, de una colectividad, de una institución, &c. En la sociedad feudal, el honor estaba determinado por el linaje; en la sociedad capitalista, por la riqueza. En la sociedad socialista, el honor (la consideración) está determinado por los méritos contraídos ante el pueblo en la lucha por el comunismo, así como por la conducta del hombre en vida cotidiana, en sus relaciones con los demás hombres. El concepto de “honor” es variado: hablamos del honor de la patria, de la fábrica, del minero, del médico, del komsomol, &c. El honor del Partido, el profesional, el militar, el familiar, &c. obligan a ser honrado, moralmente limpio, a conservar, cuidar y multiplicar lo que es digno de respeto. La conducta indigna lleva al deshonor, al oprobio. Por otra parte, el excesivo afán de renombre y honores se denomina ambición y es un defecto.

Diccionario filosófico · 1965:

Honor
Concepto de la conciencia moral y categoría de la ética, que abarca los aspectos de la toma de conciencia por el individuo de su significado social y de su reconocimiento por parte de la sociedad. Por su contenido y por la naturaleza de la relación moral que refleja, el concepto de honor es análogo al de dignidad. Siendo una forma de manifestación de la actitud del individuo hacia sí mismo y de la sociedad hacia él, el honor, lo mismo que la dignidad, regula de modo correspondiente la conducta del hombre y la actitud hacia el mismo que mantienen los que le rodean. Pero a diferencia del concepto de dignidad, el de honor no se basa en el principio de la igualdad de todos en el sentido moral, sino en su valoración diferenciada (en dependencia del estado social del individuo, la clase, la nacionalidad y el colectivo al que pertenece, la profesión de que se ocupa y la reputación). El criterio de esta valoración y las exigencias que se presentan al honor del hombre cambian en el curso de la historia. En la sociedad socialista existe el honor nacional, profesional y, en parte, de clase (que tiene en su base sólo un carácter laboral), así como el honor colectivo e individual. Este último se vincula con los rasgos positivos personales del hombre, que se asientan en sus méritos reales ante otros hombres o ante la sociedad. En la sociedad socialista no se reconocen los derechos de nadie a privilegios exclusivos y se condenan las manifestaciones de la actitud altanera y hostil hacia los representantes de otras naciones, profesiones, &c. La lucha contra las reminiscencias del honor estamental (ideas sobre la exclusividad de cualquier sector social o colectividad, esnobismo, presunción en todas sus formas, &c.) es uno de los aspectos de la lucha por afianzar la moral comunista en las relaciones diarias entre los hombres.

Diccionario de filosofía · 1984:

lunes, 28 de enero de 2013

Heráldica de los grandes maestres .-a


Esteban Aguilar Orellana; Giovani Barbatos Epple;Ismael Barrenechea Samaniego; Jorge Catalán Nuñez; Boris Díaz Carrasco; Rafael Díaz del Río Martí;Alfredo Francisco Eloy Barra ;Rodrigo Farias Picon; Franco Antonio González Fortunatti;Patricio Ernesto Hernández Jara; Walter Imilan Ojeda;Jaime Jamet Rojas;Gustavo Morales Guajardo;Francisco Moreno Gallardo; Boris Ormeño Rojas;José Oyarzún Villa;Rodrigo Palacios Marambio;Demetrio Protopsaltis Palma;Cristian Quezada Moreno;Edison Reyes Aramburu; Rodrigo Rivera Hernández;Jorge Rojas Bustos; Alejandro Suau Figueroa; Cristian Vergara Torrealba; Rodrigo Villela Díaz; Nicolas Wasiliew Sala;Marcelo Yañez Garin;Katherine Alejandra del Carmen  Lafoy Guzmán; Franco Natalino; 



Orden del santo sepulcro


Anniversaire du Grand-Maître Edwin Frederick O'Brien
Aujourd'hui 8 avril 2014, 75e anniversaire du Cardinal Edwin Frederick O'Brien, Archevêque émérite de Baltimore et Grand-Maître de l'Ordre équestre du Saint-Sépulcre de Jérusalem.


Aujourd'hui 11 décembre 2011, est décédé à Darby (PA - USA), SE John Patrick Foley, Cardinal-Diacre de Saint-Sébastien-au-Palatin et Grand-Maître émérite de l'Ordre équestre du Saint-Sépulcre de Jérusalem.

La bandera de Su Alteza el Gran Maestre


La bandera roja con la cruz blanca octogonal rodeada por el Collar y encabezada por una corona es la bandera personal del Gran Maestre. 



Escudo del gran maestre 
Aujourd'hui 30 novembre 2013, 64e anniversaire de SAE Fra' Matthew Festing, Grand-Maître de l’Ordre Hospitalier de Saint-Jean de Jérusalem (Ordre de Malte).

Armas de Frey Giacomo dalla Torre del Tempio di Sanguinetto.

domingo, 27 de enero de 2013

Los 9 dignos caballeros.-a


Esteban Aguilar Orellana; Giovani Barbatos Epple;Ismael Barrenechea Samaniego; Jorge Catalán Nuñez; Boris Díaz Carrasco; Rafael Díaz del Río Martí;Alfredo Francisco Eloy Barra ;Rodrigo Farias Picon; Franco Antonio González Fortunatti;Patricio Ernesto Hernández Jara; Walter Imilan Ojeda;Jaime Jamet Rojas;Gustavo Morales Guajardo;Francisco Moreno Gallardo; Boris Ormeño Rojas;José Oyarzún Villa;Rodrigo Palacios Marambio;Demetrio Protopsaltis Palma;Cristian Quezada Moreno;Edison Reyes Aramburu; Rodrigo Rivera Hernández;Jorge Rojas Bustos; Alejandro Suau Figueroa; Cristian Vergara Torrealba; Rodrigo Villela Díaz; Nicolas Wasiliew Sala;Marcelo Yañez Garin;Katherine Alejandra del Carmen  Lafoy Guzmán; Franco Natalino; 

