Apuntes de clases

Clases de filosofía y ciencias bíblicas del Instituto de Humanidades Luis Campino, y la Parroquia de Guadalupe de Quinta Normal.


jueves, 23 de mayo de 2019

164).-El escudo de armas de Israel.-a


Esteban Aguilar Orellana; Giovani Barbatos Epple;Ismael Barrenechea Samaniego; Jorge Catalán Nuñez; Boris Díaz Carrasco; Rafael Díaz del Río Martí;Alfredo Francisco Eloy Barra ;Rodrigo Farias Picon; Franco Antonio González Fortunatti;Patricio Ernesto Hernández Jara; Walter Imilan Ojeda;Jaime Jamet Rojas;Gustavo Morales Guajardo;Francisco Moreno Gallardo; Boris Ormeño Rojas;José Oyarzún Villa;Rodrigo Palacios Marambio;Demetrio Protopsaltis Palma;Cristian Quezada Moreno;Edison Reyes Aramburu; Rodrigo Rivera Hernández;Jorge Rojas Bustos; Alejandro Suau Figueroa; Cristian Vergara Torrealba; Rodrigo Villela Díaz; Nicolas Wasiliew Sala;Marcelo Yañez Garin;Katherine Alejandra del Carmen  Lafoy Guzmán;Paula Flores Vargas; 


El escudo de armas de Israel está representado en campo de azur, por una menorá rodeada por Martín una rama de olivo a cada lado, y la palabra Israel escrita en idioma hebreo (ישראל) debajo de ella.


El flamante Estado de Israel estaba en la necesidad de un emblema oficial para demostrar su soberanía en la comunidad de naciones. El emblema oficial fue aprobado nueve meses después de que el Estado se creó, y desde entonces aparece en documentos oficiales, a nivel presidencial y en los edificios públicos de Israel y en el extranjero.
Durante el proceso de diseño del emblema, muchas de las propuestas incluyeron los símbolos que se consideraron apropiados para representar al pueblo judío. Para evitar la imitación de los emblemas de los países europeos y para crear uno único, se buscaron antiguos símbolos visuales de épocas de soberanía judía en Eretz Israel. Mientras que la bandera fue creada en la diáspora por los soñadores, el emblema fue diseñado en Israel, por los que habían realizado el sueño. El emblema tenía que incorporar elementos de significado simbólico. El proceso de diseño fue largo, ya que el carácter de emblema debía contener tanto los valores religiosos y rituales, como las normas seculares y de soberanía.
Fue entonces que el Consejo Provisional del Estado anunció un concurso para diseñar el emblema del Estado. Finalmente, el diseño escogido se basa en la propuesta presentada por Gabriel y Maxim Shamir, con elementos inspirados en otras propuestas, como la de Oteh Walisch, la de W. Struski e Itamar David y la de Yerachmiel Schechter.

Simbolismo

La menorá ha sido un símbolo del judaísmo durante 3000 años, figurando en el antiguo Templo de Jerusalén, y representado en el escudo basándose en un relieve que figura en el Arco de Tito. En cuanto a las ramas de olivo, simbolizan la paz.

La menorá

 (en hebreo: מנורה, lit. «lámpara»)​ es el candelabro o lámpara de aceite de siete brazos propia de la cultura hebrea, descrita en la Biblia y más específicamente en el libro del Éxodo. Se trata de uno de los objetos rituales más importantes del judaísmo. Se le considera, también, uno de sus símbolos más antiguos ya que la tradición judía lo hacía remontar a la época inmediatamente posterior a la salida de Egipto.3​, cuando las doce tribus al mando de Moisés acamparon al pie del monte Sinaí para recibir la Torah. Junto con el tabernáculo y el Arca de la Alianza, la primera menorá fue diseñada por Yahvéh y ejecutada por el hábil artesano judaica Besaleel.
Según la Biblia la menorá fue colocada en el Tabernáculo y luego en el Templo de Jerusalén.5​ Allí, delante del Santo de los Santos, había un candelabro de oro purísimo, labrado a martillo que tenía siete brazos, en cada uno de los cuales ardía una luminaria.
Según los libros de Zacarías e Isaías, la menorá es un símbolo del espíritu divino.
Además de la descripción bíblica y otras referencias literarias como las obras de Flavio Josefo, se conservan varias representaciones pictóricas o epigráficas. Una de las más antiguas es la que aparece en el bajorrelieve del Arco de Tito, en la Via Sacra del Foro Romano, construido en el año 82 para conmemorar la toma de Jerusalén en el año 70. Dicha representación muestra el triunfo del vencedor, portando la menorá como trofeo.
Algunas veces la menorá es confundida con la januquiá, candelabro de nueve brazos empleado en la festividad de las luminarias (Janucá), sn embargo, su cantidad de brazos, función y origen son muy diferentes.

Usada como señal de judaísmo en sinagogas y lápidas desde la antigüedad, es uno de los símbolos del moderno estado de Israel y aparece de manera destacada en su escudo desde 1948.

martes, 21 de mayo de 2019

163).-Santa Madre Sofía o Hagia Sophia


Esteban Aguilar Orellana; Giovani Barbatos Epple;Ismael Barrenechea Samaniego; Jorge Catalán Nuñez; Boris Díaz Carrasco; Rafael Díaz del Río Martí;Alfredo Francisco Eloy Barra ;Rodrigo Farias Picon; Franco Antonio González Fortunatti;Patricio Ernesto Hernández Jara; Walter Imilan Ojeda;Jaime Jamet Rojas;Gustavo Morales Guajardo;Francisco Moreno Gallardo; Boris Ormeño Rojas;José Oyarzún Villa;Rodrigo Palacios Marambio;Demetrio Protopsaltis Palma;Cristian Quezada Moreno;Edison Reyes Aramburu; Rodrigo Rivera Hernández;Jorge Rojas Bustos; Alejandro Suau Figueroa; Cristian Vergara Torrealba; Rodrigo Villela Díaz; Nicolas Wasiliew Sala;Marcelo Yañez Garin;Katherine Alejandra del Carmen  Lafoy Guzmán; Franco Natalino; 







