Apuntes de clases

Clases de filosofía y ciencias bíblicas del Instituto de Humanidades Luis Campino, y la Parroquia de Guadalupe de Quinta Normal.


domingo, 22 de marzo de 2020

210).-Las ocho puertas de Jerusalén X.- a.-


Esteban Aguilar Orellana; Giovani Barbatos Epple;Ismael Barrenechea Samaniego; Jorge Catalán Nuñez; Boris Díaz Carrasco; Rafael Díaz del Río Martí;Alfredo Francisco Eloy Barra ;Rodrigo Farias Picon; Franco Antonio González Fortunatti;Patricio Ernesto Hernández Jara; Walter Imilan Ojeda;Jaime Jamet Rojas;Gustavo Morales Guajardo;Francisco Moreno Gallardo; Boris Ormeño Rojas;José Oyarzún Villa;Rodrigo Palacios Marambio;Demetrio Protopsaltis Palma;Cristian Quezada Moreno;Edison Reyes Aramburu; Rodrigo Rivera Hernández;Jorge Rojas Bustos; Alejandro Suau Figueroa; Cristian Vergara Torrealba; Rodrigo Villela Díaz; Nicolas Wasiliew Sala;Marcelo Yañez Garin;Katherine Alejandra del Carmen  Lafoy Guzmán;Paula Flores Vargas; 

Puertas de Jerusalén. 


Ocho son las puertas que abren paso a la vieja ciudad amurallada de Jerusalén. O deberían, porque una de ellas, la Puerta Dorada, permanece sellada mientras espera la llegada del Mesías.
La muralla y las puertas de Jerusalén cuentan la historia de esta ciudad al tiempo que contribuyen a construir su presente formando parte del día a día de sus habitantes. Bajo estas premisas, conocer sus peculiaridades y significado es fundamental antes de atravesarlas.

Puerta de Jaffa

También llamada Puerta de la Torre de David por su cercanía a esta ciudadela hoy convertida en museo, la Puerta de Jaffa es una de las más transitadas al servir de acceso directo a los barrios cristiano y judío. Situada en la parte occidental de la ciudad, de ella partía la carretera que comunicaba Jerusalén con el puerto de Jaffa, en el Mediterráneo, por lo que era la puerta de entrada de los peregrinos judíos y cristianos que llegaban de Europa.

Puerta de los Leones

Recibe este nombre de los dos bajorelieves de leones que la flanquean, aunque también es conocida como Puerta de San Esteban porque, según se dice, el santo fue martirizado no muy lejos de ella. Mientras la Puerta Dorada permanece cerrada, se trata del único acceso a la ciudad por su parte este.

Puerta de Damasco

La Puerta de Damasco se encuentra en la pared norte de la muralla, apuntando hacia la capital de Siria. Es sin duda la más imponente de las ocho puertas de Jerusalén. Además de su belleza, de ella impresiona el bullicio que la envuelve, al servir de acceso directo al animado zoco del barrio musulmán.

Puerta de Sión

Situada en la muralla sur, es la última de las cuatro puertas principales de la ciudad vieja de Jerusalén. Llamada así por el Monte Sión que se encuentra justo enfrente, es conocida por los árabes como Puerta de David al creerse que la tumba del profeta está cerca. Por ella se accede a los barrios armenio y judío.

Puerta de Dung

Del Estiercol, de la Basura, o de los Desperdicios. Su desafortunado nombre se debe a que en sus orígenes era la puerta que servía para sacar la basura de la ciudad. Aunque no destaque por su tamaño ni por su belleza, se ve muy transitada al ser la forma más rápida de llegar al Muro de las Lamentaciones y a la Explanada de las Mezquitas.

Puerta de Herodes

El verdadero nombre de esta puerta en árabe y hebreo es Puerta de las Flores debido a los motivos con forma de rosetas que la adornan. Se encuentra en la misma muralla que la Puerta de Damasco y da aceso al barrio musulmán.

Puerta Nueva

Mientras todas las puertas anteriormente nombradas datan del siglo XVI, la Puerta Nueva tiene la particularidad de haber sido construida en 1887 para facilitar el acceso a los peregrinos que acudían al barrio cristiano. Con el inicio de la guerra árabe-israelí de 1948 la puerta fue sellada y no se abrió de nuevo hasta 1967, cuando Israel ocupó Jerusalén Este.