Introducción

Los Nueve Valerosos son nueve personajes históricos que fueron considerados como los máximos representantes del ideal de la caballería. Jacques de Longuyon fue el primero en agruparlos bajo este nombre en su Voeux du Paon en 1312. Se les estructuró en tríadas, según su religión, mostrando a los mejores caballeros del paganismo, el judaísmo y el cristianismo. Su elección pronto se convirtió en un tema común en la literatura y el arte de la Edad Media y quedó establecida en la imaginería popular.
En su novela de caballería El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, Miguel de Cervantes hace decir al Quijote: "Yo sé quien soy. Y sé que puedo ser no sólo los dos que he dicho, sino todos los Doce Pares de Francia y aún todos los Nueve de la Fama."

Esculturas más antiguas conocidas de los Nueve de la Fama en el antiguo ayuntamiento, Colonia, Alemania. De izquierda a derecha aparecen: los tres del periodo cristiano, Carlomagno, sosteniendo un escudo mostrando un águila, el Rey Arturo, con un escudo mostrando tres coronas, y Godofredo de Bouillón, con un can descansando a sus pies; a continuación los tres de la época pagana, Julio César, Héctor, y Alejandro Magno, sosteniendo un escudo mostrando un grifo; y finalmente los tres de los tiempos del Antiguo Testamento, David sosteniendo un cetro, Josué, y Judas Macabeo.



Los Nueve de la Fama son:

De la época pagana:

Héctor de Troya

Héctor de Troya. Principe de Troya encargado de la defensa de la ciudad. Murió a manos de Aquiles, quien le atravesó una lanza por el único lugar desprotegido por la armadura, el cuello. Es un personaje mitológico. Según Alonso de Torres, estas son sus armas atribuidas:
De plata, un león de gules sentado en una silla de oro teniendo un hacha de oro.  

Alejandro Magno

Alejando Magno. Rey de Macedonia desde el 336 a.C. hasta el 323 a.C. Tenía como héroe al que venció a Héctor de Troya, a Aquiles. A base de conquistas dominó un gran imperio. Según Alonso de Torres estas eran sus armas:
De gules un león de oro.


Julio César

Júlio César. Líder militar y político del Imperio Romano. Nació el 100 a.C. y murió el 44 a.C. Los dictadores de Roma lo eran por un tiempo máximo establecido hasta que llegó él y se nombró dictador vitalicio, cosa que le llevó a su asesinato. Según Suetonio, en su Vida de Júlio César, cuando lo nombraron para un cargo en Hispania Ulterior, al llegar a Cádiz y ver una estátua de Alejandro Magno, Júlio César suspiró profundamente porqué a la edad de este el "Magno" ya había conquistado el mundo. Después de eso volvió a Roma a esperar su oportunidad de hacer cosas más grandes. Era el dictador romano de los cómics de Astérix y Obélix. Según Alonso de Torres, estas son sus armas atribuidas:

De oro con un águila de sable


De los tiempos del Antiguo Testamento:

Josué, conquistador de Canaán

Josué o Yehoshúa. Sucesor de Moisés. Josué comando las tropas militares en su conquista del Canaán. Sus hazañas bélicas vienen acompañadas por sucesos destacables como la separación de las aguas, derrumbamiento de murallas o la detención del sol.
Escudo de azur, una tralla de oro.

David, rey de Israel

David. Segundo rey de Israel, llamado "el elegido de Dios". Fue padre de aquel a quien da nombre a las "soluciones salomónicas", a Salomón. La victoria más sonada de David fue ante el líder de los filisteos, un gigante llamado Goliat. Este gigante lanzó el desafío de que si el mejor hombre de Israel luchaba con él y le ganaba, los filisteos sería esclavos de Israel, en caso contrario, sería Israel quien haría de esclavo. El pequeño David, que andaba por allí para ver a sus hermanos mayores, escuchó el reto y fue al rey Saúl con una honda y un cayado y se presentó voluntario. Yo no sé en que estaría pensando el rey Saúl, pero envió a luchar a un niño cabrero contra un gigante en representación de su nación. Cuando el gigante vió al pequeño, casi se mea de risa, hecho que aprovechó David para lanzarle con su honda una pedrada en la cara. Al caer al suelo del golpe, David le rebanó el cuello como a un cerdo en San Martín. David, aquel que tira piedras a la cara y corta cabezas, se ganó la confianza del pueblo, así que el rey lo mandó capturar. Este escapo y al tiempo le mató para convertise él en rey de Israel.

Escudo de gules, un arpa

scudo de gules, un arpa de oro.


Judas Macabeo, reconquistador de Jerusalén

Judas Macabeo. Líder militar que encabezó la revuelta de los judíos contra los seléucidas de Siria. Lo describen como excelente táctico y guerrero intrépido. Tenía tendencias pirómanas con aquellos pueblos que habían manifestado desagrado hacia Israel. Sus victorias contra los sirios fueron numerosas. Este Judas fue quien decreto que por estas fechas se celebrara el Hanuká, fiesta que duran ocho días. Esto pasó después de encontrar un candelabro con aceite suficiente para un día, pero que mira por donde la lumbre duró ocho. Judas Macabeo envío una misión diplomática a Roma para tener su protectorado. La misión fue exitosa, pero antes de enterarse murió en el campo de batalla.