Santa Madre Sofía o Hagia Sophia (del griego: Άγια Σοφία, «Santa Sabiduría»; en latín: Sancta Sophia o Sancta Sapientia; en turco: Ayasofya) es una antigua basílica patriarcal ortodoxa, posteriormente convertida en mezquita y actualmente en museo, en la ciudad de Estambul, Turquía.
Desde la fecha de su dedicación en el año 360 y hasta 1453 sirvió como la catedral ortodoxa bizantina de rito oriental de Constantinopla, excepto en el paréntesis entre 1204 y 1261 en que fue reconvertida en catedral católica de rito latino, durante el patriarcado latino de Constantinopla del Imperio latino, fundado por los cruzados. Tras la Conquista de Constantinopla por el Imperio otomano, el edificio fue transformado en mezquita, manteniendo esta función desde el 29 de mayo de 1453 hasta 1931, fecha en que fue secularizado. El 1 de febrero de 1935 fue inaugurado como museo.
A veces llamada Sancta Sophia (como si fuera el nombre de Santa Sofía), sophia es en realidad la transcripción fonética al latín de la palabra griega "sabiduría" —el nombre completo en griego es Ναός τῆς Ἁγίας τοῦ Θεοῦ Σοφίας: «Iglesia de la Santa Sabiduría de Dios»—.
El templo estaba dedicado a la Divina Sabiduría, una imagen tomada del Libro de la Sabiduría del Antiguo Testamento y que hace referencia a la personificación de la sabiduría de Dios o segunda persona de la Santísima Trinidad. Su fiesta se celebra el 25 de diciembre, el aniversario de la encarnación del Verbo o Logos en Cristo.
Famosa por su enorme cúpula, está considerada como el epítome de la arquitectura bizantina, y se dice de ella que «cambió la historia de la arquitectura».​ Fue la catedral con mayor superficie del mundo durante casi mil años, hasta que se completó la obra de la catedral de Sevilla en 1520. El edificio actual fue reconstruido entre 532 y 537 para ser usado como iglesia, por orden del emperador bizantino Justiniano I, siendo la tercera iglesia de la Santa Sabiduría edificada en ese mismo emplazamiento. El diseño es obra del arquitecto y físico jonio Isidoro de Mileto y del matemático y arquitecto lidio Antemio de Tralles.
La iglesia contiene una gran colección de reliquias de santos, y contó con un iconostasio de plata de 15 metros. Fue la sede del Patriarca de Constantinopla y el punto focal religioso de la Iglesia ortodoxa oriental por casi mil años. En esta iglesia el cardenal Humberto excomulgó a Miguel I Cerulario en 1054; acto que comúnmente se considera como el comienzo del Gran Cisma.

En 1453 Constantinopla fue conquistada por los turcos otomanos bajo las órdenes del sultán Mehmed II, quien posteriormente decidió que el templo se convirtiera en mezquita.6​ Las campanas, el altar, el iconostasio y los vasos de sacrificio fueron retirados, y muchos de los mosaicos fueron enlucidos. Durante el dominio otomano se le añadieron detalles arquitectónicos islámicos, como el mihrab, el minbar y cuatro minaretes. El edificio se mantuvo como mezquita hasta 1931, fecha en que fue cerrado al público por el gobierno de Turquía hasta su reapertura, ya como museo, en 1935.
Mezquita principal de Estambul durante casi 500 años, Santa Sofía sirvió como modelo para muchas otras mezquitas otomanas, como la mezquita del Sultán Ahmed —también conocida como la Mezquita Azul de Estambul—, la Mezquita Sehzade, la mezquita de Solimán, la mezquita Rüstem Pasha y la mezquita Kiliç Ali Pasha.

Arquitectura

Sus arquitectos, Antemio de Tralles e Isidoro de Mileto, cubrieron el edificio, de planta casi cuadrada, con una cúpula central sobre pechinas. Ésta reposa sobre cuatro arcos, sostenidos a su vez por cuatro pilares. Dos semicúpulas hacen de contrafuerte de la cúpula central y los muros abiertos están asegurados por contrafuertes. Posee además unos bellos mosaicos bizantinos. La construcción definitiva se llevó a cabo sobre la primitiva basílica de Constantino entre el 532 y el 537, durante el reinado de Justiniano, en el periodo conocido como "Primera Edad de Oro". Sus arquitectos hicieron un diseño sin precedentes, tomando elementos conocidos (planta basilical y rotonda), pero que se unen en una estructura nueva.
En palabras de Agatías, los diseñadores (Artemio de Tralles era matemático, Isidoro de Mileto arquitecto) trataron de «aplicar la geometría a la materia sólida». Justiniano, según su cronista oficial Procopio de Cesarea, al ver Santa Sofía terminada exclamó: «Salomón, te he vencido».
Su arquitectura es eminentemente espacial, aunque el efecto exterior ha sido significativamente modificado por los otomanos, que lo enriquecieron con minaretes, espolones y grandes contrafuertes. La idea del edificio fue el que la gran cúpula que se iba a construir se sostuviera merced a cuatro arcos reforzados, mediante contrafuertes y semicúpulas que desviaran los empujes. Los tímpanos de los cinco arcos principales reflejan cómo se llevó el cuerpo de San Marcos a la basílica.
La planta es un rectángulo de 77 x 71 metros. La cúpula con forma de media naranja, de 56,6 metros de altura y 31,87 de diámetro, se apoya sin tambor en cuatro pechinas y está reforzada por cuarenta nervios entre los que se practican otros tantos huecos de ventana, dando la sensación según Procopio de estar «suspendida del cielo por una cadena de oro». Por fuera, la masa de la gran iglesia se eleva no sin cierta armonía, pero sin demasiada gracia. La cúpula imponía una centralización bastante ajena a las basílicas del pasado, pero gracias a las pechinas y la traslación de los esfuerzos a las naves laterales, así como un refinado uso de la luz, «no parece descansar en base sólida». Posteriormente se construyó enfrente la Mezquita Azul.

sábado, 11 de mayo de 2019

162).-La basílica de El Escorial II a


Esteban Aguilar Orellana; Giovani Barbatos Epple;Ismael Barrenechea Samaniego; Jorge Catalán Nuñez; Boris Díaz Carrasco; Rafael Díaz del Río Martí;Alfredo Francisco Eloy Barra ;Rodrigo Farias Picon; Franco Antonio González Fortunatti;Patricio Ernesto Hernández Jara; Walter Imilan Ojeda;Jaime Jamet Rojas;Gustavo Morales Guajardo;Francisco Moreno Gallardo; Boris Ormeño Rojas;José Oyarzún Villa;Rodrigo Palacios Marambio;Demetrio Protopsaltis Palma;Cristian Quezada Moreno;Edison Reyes Aramburu; Rodrigo Rivera Hernández;Jorge Rojas Bustos; Alejandro Suau Figueroa; Cristian Vergara Torrealba; Rodrigo Villela Díaz; Nicolas Wasiliew Sala;Marcelo Yañez Garin;Katherine Alejandra del Carmen  Lafoy Guzmán; Franco Natalino; 