Puerta Dorada

También conocida como Puerta de la Misericordia o de la Vida Eterna, se trata sin duda de la más interesante de las ocho puertas de Jerusalén. Es la única que permanece cerrada desde que en 1541 Solimán el Magnífico la mandase sellar para impedir el acceso al Mesías, que según la tradición debe entrar por ella el Día del Juicio Final. Para dificultar todavía más las cosas, en su exterior se encuentra un cementerio musulmán.

Muro de ciudad  antigua de Jerusalén.





Scherezada Jacqueline Alvear Godoy

Las murallas de Jerusalén rodean la ciudad vieja de Jerusalén. Las murallas fueron construidas entre 1535 y 1538, cuando Jerusalén formaba parte del Imperio otomano, por orden de Suleiman I.
La longitud de la muralla es de 4018 metros, su altura promedio es de 12 metros y su espesor promedio es 2,5 metros. La muralla contiene 34 torres de vigilancia y 8 puertas.
En 1981, las murallas de Jerusalén fueron agregadas, junto con la ciudad vieja de Jerusalén, a la lista de Patrimonio de la Humanidad de Unesco.
Las murallas de Jerusalén, que fueron construidas originalmente para proteger las fronteras de la ciudad contra intrusiones, sirven principalmente como una atracción para los turistas, ya que dejaron de servir como un medio de protección para la ciudad.
Esas murallas fueron construidas  siguiendo aproximadamente la línea de las construidas por los romanos.
Hoy en día, las murallas se elevan en su total altura y esplendor, después de haber sido retirados los escombros acumulados en el lugar durante siglos. Se construyó un “Paseo por las Murallas” que permite tener una incomparable vista de Jerusalén y sus alrededores. El área verde a lo largo de las murallas consiste en jardines floridos y paseos, así como parques arqueológicos. 

 Gólgota

El Calvario, también conocido como el Gólgota, fue un sitio que se encontraba cerca del exterior de las murallas de Jerusalén. En este lugar, según los Evangelios, fue crucificado Jesús de Nazaret.​ El término «Gólgota» o «Gólgotha» proviene del griego Γολγοθᾶ, posteriormente escrito como Γολγοθᾶς, que es la transliteración griega de un término arameo que pudiera ser Gûlgaltâ.
En el texto griego de Mateo, Marcos y Juan se da su traducción como Κρανίου Τόπος (Kraníou Tópos), 'lugar de la calavera', vertido al latín como Calvariæ Locus, de donde deriva la palabra española «Calvario». En el Evangelio de Lucas se lo denomina simplemente Lugar de la Calavera.

Localización tradicional


La ubicación tradicional del Gólgota deriva de la identificación por Helena, la madre de Constantino I, en el año 325. A unos pocos metros identificó Helena la localización de la tumba de Jesús y dijo haber descubierto la verdadera cruz. Su hijo, Constantino, construyó la iglesia del Santo Sepulcro en ese entorno. En el año 333, un autor con el seudónimo de Peregrino de Burdeos escribió en la obra Itinerarium Burdigalense:

A la izquierda está la pequeña colina del Gólgotha, donde el Señor fue crucificado. A un tiro de piedra de ahí hay una bóveda [cripta] donde yació su cuerpo, y donde se levantó al tercer día. Ahí, por mandato del emperador Constantino, se ha construido en la actualidad una basílica, es decir, una iglesia de maravillosa belleza.

En la tesis doctoral de Nazénie Garibian de Vartavan, publicada con el título La Jérusalem Nouvelle et les premiers sanctuaires chrétiens de l’Arménie. Méthode pour l’étude de l’église comme temple de Dieu, dice que el Gólgota se encontraba en la pared vertical del altar de la basílica de Constantino y lejos de la tradicional roca del monte.​ Los planos publicados en el libro indican la situación del Gólgota con un margen de error de menos de dos metros, por debajo del pasaje circular situado a un metro de donde se dice que se recuperó la ropa ensangrentada de Jesús y justo antes de las escaleras que llevan a la capilla de Santa Helena (dedicada a la madre de Constantino), que también es conocida como capilla de San Vartán.
Sección vertical sobre de la Basílica del Santo Sepulcro respecto al monte que Helena de Constantinopla identificó como el Gólgota o Calvario. La superficie amarilla correspondería a la roca.