Escudo de gules con una faja de oro y una bordura de oro con ocho merletas de sable.


Del periodo cristiano:

Rey Arturo
rey  arturo

Arturo. Personaje literario que representa al monarca ideal. Hay quién defiende que el personaje exisitió en la realidad. Es el principal protagonista de las novelas artúricas.

De gules con tres coronas de oro


Carlomagno

Carlomagno. Carlos I el Grande. Rey de los francos, rey de los lombardos y emperador de Occidente. Nació en el año 742 y murió en el 814, antes de los inicios de la heráldica. Luchó contra los musulmanes del emirato de Córdoba en Hispania y formó la Marca Hispánica.

Partido en palo del imperio de Alemania (de oro con un águila de sable con la cabeza partida en dos) y de Francia (de azul con tres flores de lis de oro).


Godofredo de Bouillón, uno de los líderes de la Primera Cruzada

 Godofredo de Bouillón. Caballero medieval, uno de los líderes más destacados de la Primera Cruzada. Fue señor de Bouillón y duque de Baja Lorena. Se convirtió en el máximo mandatario del Reino de Jerusalem, pero igual que otros, rehusó convertirse en rey en la ciudad donde Cristo murió. No se sabe con certeza la causa de su muerte. Según unos fue abatido por una flecha, según otros envenenado, según otros por enfermedad...

Blasón d’armas, Biblioteca de Catalunya, ms 529:

Escudo partido el primero con las armas de Jerusalem (de plata con la cruz de oro potenzada con cuatro crucetas potenzadas de oro, otros las ponen crucetadas, de oro) y el segundo colorado con una faja de plata.
Partido en palo, el primero de Jerusalén y el segundo de gules con una faja de plata.

Las 9 mujeres de fama.-a


Esteban Aguilar Orellana; Giovani Barbatos Epple;Ismael Barrenechea Samaniego; Jorge Catalán Nuñez; Boris Díaz Carrasco; Rafael Díaz del Río Martí;Alfredo Francisco Eloy Barra ;Rodrigo Farias Picon; Franco Antonio González Fortunatti;Patricio Ernesto Hernández Jara; Walter Imilan Ojeda;Jaime Jamet Rojas;Gustavo Morales Guajardo;Francisco Moreno Gallardo; Boris Ormeño Rojas;José Oyarzún Villa;Rodrigo Palacios Marambio;Demetrio Protopsaltis Palma;Cristian Quezada Moreno;Edison Reyes Aramburu; Rodrigo Rivera Hernández;Jorge Rojas Bustos; Alejandro Suau Figueroa; Cristian Vergara Torrealba; Rodrigo Villela Díaz; Nicolas Wasiliew Sala;Marcelo Yañez Garin;Katherine Alejandra del Carmen  Lafoy Guzmán; Franco Natalino; 


Ante la costumbre simétrica de la Edad Media, después de la aparición de los Nueve de la Fama surgieron varias versiones femeninas ( ENG Lady Worthies; FRA les Neuf Preuses). Esta nueva lista no está tan estructurada como la primera. Recordar que la versión masculina tenía tres grupos de tres personajes: paganos, judíos y cristianos.

Les Neuf Preuses, folio 125v de le Chevalier Errant.

La lista que voy a tratar es la de Tomás III de Saluzzo. El marqués de Saluzzo fue el autor de una de las más importantes obras medievales de caballería: el Caballero Errante ( FRA le Chevalier Errant). Como en otras entregas de este tipo, las mostraré de tres en tres:

Deípile, Deypile o Deiphille. Es la esposa de Tideo y la madre de Diomedes, ambos héroes de la mitología griega. Era hija de Adastro, el rey de Argos. Este es su escudo de armas imaginario:

Escudo de Deípile. De plata, grifo de sinople

Sinope, Iynoppe o Synoppe. Hija de dioses griegos. Hay varias versiones sobre su vida. Este es su escudo de armas imaginario:
Escudo de Sinope. De gules, tres bustos de mujer de plata coronados de oro

Hipólita, Hippolyta y otras versiones en demás lenguas. Reina de las amazonas, hija del dios de la guerra Ares. Fue perseguida por un complemento de moda. Disponía de un cinturón mágico bastante preciado. Este es su escudo de armas imaginario:


Escudo de Hipólita. De plata, león cortado de azur y gules cogiendo un escudete de gules con tres bustos de mujer de plata coronados de oro.

Melanipa, Menalyppe ... Hermana de Hipólita. Otra amazona guerrera. Estas son sus armas atribuidas:
De sable, un cisne de plata portando en el pico un escudete
de gules, tres bustos de mujer de plata y coronadas de oro.

Los animales salvajes en heráldica deben tener un aspecto fiero y temible. En heráldica los animales deben parecer agresivos. Fijaros en la mirada del cisne y también fijaros en las patas que tienen unas garras exageradas en comparación con la realidad.

Semíramis. Otra leyenda griega. Reina de Asiria. Fue una guerrera conquistadora. Sus hazañas bélicas cuentan que conquistó extensos lugares de Asia y Egipto. Estas son sus armas:
Escudo de Semíramis. De azur, tres tronos de oro.

Lampedo, Lampetho. Otra líder amazona. Se destaca la venganza por la muerte de su marido. Mujer de gran coraje escogida como reina junto a su hermana Marpesia. Estas son las armas que el marqués de Saluzzo ideó:
Partido dimidiado: 1º de gules, tres bustos de mujer de
 plata y coronadas de oro; 2º fajado nebulado de azur y oro.