San lorenzo

La basilica de san Lorenzo del Escorial, esta dedicada a San Lorenzo, en latín Laurentius (‘laureado’), fue uno de los siete diáconos regionarios de Roma, ciudad donde fue martirizado en una parrilla el 10 de agosto de 258, cuatro días después del martirio del papa Sixto II.​ Su nombre se atestigua en los calendarios litúrgicos más antiguos: la Depositio martyrum del año 354  y el Martirologio jeronimiano del siglo V.​ Ambos especifican la ubicación de su sepultura en la vía Tiburtina, y el Martirologio jeronimiano lo califica de «archidiaconus», título que ya antes le había dado San Agustín, quien le dedicó uno de sus sermones (Sermo 302, de Sancto Laurentio).​ Por la misma época, el poeta latino Prudencio le dedicó uno de los himnos de su Peristephanon, y León I el Magno una de sus homilías.
Los estudios de Pietro Guidi ratificaron la concordancia de los antiguos martirologios al reconocer definitivamente en Lorenzo al titular de la necrópolis de la vía Tiburtina,​ sobre cuyas reliquias se edificó primero una basílica, y a fines del siglo VI otra subterránea ad corpus.
La tradición sitúa el nacimiento de Lorenzo de Roma en Huesca, en la Hispania Tarraconensis, aunque también podría ser originario de Valencia, donde sus padres habrían residido un corto espacio de tiempo, viniendo a nacer el santo en esta ciudad. Cuando en 257 Sixto fue nombrado papa, Lorenzo fue ordenado diácono, y encargado de administrar los bienes de la Iglesia y el cuidado de los pobres. Por esta labor, es considerado uno de los primeros archivistas y tesoreros de la Iglesia, y es el patrón de los bibliotecarios.
El emperador Valeriano proclamó un edicto de persecución en el que prohibía el culto cristiano y las reuniones en los cementerios. Muchos sacerdotes y obispos fueron condenados a muerte, mientras que los cristianos que pertenecían a la nobleza o al senado eran privados de sus bienes y enviados al exilio.
Víctimas de las persecuciones de Valeriano destacan los papas Esteban I, degollado sobre la misma silla pontificia; y Sixto II decapitado el 6 de agosto del 258. Obispos como Cipriano de Cartago (decapitado en el norte de África), diáconos como Agapito, o el popular san Lorenzo.
Una leyenda posiblemente creada por Ambrosio de Milán dice que Lorenzo se encontró con el papa Sixto en su camino al martirio, y que le preguntó: «¿Adónde vas, querido padre, sin tu hijo? ¿Adónde te apresuras, santo padre, sin tu diácono? Nunca antes montaste el altar de sacrificios sin tu sirviente, ¿y ahora deseas hacerlo sin mí?». Entonces el papa profetizó: «En tres días tú me seguirás»

El martirio de san Lorenzo, por Pellegrino Tibaldi, en el paño central del retablo mayor

Templo pequeño

Retablo de la capilla mayor

Plano de la planta, según Juan de Herrera

Nave principal

Fachada

Detalle del retablo

Bóveda plana

Bóveda del coro pintada al fresco por Luca Cambiaso

Cúpula sobre el crucero

Crucifijo de Benvenuto Cellini

Fachada de la basílica


7 datos curiosos sobre San Lorenzo, martirizado en una parrilla en el siglo III


El10 de agosto se celebra a San Lorenzo, uno de los 7 diáconos de Roma del Papa Sixto II y ciertamente uno de los más famosos de la antigüedad.

Aquí algunos datos curiosos de la vida de este importante santo.

1. Es patrono de los cocineros

San Lorenzo de Roma es el santo patrono de los cocineros. El santo fue condenado a morir quemado en una hoguera, específicamente en una parrilla de hierro.
Según la tradición, después de un rato de estarse quemando en la parrilla dijo al juez: "Ya estoy asado por un lado. Ahora que me vuelvan hacia el otro lado para quedar asado por completo". El verdugo mandó que lo voltearan y así se quemó por completo.

2. Una Basílica de Roma está dedicada a él

La Basílica de San Lorenzo Extramuros, donde se encuentra la tumba del santo, es una de las cinco basílicas patriarcales o papales. Al interior de la Basílica se encuentra una piedra de mármol donde según la tradición, fue colocado el cuerpo de San Lorenzo inmediatamente después de su martirio, quedando impresa parte de su silueta.
Cada año se realiza una peregrinación en el barrio de San Lorenzo precedida por una Santa Misa. La romería es acompañada por una reliquia del Santo llevada en una pequeña custodia.


3. En Roma es el Santo más importante después de Pedro y Pablo

Con una tranquilidad que nadie había imaginado, durante su martirio rezó por la conversión de Roma y la difusión de la religión de Cristo en todo el mundo, hasta exhalar el último suspiro.
El profesor de teología sistemática, Don Francesco Moraglia, explica en un artículo que “la ciudad, que le atribuía la victoria definitiva sobre el paganismo, lo eligió como su tercer patrono y celebra su fiesta desde el siglo IV, como segunda fiesta en orden de importancia después de la de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo”.
Asimismo se elevó en su honor “34 iglesias y capillas, signo tangible de gratitud hacia aquel que, fiel a su ministerio, había sido entre ellos un verdadero ministro y servidor de la caridad”.

4. Su martirio fue vaticinado por el Papa San Sixto II

San Lorenzo era uno de los diáconos que ayudaba al Papa San Sixto II, quien fue asesinado por la policía del emperador mientras estaba celebrando Misa en un cementerio de Roma. La antigua tradición dice que cuando Lorenzo vio que al Sumo Pontífice lo iban a matar, este último dijo:
“A nosotros, porque somos viejos, se nos ha asignado el recorrido de una carrera más fácil; a ti, porque eres joven, te corresponde un triunfo más glorioso sobre el tirano. Pronto vendrás, deja de llorar: dentro de tres días me seguirás. Entre un obispo y un levita es conveniente que exista este intervalo" (San Ambrosio, De Officiis, n. 206).

5. El Papa San León Magno le dedicó una bella homilía


En el siglo V, el Doctor de la Iglesia y Papa, San León Magno, dijo sobre el San Lorenzo que "las llamas no pudieron vencer la caridad de Cristo; y el fuego que lo quemaba por fuera era más débil del que ardía dentro de él".
Añadió: "El Señor quiso exaltar hasta tal punto su nombre glorioso en todo el mundo que, desde Oriente hasta Occidente, en el resplandor vivísimo de la luz irradiada por los más grandes diáconos, la misma gloria que recibió Jerusalén por Esteban tocó también a Roma por los méritos de Lorenzo" (Homilía 85, 4: PL 54, 486).