Los Sagrados Evangelios relatan que Jesús de Nazaret, tras ser condenado a muerte por el populacho judío y el procurador romano Poncio Pilato, después de una larga y dolorosa “procesión” por las calles de Jerusalén, fue crucificado junto a dos delincuentes en una cruz en el Monte Calvario o Monte de la Calavera, también conocido como Gólgota, un rocoso y macabro sitio de cierta altura que se encontraba cerca del exterior de las murallas de esa antigua ciudad de Judea.
San Lucas cuenta que “cuando llegaron al lugar llamado Calvario, crucificaron allí a Jesús y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda”. San Juan, por su parte, relata que “tomaron, pues, a Jesús, y, cargándole la cruz, salió hacia el lugar llamado Cráneo, en hebreo Gólgota, donde lo crucificaron. Con él crucificaron otros dos, uno a cada lado, y Jesús en medio”.
El nombre de este monte, al parecer, derivaría de la palabra hebrea “calavera” (“gulgōleṯ”), que hacía referencia a que era un sitio para ejecuciones pública cuya orografía tenía una forma de calavera y donde, además, se encontraban algunos cráneos abandonados debido a que existían en las inmediaciones algunos cementerios y osarios. Otros autores, en tanto, también han sugerido que el nombre arameo “gol go a tha” significaría “monte de ejecución”.
El Nuevo Testamento describe el lugar de la crucifixión, el Gólgota, como “cercano a la ciudad” (Juan 19:20) y “fuera de las murallas de la ciudad” (Hebreos 13:12). La localización tradicional ubicaría a este mítico monte en Jerusalén, en el centro de la ciudad romana y el templo de Afrodita que mandó construir el emperador Adriano sobre algunas reliquias del Cristianismo, más de un siglo después de la muerte de Jesucristo. En el año 2004, el profesor británico sir Henry Chadwick argumentó que, cuando los constructores de Adriano hicieron la replanificación en la antigua ciudad de Jerusalén, “de paso confirmaron al Gólgota dentro de los nuevos muros”, es decir, ese monte habría quedado integrado dentro del nuevo plano urbano de la ciudad de Jerusalén, pues ya no estaba ubicado a las afueras de la urbe como en la época de Poncio Pilato. Años después de esa reconstrucción de Jerusalén, en el año 326 d.C. el emperador Constantino mandaría construir en aquel lugar la Iglesia del Santo Sepulcro, bella basílica que habría sido erigida sobre dos lugares sagrados para el Cristianismo: el Monte Gólgota y la tumba donde se depositó el cuerpo de Jesús tras ser bajado de la cruz.


Algunos autores , sin embargo, sitúan al Monte Gólgota en otro lugar de Jerusalén. En 1842, Otto Thenius, teólogo alemán y académico de temas bíblicos de la ciudad de Dresde, se basó en las investigaciones de Edward Robinson para publicar una hipótesis que indicaba que la loma rocosa que hoy se encuentra a las afueras de la llamada Puerta de Damasco era el verdadero Gólgota bíblico. 
En 1884 el general británico Charles G. Gordon compartió esta hipótesis. Tras haber pasado un año en Tierra Santa, este militar escribió la obra “Reflexiones sobre Palestina”, donde argumentó que un afloramiento de roca parecido a un cráneo y una tumba cercana conocida como la Tumba del Jardín, descubierta hace algunos años a las afueras de la Puerta de Damasco, eran los sitios verdaderos donde Jesucristo murió y fue enterrado. Esta localización, llamada normalmente en la actualidad “Skull Hill” o “Colina de la Calavera”, tiene en su parte inferior un acantilado con dos grandes agujeros, que Gordon pensó que se parecían a los ojos de un cráneo. Por ello, él y otros autores han considerado que esa es la razón por la cual ese monte fue conocido como Gólgota (que, como ya se mencionó, significa “calavera”).

Rodger Dusatko, un misionero de Alemania, afirmó por su parte que el Gólgota se encontraba en una colina ubicada frente a la Puerta del León en Jerusalén, en un sitio ubicado cerca de la ruta donde solían pasar los peregrinos que entraban y salían de la sagrada ciudad. El autor Eusebio de Cesarea, en tanto, comentó en su obra “Onomasticon” que el Gólgota se encontraba justo al salir de Jerusalén, al norte del antiguo Monte Sion, por lo que esa colina encajaría con esa descripción.