Tomiris, Thamarys... Fue la reina de los masagetas. El nombre de Tomiris pasó en la literatura clásica a simbolizar un arquetipo de mujer guerrera junto a otras figuras históricas: Zenobia, Hipsicratea y Camila.Este es su escudo de armas imaginario:
De gules, tres leopardos de oro.

Teuta, theuca. Fue reina de Iliria entre 231 y 228 a.C. En apenas dos años de reinado provocó la ira de los romanos por su bondad con los piratas, cosa que les condujo a la guerra y a una devastadora derrota que acabó con un tratado de paz bastante desfavorable para Teuta y sus intereses.
Este es su escudo de armas imaginario:

De plata, un águila de sable puesta en banda.

Pentesilea, Penthésilée. Otra reina guerrera de las amazonas. Esta fue la que dirigió a las amazonas en la guerra de Troya, cuando apoyaron a los troyanos en contra de los griegos. Era hija del dios de la guerra Ares y de la reina Otrera. Era hermana de Hipólita y Melanipe, anteriormente vistas en la misma serie de las Nueve de la Fama. Aquiles acabó con su vida al mismo momento que se enamoraba de ella. Y es que hay amores que matan...
Este es su escudo de armas imaginario:

De azur, una banda de gules  perfilada de oro cargada de tres bustos de mujer de plata coronados de oro acompañada de seis campanas de oro.





El castillo de Pierrefonds.


El château de Pierrefonds es un castillo o château medieval francés ubicado en la comuna de Pierrefonds en el departamento de Oise, en la región de Alta Francia. Está en el límite sur de bosque de Compiègne, al norte de París, entre las comunas de Villers-Cotterêts y la de Compiègne.
El château de Pierrefonds incluye la mayoría de las características de arquitectura defensiva militar de la Edad Media, aunque experimentó una profunda renovación en el siglo XIX.

Tenemos de izquierda a derecha: Thamaris (Maréchale Canrobert), Cinopé (Princesa Murat), Lampetto (Duquesa de Malakoff), Hipolyté (Baronesa de Piedras), Semiramis (Emperatriz Eugenia), Penthesilea (Duquesa de Cadore), Teuca (Duquesa de Bassano), Deiphyl (condesa de Poeze) y Ménalippe (señora Carette) que, al no ser de origen noble, es la única estatua que no tiene corona.



Tomás III del Vasto (Saluzzo, 1356 – íbidem, 1416) fue marqués de Saluzzo entre 1396 y 1416. Era hijo de Federico II de Saluzzo y Beatriz de Ginebra.

Le Chevalier Errant (El caballero errante)

Gracias a sus numerosos viajes a Francia, Tomás fue un hombre instruido y de gran cultura. Durante su encarcelamiento en Turín entre 1394 a 1396 escribió en francés (que había sustituido en prestigio en el Piamonte a la lengua provenzal) una de las obras más importantes de la caballería medieval: Le Chevalier Errant (El caballero errante).
En esta obra el marqués representa una alegoría de la vida, según el tópico del homo viator, siguiendo el viaje de un caballero anónimo que le conduce por el mundo de Amor, de Fortuna y de Conocimiento. La obra, escrita en francés (que hacía tiempo había sustituido al idioma provenzal en el Piamonte), tuvo una considerable influencia en la cultura del Piamonte, como se puede ver en los frescos del s. XV del castillo de Mantua. Pero en su momento parece que estuvo destinada únicamente a un público culto, tal vez en exclusiva a los miembros de la corte, como parece indicar el hecho de que solo existan actualmente dos copias de Le Chevalier Errant.


sábado, 26 de enero de 2013

Grandes maestres de la Jarretera IV a


Esteban Aguilar Orellana; Giovani Barbatos Epple;Ismael Barrenechea Samaniego; Jorge Catalán Nuñez; Boris Díaz Carrasco; Rafael Díaz del Río Martí;Alfredo Francisco Eloy Barra ;Rodrigo Farias Picon; Franco Antonio González Fortunatti;Patricio Ernesto Hernández Jara; Walter Imilan Ojeda;Jaime Jamet Rojas;Gustavo Morales Guajardo;Francisco Moreno Gallardo; Boris Ormeño Rojas;José Oyarzún Villa;Rodrigo Palacios Marambio;Demetrio Protopsaltis Palma;Cristian Quezada Moreno;Edison Reyes Aramburu; Rodrigo Rivera Hernández;Jorge Rojas Bustos; Alejandro Suau Figueroa; Cristian Vergara Torrealba; Rodrigo Villela Díaz; Nicolas Wasiliew Sala;Marcelo Yañez Garin;Katherine Alejandra del Carmen  Lafoy Guzmán;Paula Flores Vargas; 

Dinastía de Sajonia-Coburgo-Gotha, después Windsor

28.-Eduardo VII,  Rey de Gran-Bretaña e Irlanda,y los Dominios británicos más allá de los mares  de 1901 a 1910. Emperador de Indias 