6. Un fenómeno astronómico lleva su nombre  

"Lágrimas de San Lorenzo" es el nombre popular con que se conoce a una lluvia de estrellas fugaces (las Perseidas) visibles cada año en torno al 11 y 12; o 12 y 13 de agosto. El nombre comenzó a utilizarse en memoria del diácono martirizado, mucho después en la Europa medieval.

7. Un club de fútbol lleva su nombre

El nombre del equipo de fútbol favorito del Papa Francisco, el Club Atlético San Lorenzo de Almagro, es en honor al diácono mártir. Tal como fue el deseo del salesiano P. Lorenzo Massa, en los inicios de fundación del equipo.

viernes, 10 de mayo de 2019

161).-La basílica de El Escorial I a


Esteban Aguilar Orellana; Giovani Barbatos Epple;Ismael Barrenechea Samaniego; Jorge Catalán Nuñez; Boris Díaz Carrasco; Rafael Díaz del Río Martí;Alfredo Francisco Eloy Barra ;Rodrigo Farias Picon; Franco Antonio González Fortunatti;Patricio Ernesto Hernández Jara; Walter Imilan Ojeda;Jaime Jamet Rojas;Gustavo Morales Guajardo;Francisco Moreno Gallardo; Boris Ormeño Rojas;José Oyarzún Villa;Rodrigo Palacios Marambio;Demetrio Protopsaltis Palma;Cristian Quezada Moreno;Edison Reyes Aramburu; Rodrigo Rivera Hernández;Jorge Rojas Bustos; Alejandro Suau Figueroa; Cristian Vergara Torrealba; Rodrigo Villela Díaz; Nicolas Wasiliew Sala;Marcelo Yañez Garin;Katherine Alejandra del Carmen  Lafoy Guzmán; Franco Natalino; 



 La basílica de El Escorial es un templo de culto católico que forma parte del conjunto del Monasterio de El Escorial, en la localidad de San Lorenzo de El Escorial, Madrid, España. Fue concebida como centro del conjunto monacal y tumba de los reyes de España.

Esquema de distribución

La iglesia ocupa la parte central del complejo monástico, teniendo su acceso a través del Patio de los Reyes. Tras ascender por una escalinata que abarca toda la fachada, se llega a un atrio flanqueado por dos torres. A continuación se sitúa lo que José de Sigüenza, cronista de la obra, denominaba «el templo pequeño», un espacio cuadrado bajo el coro que se utilizaba como iglesia para los fieles ajenos al monasterio. Desde aquí, a través de una zona que hace las veces de un segundo atrio interior, se penetra en el templo propiamente dicho, al fondo del cual se encuentra la capilla mayor que alberga el altar. Como elemento anejo existe una sacristía.
El templo es una basílica en sentido litúrgico, esto es, debido al privilegio papal que le permite ostentar dicho título; no obstante, no lo es en sentido arquitectónico, pues no posee planta basilical. Se trata de un cuadrado perfecto de 50 metros de lado con cuatro pilares dispuestos en posición central que dan lugar a la formación de tres naves en cualquiera de las direcciones. Esta planta centralizada respondía a la concepción que de la armonía universal existía desde el siglo XV y a su reflejo en los lugares sagrados. Sin embargo, la construcción del monasterio se inició en 1563, el mismo año en que finalizaba el Concilio de Trento en el que se había acordado que todas las iglesias tuvieran planta de cruz latina. Para solventar este desacuerdo la cubierta del templo se prolongó por el este cobijando la capilla mayor, y por el oeste techando el coro y el atrio; de esta forma se da la apariencia exterior de una gran nave. Del mismo modo, la nave central perpendicular a ese eje se realzó con un cubrimiento de igual altura que el de la anterior, formando el conjunto una perfecta cruz latina que, en realidad, no se corresponde con la planta del templo.
En su interior, además de la capilla mayor, se abren dos grandes capillas al fondo de las naves laterales y un gran número de capillas menores y hornacinas en las que se disponen otros tantos altares. En el plano de Juan de Herrera (ver imagen) los numera el autor del 1 al 36, diciendo a cerca de ellos en el «Sumario»: «Todos son altares que sirven dentro del Templo, y sin ellos ay el altar mayor, y los dos colaterales de las Reliquias señalados L.M. Y en los Oratorios DD.EE ay otros dos altares, y en el Sotachoro ay otros dos altares donde se dize Missa». En total hay 44 altares.

Aspectos constructivos

Las naves del templo se cubren mediante bóvedas de cañón soportadas por arcos perpiaños. Todo ello gravita sobre los muros perimetrales y sobre cuatro gruesos pilares dóricos centrales, de 8 metros de lado, distantes entre sí 15,50 metros. El espacio que definen, a modo de crucero, se cierra mediante un tambor circular sostenido por cuatro pechinas; en él se abren ocho ventanales que proporcionan luz natural. Se cubre con una cúpula de 17 metros de diámetro rematada por un cupulín y, en su extremo, por una bola metálica de 2 metros de diámetro sobre la que se levanta una cruz. La altura total del punto más elevado de la cruz tomada con respecto al pavimento de la iglesia es de 95 metros.
El «templo pequeño» o sotacoro reproduce a escala reducida la forma del templo principal. De planta cuadrada, posee cuatro pilares centrados que soportan una bóveda circular sostenida por pechinas (cúpula plana: circular, con pechinas y con sus dovelas y clave). Dado que este espacio queda debajo del coro y que, por tanto, su altura es escasa, los arcos torales no son de medio punto sino carpaneles, y la bóveda es tan rebajada que aparenta ser casi plana.
Toda la obra está realizada con sillería de granito. El pavimento es de mármol blanco y gris.