El Monte Sion (en hebreo הַר צִיוֹן, Har Tsiyyon; en árabe جبل صهيون, Jabel Sahyoun) es una colina de Jerusalén. Se encuentra fuera de las murallas de la ciudad vieja. El término Sion fue usado por primera vez en las Sagradas Escrituras hebreas para la Ciudad de David (2 Samuel 5:7, 1 Crónicas 11:5, 1 Reyes 8:1, 2 Crónicas 5:2) y posteriormente se usó para el monte del Templo de Jerusalén, pero su significado ha cambiado y hoy se usa para nombrar a un monte también llamado Colina Occidental.​ En un sentido amplio, el término se usa como un sinécdoque para referirse a toda la Tierra de Israel.​

Getsemaní (griego Γεθσημανἰ Gethsēmani, hebreo: גת שמנים, arameo: גת שמני Gath-Šmânê, siriaco ܓܕܣܡܢ Gat Šmānê, lit. ‘prensa de aceite’) fue el jardín donde, según el Nuevo Testamento, Jesús oró la última noche antes de ser arrestado. Se encuentra a los pies del Monte de los Olivos en Jerusalén.
La oración de Jesús en el huerto se conmemora todos los años el Jueves Santo. Después de la Última Cena, Jesús se dirigió al huerto, donde acostumbraba reunirse con sus discípulos a orar. Según los evangelios era un lugar que tanto Jesús como sus discípulos visitaban frecuentemente, lo que permitió a Judas encontrarlo allí.​ Los Evangelios narran la tristeza agónica que lo asaltó en ese momento, y la actitud del Nazareno de orar y anunciar a los Apóstoles que ya llegarían los sayones que lo iban a arrestar, guiados por Judas Iscariote.

Aparición en los evangelios

Gethsemane aparece en griego en Mateo 26:362​ y Marcos 14:323​ como Γεθσημανἱ [Gethsêmani], Mateo (26:36) y Marcos (14:32) lo llaman χωρἰον, [xōrion] (18:1), lugar o estado. El evangelio de Juan dice que Jesús entró en un jardín (κῆπος, kêpos) con sus discípulos. El nombre 'Getsemaní' aparece en los evangelios como Γεθσημανι (Gethsêmani). Esta palabra viene del arameo 'Gath-Šmânê', que significa 'prensa de aceite' (refiriéndose al aceite de oliva). Al parecer había una gran cantidad de árboles de olivo que rodeaban el área en aquellos días. Todos los evangelios hacen referencia de una forma u otra a este lugar.

Ubicación

Existen cuatro​ lugares en los que se ha señalado que pudo orar Jesús la noche en que fue arrestado.

  • La Basílica de las Naciones junto a un emplazamiento conocido como "Piedra de la Agonía".
  • Al norte, junto a la tumba de la Virgen.
  • La zona de la Iglesia ortodoxa de Grecia al este.
  • Un huerto de la Iglesia ortodoxa rusa, junto a la iglesia de Santa María Magdalena.


El origen del nombre Knéset se remonta al regreso del pueblo judío desde el exilio babilónico en el siglo v a. C. a Eretz Yisrael, donde se reunió la Gran Knéset, o Gran Asamblea, a la que debe su nombre. El número de parlamentarios (120) se debe también al número de miembros que se reunió en aquella Gran Asamblea.


El  Knéset es parlamento de Israel. El edificio de la Knéset se asienta sobre una colina en Jerusalén en un distrito conocido como Givat Ram. El edificio fue financiado en sus orígenes por la familia Rothschild cuando el filántropo francés James Armand de Rothschild dejó una herencia como un regalo para el Estado de Israel en su testamento.​


Guivat Ram  es un barrio céntrico de Jerusalén. Con apenas 50.000 m², el barrio cuenta con varias decenas de edificios de importancia, entre ellos la Knéset (el Parlamento israelí),​ el Museo de Israel, el Museo Tierras de la Biblia, el Tribunal Supremo de Israel, el Banco de Israel, la Academia de la Lengua Hebrea, la Biblioteca Nacional,​ el Centro Internacional de Convenciones de Jerusalén, el campus de la Universidad Hebrea de Jerusalén,​ así como otros edificios del Gobierno de Israel.​ Guivat Ram es el sitio de Kiryat HaMemshalá , un complejo gubernamental que incluye muchas de las instituciones nacionales más importantes de Israel.