(Sandringham, 1841 - Londres, 1910) Rey de Gran Bretaña e Irlanda, segundo hijo de la reina Victoria I de Inglaterra (1837-1901) y del príncipe consorte Alberto. Al contrario que su madre, Eduardo se interesó sobremanera por las cuestiones de política exterior, en las que tuvo un papel destacado a pesar de que su petición de ser consultado sobre decisiones políticas fuera ignorada la mayoría de las veces por sus primeros ministros. Su huella se dejó sentir en los acuerdos de la Entente Cordiale y la Entente Anglo-rusa, por su influencia sobre la mayoría de las familias reales europeas, con las que estaba emparentado. Fue el impulsor del poderío naval británico. Su reinado señaló la cúspide de la prosperidad y el poder colonial de Inglaterra. Antes de ser coronado rey se hacía llamar Alberto, mientras que en sus círculos más íntimos se le conocía con el cariñoso diminutivo de "Bertie".
Aunque Eduardo siguió escrupulosamente el austero y recio programa educativo trazado por sus padres, el joven príncipe heredero no tardó mucho tiempo en decepcionar a sus progenitores por su escaso interés en los estudios. En sus primeros años de vida, el príncipe creció bajo la opresiva tutela materna. De naturaleza despierta y algo rebelde, amante de las aventuras, desde muy pequeño acompañó a sus padres en varios viajes oficiales al exterior, como el que hicieron en 1856 a París en la Corte del emperador Napoleón III (1852-1870). Eduardo quedó gratamente impresionado por la sociedad parisina y la refinada cultura francesa, francofilia que jamás abandonaría y que a la postre resultaría determinante, cuando accedió al trono, para buscar el acercamiento político y militar con el país galo.
Tras acabar su primera formación académica en Edimburgo, donde se interesó por la química industrial, el príncipe Eduardo adquirió una ligera instrucción militar sirviendo en el 16º Regimiento de Húsares, para, en 1858, ingresar en la Universidad de Oxford, en donde tan sólo estuvo dos años, dados los resultados tan penosos que obtuvo en todas las asignaturas. En 1860, Eduardo fue enviado al Canadá como representante de la Corona, acompañado del ministro para las Colonias, el duque de Newcastle. El objetivo del viaje no era otro que introducir al príncipe en los asuntos de Estado e iniciar su formación política para cuando accediera al trono.
Pero durante toda su estancia americana, Eduardo se limitó a inaugurar edificios y a realizar un viaje de placer que le llevó a recorrer gran parte de los Estados Unidos invitado expresamente por el presidente de aquel país, James Buchanan (1857-1861). De vuelta a Inglaterra en noviembre de ese mismo año, Eduardo reinició sus estudios universitarios en Cambridge. Si la anterior experiencia fue nefasta, la segunda superó con creces los malos resultados obtenidos en Oxford, hasta el punto de que, harto de estudiar y de la rigidez que le era impuesta, el príncipe se fugó del centro para dirigirse de incógnito a Londres, donde finalmente fue descubierto por dos empleados del palacio de Buckingham en la estación de Cadington, los cuales le condujeron de nuevo a Cambridge.
La muerte prematura del príncipe consorte Alberto, el 14 de diciembre de 1861, encerró a la reina Victoria en una actitud de incomprensión severa con respecto a su hijo y heredero. La consecuencia de ese dolor se tradujo en un despiadado y riguroso alejamiento de Eduardo de los asuntos de Estado por orden expresa de su madre, circunstancia que sumió a éste en una profunda depresión moral, tanto por la muerte de padre como por el desprecio de que era objeto y la frialdad con la que la reina no dejó de tratarle casi hasta su muerte.
Incluso cuando Eduardo tenía más de cincuenta años, la reina Victoria no dejó de reprenderle en público y en privado por todas aquellas iniciativas emprendidas por éste que la reina considerase inoportunas. Con intención de liberarse de la opresión materna y de la asfixia que sentía en palacio, en febrero de 1862 emprendió un largo viaje de placer que le llevó a Egipto y a Tierra Santa. Una vez de regreso a Inglaterra, en la primavera siguiente, el 10 de marzo de 1863 contrajo matrimonio con la princesa Alejandra de Dinamarca, hija mayor del futuro rey Cristian IX.
Los ideales germanófobos de la princesa de Gales fueron fácilmente compartidos por Eduardo, máxime cuando a partir de 1888 comenzó a gestarse una franca hostilidad entre éste y su sobrino, el recién coronado kaiser de Alemania Guillermo II (1888-1918). Este hecho forzó al príncipe a buscar la amistad de los países antigermanos. De esta unión nacieron cinco hijos, entre ellos: Alberto Víctor, duque de Clarence y heredero a la Corona, pero de corto alcance y aquejado de fuertes desequilibrios psíquicos, que murió en 1892; el duque de York, futuro rey Jorge V (1910-1936); y una hija, Maud, que se convirtió en reina de Noruega en 1905 por su matrimonio con Haakon VII (1905-1957).
Condenado por la reina Victoria a la inacción política, Eduardo se volcó hacia la actividad mundana y social, a la que por otra parte era tan aficionado; estableció su residencia en el palacio de Marlborough House, que se convirtió en el templo de la elegancia y en el centro neurálgico donde se reunían los grandes del reino y lo más granado de la sociedad inglesa y mundial (escritores, poetas, artistas, actores, intelectuales, banqueros, políticos, jefes de Estado, etc.). Apesar de su gordura, Eduardo se convirtió en el árbitro de la elegancia y los buenos modos, artes que cultivaba a la perfección gracias a su cosmopolitismo en sus gustos, que todos los que le rodeaban se apresuraban a imitar. Los bailes y fiestas que organizaba se hicieron famosos en todo el país, contrastando con la seriedad y sobriedad palaciega impuestas por su madre en Buckingham Palace.
Como viajero infatigable que era, tanto Eduardo como su esposa realizaron un buen número de viajes al extranjero, todos ellos criticados por la reina Victoria, pero que a la postre prestaron una labor diplomática a su país de primer orden durante los años previos al estallido de la Primera Guerra Mundial. Eduardo volvió a visitar París en 1868, luego Marieubad, Baden-Baden, Cannes (visita que contribuyó a poner de moda la Costa Azul entre la clase noble y adinerada de Europa), Potsdam, Schönbrunn y Peterhoft, siempre rodeado del esplendor y el lujo decadente propio de la Europa imperial de finales del siglo XIX.
Aunque consagrado a la buena vida, a los placeres de la mesa, a los hipódromos, al juego y a la compañía femenina, Eduardo no dejó a un lado sus labores como príncipe de Gales y heredero al trono británico. Ferviente imperialista y apasionado por la grandeza nacional, se dedicó a visitar los territorios del Imperio y en particular la India, viaje que realizó en 1875, recorriendo prácticamente toda la colonia (Bombay, Madrás, Calcuta, Capawora, Allahabad). Dos años antes representó a su madre en la Exposición Universal de Viena. En 1885 Eduardo visitó Irlanda y en 1889 viajó hasta San Petersburgo para asistir en nombre de la Corona a las exequias del zar Alejandro III de Rusia.
En 1894 acompañó a su madre a Alemania, en una visita de importancia diplomática, ya que las relaciones entre ambos países a pesar del parentesco de ambas coronas habían entrado en una fase especialmente crítica como consecuencia de la política anexionista y militar que había emprendido el joven emperador alemán. La vida disoluta y despreocupada del príncipe y la poca discreción de éste respecto de su vida privada, repleta de amantes, escándalos de todo tipo y fiestas continuas, reforzaron la convicción de la reina Victoria de que su hijo carecía de la responsabilidad y de las actitudes mínimas que se esperaban del heredero de una Corona tan importante como la británica.
Por fin, cuando contaba cincuenta y nueve años de edad, Eduardo fue proclamado rey de Gran Bretaña el 25 de junio de 1901. En contra de la opinión general de la clase política debido a su pasado, el nuevo rey impresionó favorablemente al asumir desde un primer momento la grave responsabilidad que se abatía sobre sus espaldas tras ser coronado el rey de la primera potencia mundial en aquellos momentos. Toda su preocupación fue devolver a la realeza británica su esplendor, reafirmando al mismo tiempo sus prerrogativas. Para ello, insistió en que las ceremonias de su coronación, postergadas al 9 de agosto de 1902 como consecuencia de una grave recaída de su salud, fueran del todo punto suntuosas.
Nada más subir al trono, Eduardo VII expresó sus deseos de ser estrictamente respetuoso con la Constitución y las leyes que se acordaran en el Parlamento. No obstante, siendo como era tan meticuloso en cuestiones de etiqueta, representación y jerarquía, tuvo que someterse a la voluntad de todos sus primeros ministros, con los que nunca llegó a sintonizar de manera correcta, especialmente con Arthur James Balfour, jefe del Gobierno entre 1902 y 1905, y con el marqués de Lansdowne, jefe del Foreign Office. Finalmente, su pereza y ánimo, tan poco acorde para redactar informes e interesarse por los asuntos internos del reino, provocaron que éste abandonara la política interior enteramente en manos de sus ministros.
Aun así, uno de los dos campos en los que Eduardo VII mostró una absoluta predilección e interés fue el de las cuestiones militares y navales en concreto. Eduardo VII aportó todo su apoyo incondicional a las reformas del ejército llevadas a cabo por Richard Burton, vizconde de Cloan, quien llevó a cabo un ambicioso programa para modernizar las instalaciones y el material, ambos totalmente obsoletos. Gracias a la colaboración de John Arbuthnot Fisher, primer lord del Almirantazgo, Eduardo VII logró imponerse a la mayoría de los miembros del Parlamento que se oponían a la modernización de la flota inglesa. Demostrando una gran clarividencia en cuestiones de política exterior, Eduardo VII mandó a Fisher adoptar la flota inglesa a las nuevas perspectivas de lucha contra la marina alemana.