La fachada

Al estar la Basílica rodeada por otros cuerpos de edificación del complejo monástico, solamente queda visible la fachada occidental, la misma por la que se accede al interior. Ocupa todo un frente del Patio de los Reyes.
El plano de fachada no es único, diferenciándose dos niveles que se corresponden con los dos órdenes superpuestos de que consta. El superior, retranqueado, no presenta ningún elemento formal destacable, salvo el sencillo frontón carente de todo ornato. El inferior, en cambio, es saliente y queda constituido por un pórtico tetrástilo de orden toscano, en cuyos tres intercolumnios se abren otros tantos huecos bajo arco de medio punto. Son seis las semicolumnas que lo forman, pues las de los extremos son dobles. En correspondencia con cada una de tales columnas se alzan sobre el entablamento seis pedestales que soportan las efigies en mármol de aquellos reyes de Judá que de alguna manera se relacionaron con el Templo de Salomón. En el centro, como protagonistas, se encuentran las tallas de David y Salomón. Todas llevan en el pedestal una inscripción alusiva al respectivo monarca, cuya redacción correspondió al gran humanista Benito Arias Montano. De izquierda a derecha son estos los reyes y sus respectivas inscripciones:

Josafat (Josaphat), además de ostentar el cetro en la mano derecha, como todos, lleva en la izquierda un hacha y tiene junto a sí un cordero. «Lucis ablatis legem propagavit».
Ezequías (Ezechias) porta una nave y tiene junto a él un macho cabrío. «Mundata domo phasé celebravit». (phasé = pascua en hebreo).
David tiene un arpa que apoya en el suelo y una espada. «Operis exemplar a Domino recepit».
Salomón exhibe un libro en su mano izquierda. «Templum Dño aedificatum dedicavit».
Josías (Iosias) lleva el cetro en la mano izquierda y el Libro de la Ley en la derecha. «Volumen legis Domini invenit».
Manasés (Manasses) lleva una escuadra y un compás. «Contritus altare D. instauravit».

Los reyes de Judá.
Las seis estatuas, al igual que la de San Lorenzo que preside la entrada al recinto monástico por la fachada occidental, se deben a la mano de Juan Bautista Monegro.

La tradición cuenta que las estatuas fueron hechas de un solo berrueco: Seis reyes y un santo (el San Lorenzo de la fachada) salieron de este canto, y aun sobró para otro tanto. El berrueco en cuestión puede verse cerca de la llamada Silla de Felipe II, en un monte cercano.

Ornamentación interior

Altar mayor de la Basílica.


Las bóvedas fueron pintadas al fresco por Luca Giordano en época de Carlos II. Contienen las siguientes representaciones:

Delante del coro: El juicio final.
Delante de la capilla mayor: Muerte, sepultura y asunción de la Virgen.
En la nave derecha:
Alegoría sobre la Inmaculada.
Victoria de los israelitas sobre los amalecitas.
El juicio de San Jerónimo.
En la nave izquierda:
La anunciación, la concepción, el nacimiento de Jesús y la adoración.
Los israelitas viajando por el desierto.
El triunfo de la Iglesia militante.
La bóveda sobre el coro está adornada con un fresco de Luca Cambiaso representando La Gloria.

Haciendo de retablos de los numerosos altares, cuelgan cuadros de Juan Fernández de Navarrete el Mudo, Federico Zuccaro, Juan Gómez, Luca Cambiaso, Luis de Carvajal, Pellegrino Tibaldi, Diego de Urbina, Rómulo Cincinato, Alonso Sánchez Coello y Michel Coxcie.
En la capilla del ángulo noroccidental se encuentra un famoso Crucifijo de mármol blanco a tamaño natural, obra de Benvenuto Cellini, que fue regalado a Felipe II en 1576 por el Gran duque de Toscana. Hay que señalar que, inusualmente, Cellini esculpió el cuerpo de Jesús totalmente desnudo, con sus genitales, si bien se suele exhibir cubierto con un paño blanco.

La capilla mayor

Su bóveda exhibe un fresco de Luca Cambiaso que representa La coronación de la Virgen. El retablo de 30 metros de altura fue diseñado por Juan de Herrera y realizado en mármoles muy variados por Jacome da Trezzo. Contiene pinturas de Pellegrino Tibaldi y Federico Zuccaro. Para este lugar, previamente Felipe II había encargado al pintor italiano Tiziano una versión de El martirio de San Lorenzo, pero la obra resultante era tan oscura que no lucía bien, y fue ubicada en la vecina Iglesia vieja o de prestado, donde permanece.
Sendos monumentos situados a ambos lados del altar acogen los cenotafios del emperador Carlos I y de su hijo Felipe II. A la izquierda mirando hacia el retablo, el del Emperador, acompañado de su esposa Isabel de Portugal, de la infanta María, hija de ambos, y de las infantas Leonor y María, hermanas de Carlos I. A la derecha, el del rey acompañado de su cuarta esposa Ana María de Austria, madre de Felipe III, de su anterior mujer Isabel de Valois y de la primera de las cuatro María Manuela de Portugal, madre del infante don Carlos, que aparece detrás de ella. Las estatuas son obra de Leone Leoni y de su hijo Pompeo Leoni, realizadas en bronce dorado con incrustraciones de piedras y esmaltes. Las figuras fueron realizadas en Milán y se ensamblaron en la Basílica en 1587.

La sacristía

Es una espaciosa sala de 30 x 9 metros, cuya bóveda fue pintada por Nicolás Granello y Fabricio Castello. En sus muros cuelgan cuadros como Cristo en la cruz y La agonía en el jardín de los olivos de Tiziano, Descendimiento de la cruz y La liberación de San Pedro de José de Ribera, Santa Eugenia y San Pedro de El Greco y otros de Luca Giordano y Francisco de Zurbarán.

Especial mención merece el cuadro de Claudio Coello La sagrada Forma, que preside el retablo situado en el testero de la estancia; este altar fue realizado en mármol con adornos de bronce dorado por el arquitecto José del Olmo; en él se representa la historia de la Sagrada Forma de Gorkum, supuestamente profanada por los herejes y recuperada por Rodolfo II de Alemania, quien se la entregó a Felipe II. Además de este altar, obra clave el Barroco español, la sacristía está adornada por numerosas obras de arte, entre las que destacan las ya mencionadas pinturas de Tiziano, Ribera y Giordano.