Ayuntamiento de Jerusalén en la plaza Safra

La plaza Safra  es una plaza de la ciudad de Jerusalén . Es el sitio del complejo de la Municipalidad de Jerusalén , que alberga la administración municipal. Safra Square está ubicada en una parte central de la ciudad, cerca de la antigua línea de unión entre el oeste y el este de Jerusalén (aunque cae completamente al oeste), un sitio elegido para simbolizar su objetivo de servir a todos los residentes de Jerusalén.  El recinto administrativo, incluida la plaza, fue inaugurado en 1993. 

Ubicación 

Los edificios del municipio alrededor de la plaza Safra crean un complejo triangular, frente a la calle Jaffa que corre de noroeste a sureste y limita al este con la calle Shivtei Yisrael (" Tribus de Israel "). El complejo en forma de cuña está ubicado en el extremo este de Jaffa Road y apunta hacia la Plaza Tzahal y las murallas de la Ciudad Vieja . Algunos de los edificios históricos del Complejo Ruso fueron restaurados e incorporados al complejo municipal,  mientras que los otros, agrupados alrededor de la Catedral de la Santísima Trinidad , cierran el triángulo desde el noroeste.


Historia 
El ayuntamiento del período del mandato británico se construyó en 1930. Hoy forma el extremo este del complejo. A medida que la ciudad creció, junto con la necesidad de brindar servicios más modernos y diversos a una población en expansión e igualmente diversa, las oficinas del gobierno de la ciudad también se expandieron y se distribuyeron por toda la ciudad. El gobierno municipal descentralizado disminuyó en eficiencia y se decidió que se necesitaba un solo edificio para albergar el gobierno local de Jerusalén. Después de largas deliberaciones, se seleccionó la ubicación actual, a pesar del desafío de preservar la gran cantidad de edificios históricos y culturalmente significativos del siglo XIX. 
El arquitecto judío canadiense Jack Diamond y el estudio de arquitectura israelí Kolker, Kolker y Epstein fueron seleccionados para diseñar un proyecto para un complejo municipal unificado de Jerusalén , que consta de tres nuevos edificios, que se integrarán con los diez edificios existentes para formar un conjunto cohesivo, sitio unificado.  Los diez edificios existentes serían preservados y rehabilitados para conservar un sentido del carácter histórico de la ciudad.  La construcción comenzó en 1988 y el complejo fue inaugurado en 1993. 

El templo de Herodes.
Templo actual Jerusalén.



Modelo del Templo de Herodes, el Segundo Templo después de haber sido reconstruido por Herodes, en el Museo de Israel, creado en 1966 como parte del Modelo de Tierra Santa de Jerusalén. El modelo se inspiró en los escritos de Josefo.


Herodes emprendió la restauración del Templo en su esplendor original y con sus disposiciones tradicionales. Los edificios se demolieron uno tras otro conforme estaban disponibles los materiales para las nuevas estructuras.
Una multitud de sacerdotes se convirtió en albañiles y carpinteros y tomó a su cargo el derribo y reconstrucción del santuario, tarea que fue llevada a cabo en dieciocho meses. Casi 10.000 trabajadores fueron empleados en los otros edificios. Tras ocho años de trabajo (10 antes de Cristo) el nuevo edificio se abrió al culto.

Pero este monumento, que rivalizaba en sus vastas proporciones y magnificencia con las más bellos construcciones de la antigüedad y que sobrepasaba mucho incluso al de Salomón, sólo se acabó en el 62 o 64 después de Cristo (Cf. Juan, 2, 20), estando en esa época aún empleados 18.000 trabajadores (Ant. Jud., XX, IX, 7). Pues Herodes duplicó la plataforma artificial que tenía el Templo de Zorobabel, ampliando los recintos sagrados hacia el sur y especialmente hacia el norte donde las galerías llegaban hasta la roca de Baris y la Antonia (Ant. Jud., XV, xi, 3; Bell. Jud., I, XXI, 1; V, v, 2).