Fisher reconstruyó por completó todos los puertos importante de la isla y concentró en ellos todos los barcos de guerra británicos que se encontraban desperdigados por todos los océanos. También se construyeron nuevos y más potentes acorazados, los famosos Dreagnoughts, buques que disponían de un colosal tonelaje y de los avances más modernos en artillería naval. De los treinta y siete acorazados con que contaba Gran Bretaña cuando Eduardo VII subió al trono en 1901, a su muerte la marina británica contaba con cincuenta y seis, capaces de desplazar cerca de 900.000 toneladas, a los que había que sumar un buen número de submarinos, cruceros, torpederos y destroyers.
La otra gran pasión de Eduardo VII se desarrolló en el plano diplomático y en las relaciones con el exterior. Durante los nueve años de su reinado, el monarca intentó llevar la dirección de la política exterior de su país e imponer sus iniciativas, empeño por el cual mantuvo serios encontronazos con el Parlamento. A los pocos días de ser nombrado rey, Eduardo VII forzó al Gobierno para que firmara la paz con el Transvaal que puso fin a la sangrienta Guerra de los Boers. Siguiendo la misma senda de la cordialidad y la confraternación, el monarca también jugó un destacado papel en el estrechamiento de las relaciones bilaterales con Japón, los Estados Unidos y España, monarquía con la que también estaba emparentada la casa real de los Windsor.
Debido a su famosa visita oficial a Francia, en 1903, Eduardo VII contribuyó decisivamente a la firma de la alianza, al año siguiente, entre ambos países conocida como Entente Cordial, viaje en el que, gracias a sus hábiles palabras y a su actitud tan jovial que conquistó el aplauso de los parisienses y la confianza del presidente de la República francesa Émile Loubet, se produjo el deshielo necesario para que ambos países se unieran en contra de una más que posible agresión por parte de Alemania. Eduardo VII también hizo saber en público su deseo de acercarse a la Rusia zarista, la cual llevaba bastante tiempo enfrentada a Alemania por cuestiones territoriales en el este de Europa y en los Balcanes. Sus sentimientos antialemanes fueron siempre a la par con el clima de competencia tan severa que existía entre ambos países.