El carrillón y los cuatro órganos

El carrillón actual de la basílica (un instrumento capaz de reproducir melodías mecánicamente mediante el tañido de campanas) está dedicado a la reina Sofía de Grecia.​ Es una reconstrucción reciente del instrumento encargado a finales del siglo XVII, que a su vez sustituyó al carrillón original (obra del flamenco Peter van der Ghein) desaparecido en el incendio de 1671.
Cuatro impresionantes órganos de gran caja están situados simétricamente dos a dos en los extremos del crucero y a los lados del coro. Construidos por los flamencos Gilles y Michael Brevost en 1584, el conjunto original constaba además de otros tres órganos más pequeños. También fueron afectados por el fuego en 1671, siendo reconstruidos por Pedro de Liborna Echevarría. No fue hasta 1964, cuando Eusebio Soto y Ramón González de Amezúa los renovaron por completo. En la actualidad, los más de 15.000 tubos que suman los cuatro instrumentos, pueden ser controlados conjuntamente desde una única consola, o de forma independiente desde sus propios teclados.

continuacion

viernes, 3 de mayo de 2019

160).-Monasterio de la isla Skellig Michael.-a


Esteban Aguilar Orellana; Giovani Barbatos Epple;Ismael Barrenechea Samaniego; Jorge Catalán Nuñez; Boris Díaz Carrasco; Rafael Díaz del Río Martí;Alfredo Francisco Eloy Barra ;Rodrigo Farias Picon; Franco Antonio González Fortunatti;Patricio Ernesto Hernández Jara; Walter Imilan Ojeda;Jaime Jamet Rojas;Gustavo Morales Guajardo;Francisco Moreno Gallardo; Boris Ormeño Rojas;José Oyarzún Villa;Rodrigo Palacios Marambio;Demetrio Protopsaltis Palma;Cristian Quezada Moreno;Edison Reyes Aramburu; Rodrigo Rivera Hernández;Jorge Rojas Bustos; Alejandro Suau Figueroa; Cristian Vergara Torrealba; Rodrigo Villela Díaz; Nicolas Wasiliew Sala;Marcelo Yañez Garin;Katherine Alejandra del Carmen  Lafoy Guzmán;Paula Flores Vargas; 

La isla de Skellig Michael en Irlanda es un lugar en el que parece imposible vivir. Sin apenas un palmo de tierra llano, sus inclinadas pendientes y acantilados convierten un simple paseo en una peligrosa aventura los días en los que las tormentas y vientos azotan la roca. Pese a todas estas dificultades, o tal vez por ellas, en el siglo VI una comunidad de monjes ascetas escogieron sus salientes sobre el océano para huir del mundo y construir un austero monasterio.

(del gaélico irlandés Sceilig Mhíchíl, "Roca de (San) Miguel"), también conocida como Great Skellig, es una empinada isla rocosa situada a 15 km de la península de Iveragh, condado de Kerry, Irlanda. Es la mayor de las dos islas Skellig (la menor es Little Skellig) y se alza a 220 metros sobre el nivel del mar.

El monasterio

Skellig Michael alberga un monasterio paleocristiano, creado en 588 y que durante seis siglos fue un centro importante del fenómeno monástico temprano en Irlanda. Dicho monasterio se encuentra en la ladera sur de la elevación nororiental de la isla, a una altura de 180 metros. Se accede a él a través de una escalinata con 270 escalones directamente tallados por los monjes en la roca.
La tradición local atribuye la fundación del monasterio a San Fionan, que vivió alrededor del año 500. Es uno de los monasterios más remotos de todo el mundo cristiano. La situación de Skellig Michael, separada de Irlanda por unas aguas frecuentemente agitadas, ha desalentado siempre a los visitantes, por lo que el lugar se conserva excepcionalmente bien.
La vida de los monjes del monasterio era muy espartana, en concordancia con el ideal de ascetismo perseguido por los primeros cristianos de Irlanda. Pueden verse las seis chozas cónicas de piedra o clochans donde vivían, así como dos oratorios para rezar. Las chozas son circulares por fuera y rectangulares por dentro. Su construcción se realizó con sumo cuidado para que el agua de lluvia no se filtrara a través de las piedras. Los monjes construyeron también terrazas de cultivo alrededor de sus asentamientos.
Recientemente un equipo de arqueólogos ha descubierto la existencia de otro asentamiento, casi inaccesible y probablemente para una única persona, en el pico más alto de la isla.

Historia

El monasterio de Skellig Michael sobrevivió a varias incursiones vikingas en el siglo IX, especialmente en 823. Alrededor del año 1000 fue significativamente ampliado, reformándose uno de los dos oratorios para convertirlo en una capilla dedicada a San Miguel Arcángel. Al parecer, la comunidad monástica de Skellig Michael nunca fue muy grande: probablemente constaba de unos 12 monjes y un abad. Se cree que su dieta se componía de pescado y marisco obtenido en la costa de la isla, hortalizas y huevos de aves marinas.
A partir del siglo XII, el cambio climático conocido como la Pequeña Edad de Hielo hizo aún más dura la vida en el lugar. Era imposible residir en la isla durante todo el año, así que los monjes la abandonaron y se trasladaron al monasterio agustiniano de Ballinskelligs, en la cercana costa irlandesa, para no regresar jamás.
A partir de 1500, Skellig Michael se convirtió en un destino popular para peregrinaciones anuales, pero ya no tenía habitantes permanentes.
En 1986 se iniciaron trabajos de restauración en Skellig Michael y se estableció una oficina de turismo oficial asociada con la isla. Recientemente se han impuesto restricciones al acceso de turistas, ante el temor de que su elevada afluencia pueda dañar el conjunto (especialmente los antiguos escalones de piedra que conducen a la cima), y se están considerando procedimientos alternativos que permitan la conservación del lugar al mismo tiempo que las visitas turísticas.

Nota

La vida monástica cristiana tiene su origen en la creencia que la unión con Dios es más fácil de alcanzar escapando de la civilización a áreas aisladas, donde la supervivencia es difícil. En el siglo III los cristianos egipcios huían de las tentaciones y distracciones que abundaban en las ciudades al desierto para llevar una vida solitaria de oración, meditación y ayuno. En el siglo IV, sin embargo, estos grupos de de ascetas empezaron organizarse en comunidades en las que aún seguían viviendo separados, pero en proximidad unos de los otros, reuniéndose los sábados y domingos para las celebraciones religiosas.
Con el tiempo aparecieron las primeras comunidades de monjes que llevaban una vida en común, aunque la vida monástica aislada en zonas desoladas, inaccesibles y duras siguió siendo considerada la forma más pura. En toda Europa se admiraba a los primeros anacoretas del desierto, pero en ningún otro lugar se les imitó tan fielmente durante tanto tiempo ni a tan gran escala, como en Irlanda. El primer paso para imitar a los eremitas del desierto era encontrar un equivalente irlandés del desierto egipcio. Algunos lo buscaron en tierra firme en los desiertos de árboles, los bosques, pero los más decididos lo buscaron en las islas del “mar sin caminos”.
plano de la isla

La segunda mitad del siglo VI vio el comienzo de otra forma de vida monástica irlandesa, comunidades de monjes dispersas geográficamente, pero unidas bajo el abad del monasterio principal. Con el tiempo algunas de estas comunidades pasaron a depender de las familias aristocráticas y empezaron a alejarse de sus valores. Durante el siglo VII las confederaciones monásticas se hicieron aún más importantes y habituales en Irlanda. Pero los ideales de simplicidad ascética y austeridad no se habían olvidado, y los monasterios seguían animando y apoyando a los que se decidían a seguirlos.