El Templo con sus patios, galerías y pórticos ocupaba todo el emplazamiento actual del haram esh sherif, que mide 1.070 pies por el norte, 1.540 por el este, 920 por el sur y 1.630 por el oeste. El Templo de Herodes constaba de dos patios, uno interior y otro exterior. El primero incluía todos los edificios del Templo propiamente dicho y se dividía en: (1) El Patio de los Sacerdotes, que contenía la casa de Dios y el altar de los holocaustos; (2) el Patio de Israel; y (3) el Patio de las Mujeres. Todo el espacio entre el patio interior y el muro exterior de la plataforma se llamaba Patio de los Gentiles, porque se permitía entrar en él a los no-judíos.

El Patio de los Sacerdotes formaba un rectángulo de ciento ochenta y siete codos de este a oeste y ciento treinta y siete codos de norte a sur [Middoth, II, 6 (fig. 3)]. Al oeste estaba la casa de Jehová y al este el altar de los holocaustos. Se subía al santuario por una escalera de doce peldaños, que terminaba en un majestuoso pórtico de cien codos de alto y de igual anchura.

Una puerta sin hojas de veinte codos de ancho y cuarenta de alto conducía a un vestíbulo de once codos de ancho. Según la Mishná esta entrada estaba flanqueada por dos pilares de forma cuadrada formado cada uno por diez cubos que medían cuatro codos de lado. Sobre estos dos pilares descansaba una especie de cornisa formada por cinco vigas de roble, separadas una de otra por piedras cuadradas colocadas en línea con los pilares. Era una reproducción de los arcos triunfales entonces tan comunes en Oriente.





Sobre el inmenso enrejado o verja se extendía una viña de oro, cuyos racimos, según Josefo, eran de la altura de un hombre. Añade que se extendía veinticinco codos de norte a sur y que su altura era de setenta codos sobre el suelo. Tácito (Ann., V, v) también habla de esta viña. Por encima de ella Herodes colocó una colosal águila dorada, el águila romana, lo que disgustó mucho a los judíos (Ant. Jud., XVII, VI, 2-4). El hekal y el debir mantenían sus antiguas dimensiones en longitud y anchura, pero su altura fue aumentada a sesenta codos.

Una puerta de diez codos de ancho y veinte de alto daba acceso al Santo. Las hojas de la puerta eran de madera labrada cubierta con láminas de oro, y la puerta fue además embellecida con una magnífica cortina de lino de tinte babilonio. La cámara ricamente decorada contenía el altar de los perfumes ante la entrada al debir, al norte de la mesa de la proposición y al sur del candelabro de los siete brazos. No estaba tan bien iluminada o aireada como la de Salomón. Solos los sacerdotes entraban en este patio para ofrecer incienso cada noche y cada mañana, para arreglar las lámparas, y para cambiar el sábado los panes de la proposición. Fue junto al altar del incienso donde se apareció el ángel a Zacarías (Lucas, 1, 11).
La entrada al debir no tenía puertas sino que, como antiguamente, estaba resguardada por una costosa cortina. Según la Mishná (Yoma, V, 1), ningún tabique separaba el hekal del debir, estando éste separado por dos velos colgados a la distancia de un codo uno de otro; pero Josefo distingue entre las dos cámaras dando las dimensiones de cada una. Además, habla sólo de un velo a la entrada del debir, lo que debe significar una puerta. Aún más, la ausencia de separación habría hecho necesaria una cortina de sesenta codos de larga por veinte de ancha, que nunca habría sellado herméticamente el Santo de los Santos.
En tiempo de Cristo.

La afirmación de los rabinos sobre este punto está sujeta a sospecha. No podían ignorar que según los Evangelios (Mateo, 27, 51; Marcos, 15, 38; Lucas, 23, 45), cuando Cristo murió en la cruz el velo del templo se rasgó de arriba abajo. El debir estaba vacío. Sólo el sumo sacerdote entraba en él una vez al año.