Los últimos meses de su reinado quedaron ensombrecidos por el gran debate surgido por el presupuesto del primer ministro David Lloyd George y por la crisis constitucional que se originó a propósito de la Cámara de los Lores. De forma súbita, justo en medio de la tempestad política que sacudía a todo el país, Eduardo VII cayó gravemente enfermo a finales de abril de 1910, y falleció repentinamente el 6 de mayo.
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29.-Jorge V, Rey de Gran-Bretaña e Irlanda,y los Dominios británicos más allá de los mares  de 1910 a 1936. Emperador de Indias.


(Londres, 1865-Sandingham, Reino Unido, 1936) Monarca británico. Segundo hijo de Eduardo VII y de la reina Alejandra, se convirtió en príncipe heredero cuando su hermano, el duque de Clarence, murió prematuramente en 1892
El príncipe Jorge contaba por entonces veintisiete años, y su padre inició su educación encaminada a prepararlo para sus futuras obligaciones. Llegó al trono con cuarenta y cinco años y fue coronado un año más tarde. Casó con la princesa Mary of Teck, novia de su difunto hermano, y tuvo con ella seis hijos: Edward, George, Mary, Henry, George (duque de Kent) y John.
A lo largo de su reinado, se enfrentó a múltiples dificultades, y en el plano político tuvo que solucionar un grave problema, de carácter constitucional: la moderación del poder de la Cámara de los Lores. Su comedida actuación permitió el progreso de la monarquía constitucional, debido, en buena parte, a que las intervenciones que protagonizaba eran previamente consensuadas con las fuerzas políticas y con sus consejeros.
Durante la Primera Guerra Mundial cambió la denominación de la casa real, que de Sajonia-Coburgo pasó a ser Windsor. En el curso del conflicto, sus diversas visitas a Francia le granjearon un notable prestigio internacional. Por otro lado, tuvo también que hacer frente a los cambios que se iban produciendo en el imperio colonial y buscar soluciones a la penuria económica de la posguerra.
Monarca prudente y conciliador, gozó siempre del afecto del pueblo británico, que en 1935, en una multitudinaria manifestación popular, le expresó su cariño con ocasión de los actos de celebración de sus bodas de plata como rey. De salud delicada desde 1928, murió a los setenta y un años de edad a causa de una neumonía.



30.-Eduardo VIII, Rey de Gran-Bretaña e Irlanda,y los Dominios británicos más allá de los mares  de 1936 a 1936. Emperador de Indias. (abdico)


Rey de Gran Bretaña e Irlanda (Londres, 1894 - Neuilly, Francia, 1972). Sucedió a su padre, Jorge V, en enero de 1936. Su reinado, sin embargo, no iba a sobrepasar el año, debido al romance que mantenía desde 1934 con Wallis W. Simpson, una multimillonaria americana divorciada. El anuncio del rey de su intención de casarse con la señora Simpson le enfrentó con el primer ministro, Stanley Baldwin, quien expresaba los prejuicios de la época al considerar inadmisible tal matrimonio morganático. Eduardo fue obligado a abdicar en diciembre de 1936 en favor de su hermano, Jorge VI, quedándole a él el título de duque de Windsor; en 1937 se casó por fin con Wallis Simpson.
Sus simpatías por la Alemania nazi comenzaron a manifestarse entonces sin disimulos, canalizando el despecho que sentía hacia los medios oficiales británicos por el menosprecio recibido (por ejemplo, al no conceder a la señora Simpson el tratamiento de «Alteza Real»). Realizó un viaje a Alemania, en donde fue calurosamente acogido por Hitler; al estallar la Segunda Guerra Mundial (1939), se dedicó a dar discursos criticando la actitud británica y defendiendo a los nazis; aceptó el plan alemán para reponerle en el trono si conseguían derrotar a Inglaterra; e incluso espió para Alemania, suministrándole información sobre la reacción británica en caso de invadir Bélgica.
Los duques de Windsor eligieron para pasar la guerra las dictaduras del sur de Europa: la España de Francisco Franco primero, y el Portugal de Antonio de Oliveira Salazar después. Churchill consiguió apartarlos de la escena política enviando a Eduardo a gobernar las Bahamas (1940-1945); acabada la guerra, se estableció en París hasta su muerte.




31.-Jorge VI, Rey de Gran-Bretaña e Irlanda,  y los Dominios británicos más allá de los mares de 1936 a 1952. Emperador de Indias   (1936 a 1947)


(Sandringham, Reino Unido, 1895 - id., 1952) Rey de Gran Bretaña e Irlanda del Norte (1936-1952) y emperador de la India (1936-1947). Hijo de Jorge V, en 1913 ingresó en el ejército, en el que permaneció hasta 1919, fecha en que inició sus estudios en el Trinity College de Cambridge.
En abril de 1923 contrajo matrimonio con Isabel Ángela Bowes-Lyon, unión de la que nacieron la princesa Isabel, futura reina Isabel II, y la princesa Margarita. En 1936, tras la abdicación de su hermano Eduardo VIII, fue coronado rey.
Su reinado se caracterizó por su apoyo al primer ministro Neville Chamberlain y a su política de «apaciguamento» hacia Alemania e Italia; tras el fracaso de la misma y el inicio de la Segunda Guerra Mundial, respaldó el gobierno de coalición de su sucesor, Winston Churchill. Durante la guerra trató de elevar la moral del ejército y mantuvo una estrecha relación con el presidente norteamericano Franklin D. Roosevelt.
Tuvo un papel destacado en la conversión del Imperio Británico en la Commonwealth, organismo al que se sumaron, tras sus respectivas independencias, la India y Pakistán. En 1948 su salud empezó a empeorar; falleció cuatro años más tarde, a poco de someterse a una operación para extirpar un cáncer de pulmón.