Es el algún momento del siglo VI cuando la isla de Skellig Michael un grupo de monjes ascetas desembarcó en la isla y tras escalar sus acantilados la convierte en su refugio. Skellig Michael es un islote rocoso y abrupto, y aún hoy es un lugar de difícil acceso y bastante inhóspito a 15 kilómetros de la costa de Kerry. Al ser la cima de una montaña submarina, ofrecía pocas zonas llanas, excepto pequeños y peligrosos salientes. La isla cuenta con dos picos, uno a cada lado de “el valle de Cristo”, una pequeña depresión con forma de U. El pico del noreste es de 185 y otro en el sudoeste de 218 metros.

El nombre de la isla viene del irlandés “Sceilig Mhichil”, la roca de Miguel, refiriéndose al Arcángel Miguel, que según cuenta la leyenda acudió a Irlanda en ayuda de San Patricio en su lucha contra las serpientes y demonios. El eremitorio se construyó en un saliente de la cara sur de la cumbre del noreste, buscando así la protección de los vientos. El conjunto se encuentra dividido entre dos terrazas situadas a 168 y 183 metros sobre el nivel del mar, la inferior está delimitada por un muro de contención. Era un monasterio muy sencillo, compuesto sólo por seis clocháns (barracas de piedra típicas de Irlanda) con forma de colmena y dos oratorios.








Los dos oratorios parecen la aplicación de la arquitectura típica de los clochán sobre una planta rectangular. Son estructuras pequeñas con una puerta en la parte oeste y una pequeña ventana en la este. Uno de los oratorios está situado entre las celdas, mientras que el otro un poco más al noreste. Bastante cerca del primer oratorio se encuentran las ruinas de la iglesia de Saint Michael, aunque tradicionalmente se cree que esta construcción es posterior a los demás edificios del monasterio, las pruebas del carbono-14 han permitido datarlo en el siglo VIII.

Para la construcción de los edificios y muros de contención del monasterio se utilizó el único material que abundaba en la isla, las piedras, que fueron encajadas cuidadosamente unas con otras mediante el uso de la técnica de la piedra seca, sin cemento o mortero. El único edificio en el que se usó con mortero de la isla fue el de la Iglesia de Saint Michael.

El conjunto no es muy grande, probablemente jamás vivieran en él más de doces monjes y el abad simultáneamente. El monasterio lo completaban cruces de piedra, lápidas y unas cuantas estructuras con forma de “leacht”, la mayor de las cuales es conocida como el “Cementerio de los Monjes” y dos cisternas para recoger y purificar el agua de la lluvia. Los leacht son estructuras de forma cuadrada o rectangular construidas habitualmente también en piedra seca y muy habituales en las islas monasterio de Irlanda. Aunque su función exacta aún se desconoce, se cree que podían servir para señalar los lugares de entierro de santos o para guardar sus reliquias. También sería posible que hubieran sido usados como altares o tal vez para ambas cosas.
Los clocháns del monasterio fueron construidos en al menos dos fases. El primer núcleo está compuesto por cuatro clocháns circulares en su planta exterior pero cuadrangulares internamente. Posteriormente se construyeron otros dos, que además podían haber estado cubiertos por un manto de césped para mejorar su aislamiento térmico.

Los monjes también construyeron una serie de peldaños y tramos de escaleras, para subir al monasterio se dice que hay que subir 600, que partían de los tres puntos de desembarco, lo cual y debido a la pendiente del terreno fue toda una proeza. Más alta que el monasterio, en el pico sur, se encontraba una ermita que se agarraba a los salientes de la roca para no caerse. Al no existir una superficie llana donde construir, esta se tuvo que crear construyendo muros en el borde los salientes naturales. Como en la construcción del resto de terrazas, manipular piedras pesadas al borde de un precipicio era una tarea arriesgada y habría requerido del uso de sogas para asegurar a los monjes mientras las construían.

El pico sur cuenta también con tres terrazas, una de ellas con una pequeña iglesia, una cruz de piedra y otro leacht. La inferior de todas ellas es conocida como la “del jardín” y hubiera sido desde luego el mejor sitio de este pico para esa función. Eran tres trozos de tierra nivelados gracias a muros de contención, ninguno de ellos muy grande. La del jardín tenía una longitud de 13 metros de largo por una anchura que iba de entre los 2 a los 4 metros.
Las condiciones de vida en Skellig debieron ser siempre muy difíciles hasta el punto de que algunos historiadores sostienen que los monjes abandonaban el lugar en invierno. El acceso debió de ser también un problema y la comunidad podría haber permanecido aislada durante largos periodos, incluso en verano. La dieta de los monjes, adaptada al entorno, habría estado compuesta de pescado, huevos y aves marinas. Según algunos historiadores los monjes llevaron vacas y ovejas a la isla, aunque estas acabaron cayendo por sus laderas. En cualquier caso, es probable que los monjes intentaron complementar su dieta con verduras mediante el cultivo de la terraza “del jardín”. El resto de alimentos, tales como el trigo, les tenía que ser traído desde tierra firme, aunque se desconoce hasta qué punto los monjes eran dependientes del suministro externo de provisiones.
Por si el duro entorno no fuera suficiente, los monjes de la isla fueron visitados por los vikingos. El primer saqueo del que se tiene constancia es del año 824, durante el cual los vikingos se llevaron consigo al abad Etgal, que, según se cuenta en el “Annals of Inisfallen”, acabó muriendo de hambre. Era una creencia habitual entre los vikingos que todos los monasterios poseían valiosos objetos de oro y plana, o hombres importantes, como el abad, por los que se podía obtener un buen rescate.
Los vikingos repetirían, al menos, la visita en el 850. Los monjes del monasterio tenían motivos para temerlos, los accesos al monasterio no eran fáciles de defender. El monasterio, de hecho, era accesible a través de tres tramos de escaleras diferentes situados en los diferentes lados de la isla, que aparte de su inclinación, no ofrecían ningún otro obstáculo. Sin embargo, la situación era muy diferente en el pico sur, su único acceso era un pasaje obscuro, una chimenea estrecha y fácil de defender, el “Needle’s Eye”, en el que un único monje arrojando piedras podía detener el ascenso de los saqueadores.
La ermita situada en el pico sur, y que además era invisible desde los niveles inferiores de la isla, habría podido constituir así un refugio seguro durante períodos de tiempo cortos, siempre y cuando lo monjes hubieran tenido suficiente tiempo para prepararse y esconder sus tesoros. Como en otros monasterios costeros irlandeses la protección más efectiva la ofrecía el mar y sus tormentas, como cuenta un poema irlandés del siglo IX: “El viento es violento esta noche – agitando el rizado blanco océano. – No tengo que temer que los fieros vikingos – crucen el Mar de Irlanda.”.
En el siglo XIII, las ya duras condiciones de vida de las islas atlánticas de Irlanda empeoraron de tal manera que muy probablemente pasar todo el año en Skellig Michael, entonces sí, se convirtió del todo en imposible. Un deterioro general de clima producido por un desplazamiento hacia el sur del vórtice circumpolar, había comenzado en torno al 1200 y trajo como resultado una expansión del casquete polar. Un tiempo más frío y unas tormentas marinas más frecuentes y severas parece que podían haber obligado a los monjes a abandonar el lugar y mudarse a tierra firme, al monasterio agustino de la bahía de Ballinskelligs, en el Condado de Kerry.