Encima del debir y del hekal había un piso de cuarenta codos de alto, de forma que todo el edificio era de la misma altura que el pórtico. A los lados norte, sur y oeste había un edifico dividido en tres pisos, cada uno de veinte codos de alto. El piso bajo y el primer piso tenían trece habitaciones de seis codos de ancho cada una y el piso superior doce. Una puerta se abría al norte desde el vestíbulo a una escalera de caracol de tres codos de diámetro situada en la esquina que formaba el muro de la casa y el saliente del pórtico. Los dos muros que formaban la caja de la escalera eran de cinco codos de espesor. En la esquina frente al sur había una caja similar que estaba pensada para facilitar la salida del agua. La anchura total de la casa, incluyendo las habitaciones laterales, era de cincuenta y cuatro codos y junto al pórtico de setenta codos, y su longitud total, incluyendo el pórtico, era de ciento seis codos, concediendo seis codos de espesor para los muros. La base era diez codos más ancha que las dimensiones dadas arriba.
Veintidós codos al este de la casa estaba el altar de los holocaustos, construido de piedra sin labrar. Los rabinos hablan de un altar de tres pisos, de diez codos de alto y treinta y dos codos a lo largo de los lados de la base y veinticuatro en el centro (Maimónides, “Beth Haberasch”, II, 16). Las cifras de Josefo, cincuenta codos a los lados por quince de alto, son obviamente incorrectas. Al norte del altar cuatro filas de argollas estaban fijas al suelo y se usaban cuando se sacrificaba a los animales. A continuación venían ocho mesas de mármol para cortar y lavar la carne de las víctimas, y por encima había ocho columnas con garfios para colgar y desollar a los animales (Middoth III, 5-V, II; Talmud, Shek, VI, 4). Se admitía a los laicos en este patios sólo cuando ofrecían un sacrificio, pues tenían que colocar sus manos en la cabeza de las víctimas. Los cuatro lados del patio estaban rodeados por un parapeto de piedras de un pie y medio de alto.
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Bajando cinco escalones se pasaba del patio de los sacerdotes al patio de Israel, que rodeaba al primero por tres lados. Al norte y al sur era de cuarenta codos de ancho y al este sólo de once codos. Una galería de diez codos de ancho, sustentada por espléndidas columnas de mármol, corría alrededor de este patio, probablemente también por el lado oeste, y proporcionaba refugio del sol y la lluvia. Sólo se admitía aquí a los hombres y sólo al rey se le permitía sentarse.

Al este de este patio frente a la casa de Dios (12) se alzaba una soberbia puerta, la más hermosa de todas, que según Josefo y la Mishná (Middoth, I, 4) era un regalo de Nicanor, un rico judío de Alejandría. Esta era la Thoura oraia, la porta speciosa (Hechos, 3, 2) donde San Pedro curó al hombre lisiado de nacimiento. Era de cincuenta codos de alto y cuarenta de ancho, y sus puertas de bronce corintio, labradas y cubiertas con planchas de oro y plata, eran tan pesadas que se precisaban veinte hombres para moverla. Josefo añade entre los signos premonitorios de la destrucción del Templo que esta puerta se abrió por sí sola a medianoche hacia el año 30 después de Cristo (Bell. Jud., VI, V, 3).

Desde la Puerta de Nicanor una escalera semicircular de quince escalones descendía al patio de las mujeres, rodeada por una galería al norte, este y sur. Aquí se admitía a las mujeres y se les reservaba sitios al norte y al sur, pero los hombres también frecuentaban este patio y habitualmente lo cruzaban cuando iban al Templo. Aquí había bancos, pues estaba permitido sentarse (cf. Marcos, 12, 41).
A los lados probablemente de la Puerta de Nicanor había trece cajas, con una inscripción que indicaba la finalidad especial de cada una: aceite, madera, vestidos sacerdotales, palomas, etc. Aquí vio Cristo a los ricos y a la pobre viuda depositar sus ofrendas (Lucas, 21, 1). En las cuatro esquinas había cuatro cámaras sin techo, de cuarenta codos en cuadro. Según el Talmud la cámara del noroeste era donde los impuros y leprosos, que se habían curado, se bañaban y eran declarados limpios por los sacerdotes.

En la cámara del noreste los sacerdotes clasificaban la madera; en la del sudoeste se conservaba en bodegas el aceite y el vino; en la del sudeste los que habían cumplido el voto de los Nazaritas afeitaban sus cabezas (Cf. Números, 6, 13 y ss; Hechos, 18, 18). En estas cámaras también estaba permitido lavar, cocinar, etc. Según Middoth, II, 5, había también en este patio cuatro habitaciones donde se alojaban ciertas mujeres.