32.-Isabel II, Reina de Gran-Bretaña e Irlanda del Norte de 1952 a hasta nuestros días


(Isabel Alejandra María Windsor; Londres, 1926) Actual reina del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, en el trono desde 1952. Coronada tras el fallecimiento de su padre, el rey Jorge VI, Isabel II de Inglaterra ha protagonizado el más dilatado reinado de la historia del país: en 2016 alcanzó y sobrepasó los 64 años de la «era victoriana» de su tatarabuela, la reina Victoria I de Inglaterra (1837-1901).
Primogénita de los duques de York y tercera nieta del rey Jorge V de Inglaterra, Isabel Alejandra María Windsor se convirtió en la heredera del trono cuando su padre fue coronado en 1936 con el nombre de Jorge VI, tras la abdicación del hermano de éste, Eduardo VIII. En marzo de 1945, poco antes de que concluyera la Segunda Guerra Mundial, ingresó en el Servicio Auxiliar de Transporte.
Dos años más tarde, en 1947, Isabel contrajo matrimonio con el teniente Felipe de Mountbatten, príncipe de Grecia y Dinamarca, más conocido a raíz de este enlace como Felipe de Edimburgo; Felipe e Isabel recibieron el título de duques de Edimburgo. Fruto de esta unión serían sus cuatro hijos: Carlos, príncipe de Gales y heredero del trono, nacido en 1948; la princesa Ana, nacida en 1950; Andrés, duque de York, nacido en 1960; y Eduardo, conde de Wessex, en 1964. Isabel fue consciente de su papel desde muy joven, y asumió con responsabilidad sus obligaciones de princesa heredera.
A principios de 1952 falleció el rey Jorge VI; Isabel recibió la noticia del óbito de su padre en Kenia, entonces colonia británica convulsionada por las acciones terroristas de los Mau Mau. El 2 de junio de 1953, Isabel II fue coronada reina del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte en la antigua abadía de Westminster, en una fastuosa ceremonia a la que asistieron jefes de Estado y representantes de las casas reales europeas y que miles de personas pudieron seguir por primera vez a través de la televisión.
A pesar del reducido papel político al que se vio reducida la monarquía británica tras la Segunda Guerra Mundial, esencialmente simbólico, y de los cambios que se produjeron en la relación con las antiguas colonias, Isabel II procuró preservar el carácter unificador de la Corona en el espacio político del antiguo imperio británico, convertido en la Commonwealth tras el proceso de descolonización iniciado en los años 60. Con este objeto viajó por todo el mundo como no lo había hecho ningún otro monarca británico, estrechando vínculos con súbditos de las más diversas razas, creencias y culturas. Incluso en Australia instauró la costumbre de los paseos más o menos espontáneos, para mezclarse y saludar sin protocolo a la gente de la calle. En otro orden de cosas, en 1960 dispuso que los miembros de la familia real que no fuesen príncipes o altezas reales llevasen el apellido Mountbatten-Windsor.
No obstante la popularidad y el respeto que le dispensaban sus súbditos, Isabel II no pudo evitar que los escándalos familiares denotasen la existencia de cierto anquilosamiento en las estructuras de la monarquía. El año 1992 (que la misma soberana calificó de annus horribilis) fue un punto de inflexión al divulgarse las desavenencias conyugales de sus hijos: el príncipe Andrés se separó de Sarah Ferguson, las tensiones entre Carlos de Inglaterra y la popular «Lady Di» (Diana de Gales) pasaron al dominio público, y se consumó el divorcio de la princesa Ana, separada tres años antes de Mark Phillips. La crisis se recrudeció con el divorcio del príncipe Carlos (1996) y muy especialmente tras el fallecimiento en un accidente automovilístico (agosto de 1997) de su ex esposa, la princesa Diana de Gales, en quien el pueblo vio una víctima tanto del comportamiento adúltero del príncipe Carlos como de la insensibilidad de la familia real.
Las repercusiones que tales hechos tuvieron en la opinión pública indujeron a Isabel II a buscar nuevos caminos de acercamiento al pueblo, y dedicó desde entonces múltiples esfuerzos a ofrecer una imagen menos fría y protocolaria de la corona. Tal propósito se hizo explícito en la celebración de las bodas de oro de su matrimonio con el duque de Edimburgo (20 de noviembre de 1997): en un discurso pronunciado en el banquete ofrecido por el primer ministro con tal motivo, la reina prometió abrir la monarquía a los ciudadanos.
En este sentido cabe interpretar decisiones tan dispares como la de pagar impuestos sobre sus bienes e ingresos, dar un tono popular y familiar a las celebraciones de la corona o visitar a las víctimas de actos terroristas, gestos que dieron lentamente sus frutos hasta relegar al olvido los delicados años 90. Los pocos que la conocen (casi nunca ha concedido entrevistas) señalan el alto sentido del deber y el apego a la tradición como los principales rasgos de su carácter; es ordenada y práctica, gusta de los juegos de salón y de los rompecabezas, y siente pasión por los caballos y los perros.

Santa Juana de Arco.-a

Santa Juana de Arcos (Domrémy, Francia, 1412 - Ruán, id., 1431) Santa y heroína francesa. Nacida en el seno de una familia campesina acomoda...