Existen también otras razones históricas para que el monasterio dejara de ser ocupado permanentemente. Por un lado la búsqueda del “desierto marino”, llevó a los imitadores de los primeros ascetas a fundar monasterios en sitios cada vez más alejados de Irlanda. Los monjes irlandeses fundaron monasterios en las islas de la vecina Escocia, Inglaterra, las Feroe o incluso Islandia. El ideal monástico de ir al exilio por el amor a Dios prendió entre la iglesia irlandesa. Al mismo tiempo, se empezaron a implantar en Irlanda nuevas órdenes monacales provenientes de Europa que nada tenían que ver con la tradición de las islas monásticas. La gran época de las colonias eremíticas de Irlanda tocaba a su fin.
A partir del siglo XVI la peregrinación a Skellig se convirtió en habitual, y la isla atraía numerosos penitentes que acudían de toda Irlanda y Europa para buscar la reparación por sus pecados. Por si lo remoto del monasterio no fuera suficiente, los peregrinos ascendían aún más alto, hasta los 218 metros del pico sur. En este pico, conocido como el “nido del águila” había una losa de piedra (desaparecida en torno al 1977) que tenía que ser besada como culminación de la peregrinación. Muchos sólo se atrevían a llegar a la losa gateando y aún así los fuertes vientos y la altura lo convertían en todo un desafío a la muerte. Además la cresta del pico, que es conocida como “the spit”, es de unos 3 metros de longitud y su anchura es variable, siendo en su punto más estrecha de tan sólo 20 centímetros.
Durante este tiempo, los monjes del vecino monasterio de Ballinskelligs, seguían cuidando y usando el monasterio, aunque sólo de manera intermitente, tal vez como retiro estival. El Skellig Michael permanecería en mano de los monjes de Ballinskelligs hasta el 1578, cuando la reina Elizabeth I disolvió algunos monasterios y la isla pasó a manos privadas, en las que permaneció hasta que en 1820 fue comprada por una corporación del puerto de Dublín con objeto de construir dos faros en ella. De este manera la isla volvió a estar habitada de manera permanente, esta vez por turnos de guardafaros.

Finnian de Clonard

Finnian de Clonard ('Cluain Eraird'), también llamado Finian, Fionán o Fionnán en irlandés; o Vennianus y Vinniaus en latín (470 - 549) fue un monje irlandés. Es santo de la iglesia católica. Se conmemora su festividad el 12 de diciembre, al menos desde el siglo IX, cuando está testificada en un martirologio español.
Fundó el monasterio o abadía de Clonard​ (en el actual County Meath). Se le considera el maestro de los Doce Apóstoles de Irlanda.​ Junto con San Enda de Aran​ está considerado el fundador del monacato irlandés.
Nació en Myshall (actualmente en County Carlow). Su padre fue Rudraigh, un noble de Ulster; su madre, Telach de Leinster. A temprana edad fue puesto al cuidado de San Fortchern, bajo cuya dirección viajó a Gales para perfeccionarse en las virtudes y sabiduría cristianas que le proporcionaron los grandes santos de ese país. Allí estudió con San Cadoc en Llancarfan (Glamorganshire).
Según el Codex Salmanticensis​ (donde se recopilan las hagiografías irlandesas), tras una larga estancia en Gales, a los treinta años de edad, volvió a su tierra natal y fue recorriendo lugares predicando, enseñando y fundando iglesias. Entre ellas estuvo Skellig Michael o Great Skellig a ocho millas de la costa de County Kerry, hoy declarada Patrimonio de la Humanidad. Su primer monasterio lo fundó en Aghowle (County Wicklow). Hacia el año 520, un ángel le guió hacia Cluain Eraird o Clonard​ (County Meath) a orillas del Boyne, donde el ángel le dijo que estaría el lugar de su resurrección. Allí construyó una pequeña celda y una iglesia de barro y cañas, que tiempo después se reformó en piedra. Comenzó una vida de estudio, mortificación y oración. La fama de su sabiduría y santidad se extendió, y acudieron muchos para aprender de él (tanto jóvenes como adultos, laicos como eclesiásticos, abades y obispos). En tal escuela llegaron a recibir instrucción tres mil discípulos.​ No se conoce la fecha de su muerte, pero probablemente coincidió con la peste de 549. Se le enterró en su propia iglesia de Clonard.

Clonard se convirtió en una escuela monástica importante, que pervivió siglos tras la muerte de San Finnian; aunque sufrió las invasiones danesas, especialmente en el siglo XI, donde también sufrió el ataque de dos irlandeses: O'Rorke de Breifney y Diarmait Mac Murchada (o Dermod McMurrough). Las reliquias de San Finnian fueron destruidas en 887. La importancia de Clonard decayó con la transferencia de la sede episcopal de Meath​ desde Clonard a Trim, que realizó el obispo de Rochfort, en 1206 (tras la conquista normanda de Irlanda). El monasterio de Clonard pasó posteriormente a la jurisdicción de Uí Néill, compartiendo abad con Kildare o con Clonmacnoise.

Santa Juana de Arco.-a

Santa Juana de Arcos (Domrémy, Francia, 1412 - Ruán, id., 1431) Santa y heroína francesa. Nacida en el seno de una familia campesina acomoda...