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Tres lados del patio interior estaban rodeados por edificios de cuarenta codos de ancho, separados por nueve puertas en forma de torres, cuatro al norte y cuatro al sur, de las cuales sólo dos se abrían al patio de las mujeres, con la puerta oriental. Estas puertas o más bien suntuosos pórticos, eran de 40 codos de alto, ancho y largo.

Una amplia barra dividía la entrada en dos huecos de diez codos de ancho y veinte de alto cada una con hojas de madera recubiertas de planchas de oro y plata. El vestíbulo era de treinta codos por lado y sus seis arcos estaban soportados por dos pilares de doce codos de circunferencia.

A los lados del patio de Israel cinco peldaños conducían al pórtico cuyo vestíbulo estaba provisto de manera similar de diez peldaños o una rampa. Aún había tres puertas dentro del haram esh sherif, la Puerta Dorada, la doble puerta y la triple puerta, construidas según el mismo plan. Entre estas puertas había una serie de cámaras dedicadas a diversos usos.

Al oeste de la segunda puerta del sur estaba el lishkat gazit, sala del Sanedrín (Middoth, II, 5), con una cámara para la instrucción del pueblo, y en el patio de las mujeres estaba el gazophylakion, sala del tesoro (Ant. Jud., XIX, VI, 1). Este vasto edificio descansaba en unos cimientos con un saliente de diez codos formando un deambulatorio, al que se accedía por una escalera de doce o catorce peldaños. Ésta era el het, estaba rodeada por un parapeto de piedra llamado soreg y enfrente de las nueve puertas había pilares con inscripciones en griego y latín notificando a los visitantes que estaba prohibido bajo pena de muerte a los no-judíos acercarse más al Templo. Hace algunos años se encontró en las cercanías del haram esh sherif uno de los pilares con una inscripción griega.

El resto de la vasta plataforma formaba el patio exterior de los gentiles. Estaba pavimentado con amplias losas y rodeado por todos lados por una doble galería formada por dos filas de columnas de veinticinco codos de alto. La que miraba al valle del Cedrón era llamada “Puerta de Salomón” (cf. 1 Crónicas, 9, 18). Seguramente era anterior a Herodes, y Josefo data su origen del mismo Salomón.
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Relata que en el año 62 o 64 después de Cristo los 18.000 trabajadores empleados todavía en el adorno del Templo empezaron a no tener trabajo y pidieron demoler la Puerta de Salomón; pero ésta, aunque antigua, era tan hermosa y el coste de reemplazarla habría sido tan grande que el rey Agripa II decidió conservarla y emplear a los trabajadores en pavimentar las calles de la ciudad (Ant. Jud., XX, IX, 7). Tanto si data de los reyes de Judá o sólo de Zorobabel es suficiente para dar una idea de la magnificencia de los dos primeros templos de Jerusalén. En las esquinas de estas galerías había cámaras (pastophoria) para los guardias.

Por el lado de la ciudad la entrada se hacía a través de varias puertas de incomparable belleza, cuatro al oeste de la explanada, dos al sur, una al este y una al norte. En un terraplén inferior en el centro, Herodes erigió la basílica real, un edificio suntuoso dividido en tres naves por cuatro hileras de cuarenta y una columnas corintias. Cada columna era de más de cinco pies de diámetro. Al norte de la explanada construyó dos vastos patios rodeados de puertas que se extendían hasta la escarpadura de la roca de Baris. Estos patios se comunicaban con la Antonia sólo mediante dos escaleras (cf. Hechos, 21, 35).


Tren 





Tren Ligero de Jerusalén​ o tranvía de Jerusalén​ es una línea Tren Ligero en Jerusalén que incluye el territorio ocupado palestino de Jerusalén Este,​ inaugurado en 2011. Se comenzó a ser construir en 2002 y se terminó en 2010 después de muchos retrasos y la bancarrota de la empresa constructora. El tren ligero es famosa por Puente en la entrada occidental a Jerusalén desde la Ruta 1.



La construcción comenzó en 2002 y terminó en 2010, cuando se inició la fase de prueba. Fue construido por el consorcio CityPass, que tiene una concesión de 30 años para hacerlo funcionar. El proyecto requirió la construcción del Puente atirantado de Jerusalén, así como otros proyectos de renovación en los alrededores de la ciudad.

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