Litografía 1857 Scherezada Jacqueline Alvear Godoy |
Portugal es un país repleto de pequeñas sorpresas. Uno de los mayores y más extravagantes palacios de Europa se encuentra en una localidad a solo 30 kilómetros al noroeste Lisboa, desde donde puede hacerse una excursión sumamente agradable.
El complejo fue levantado entre 1717 y 1755, en Mafra, por el rey Juan V, en agradecimiento por haber tenido una heredera sana, María Bárbara de Braganza.
El rey estaba casado con María de Austria, pero no conseguían tener herederos, hasta que nació la que después sería reina consorte de España. Cumplió su promesa con la construcción de un magnífico monasterio para los frailes franciscanos en el lugar donde se alzaba otro más antiguo. La ofrenda religiosa debió funcionar, ya que tuvieron seis hijos más.
Pero el flujo de riquezas llegadas de las colonias portuguesas del siglo ¬XVIII hizo que el rey ampliara sus planes: decidió edificar un gran palacio, aunque su construcción casi llevó al Estado a la Quiebra.
El vasto complejo palaciego incluye, además del monasterio, una basílica y una biblioteca que contiene más de 40.000 libros antiguos, a salvo de los insectos por la labor que realiza una colonia de murciélagos allí instalada. Esta forma natural de control de plagas se utiliza desde hace más de 300 años.
Con más de 1.200 habitaciones y una biblioteca con 40.000 libros, es uno de los mayores y más extravagantes palacios europeos
El palacio, reconocido como el monumento barroco más importante de Portugal, es la máxima atracción de esta pequeña villa. Es un edificio gigantesco que empequeñece al resto de la población. La fachada tiene una extensión de más de 220 metros, mientras que las dos torres del campanario, con 92 campanas, se levantan a gran altura por encima de la ciudad con sus casi 70 metros.
En el interior hay 1.200 habitaciones conectadas por más de 150 tramos de escalera, aunque solo una pequeña parte están abiertas al público.
cúpula Scherezada Jacqueline Alvear Godoy |
Durante la construcción de esta obra colosal, que se prolongó 40 años, fueron movilizados más de 50.000 trabajadores de todo el país. Para mantener el orden, el ejército desplazó al lugar unos 8.000 hombres.
El palacio nunca fue ocupado de manera estable por la familia real portuguesa, pero sí fue un lugar de retiro y para la caza en los magníficos bosques de los alrededores.
De hecho, para completar la visita al palacio es muy recomendable hacer una excursión a La Tapada, un bosque muy especial, hoy parque nacional, que se extiende más de 800 hectáreas en los aledaños del palacio, con venados, gamos, jabalíes, zorros… Un patrimonio natural único donde hacer caminatas, paseos a caballo, tiro con arco y ballesta o simplemente disfrutar de un paraje excepcional muy bien conservado.
Mafra se encuentra a solo ocho kilómetros del mar. Una opción, tras visitar el palacio y La Tapada, es acercarse a Ericeira, un encantador pueblo pesquero con soberbias playas para hacer surf que han convertido el lugar en un reconocido centro internacional para practicar este deporte. Aquí pueden encontrarse hoteles excelentes, buen pescado y marisco, además de una animada vida nocturna, sobre todo durante los meses de verano.
Scherezada Jacqueline Alvear Godoy |
Scherezada Jacqueline Alvear Godoy |
Scherezada Jacqueline Alvear Godoy |
Scherezada Jacqueline Alvear Godoy |
Scherezada Jacqueline Alvear Godoy |
Scherezada Jacqueline Alvear Godoy |
Scherezada Jacqueline Alvear Godoy |
Scherezada Jacqueline Alvear Godoy |
El Palacio, Basílica, y Convento de Mafra es un edificio barroco localizado en la ciudad portuguesa de Mafra.
Historia
El Palacio Nacional de Mafra fue construido por el rey Juan V como consecuencia de la promesa realizada a su mujer, la archiduquesa María Ana de Austria, en que se comprometía a construir un monasterio si le daba descendientes. El nacimiento de la princesa Bárbara de Braganza, después mujer del rey Fernando VI de España, hizo que el rey iniciara las obras.
Los edificios de Mafra se encuentran entre las edificaciones del barroco portugués más suntuosos. El palacio fue construido a través de seis ejes simétricos, dos torres y una basílica central. El monasterio incluye una importantísima biblioteca con un fondo de 30.000 libros raros.
La construcción se inició el 17 de noviembre de 1717 con el proyecto de realizar un convento por trece frailes franciscanos. Pero pronto la llegada masiva de oro de Brasil hizo que el rey Juan cambiase de opinión y se decidiera por la construcción de un gran palacio. El arquitecto Johann Friederich Ludwig anunció los cambios de planes e inició la construcción de un gran palacio que movilizó a más de 52.000 trabajadores de todo el país.
Finalmente la construcción del palacio permitió ubicar hasta a 330 frailes franciscanos sin tener que reducir el tamaño del palacio proyectado. El palacio fue inaugurado el 22 de octubre de 1730 en honor del 41º aniversario del rey Juan V con una serie de fiestas que duraron 8 días.
Mafra nunca fue ocupado de forma estable por la familia real portuguesa a pesar que se convirtiera en una parada habitual y un lugar de descanso para los miembros de la misma. Los magníficos bosques de Mafra garantizaron un espacio de caza formidable para los diferentes príncipes portugueses, muy aficionados a la caza.
Durante el reinado de Juan VI se llevó a cabo un importante programa de restauración, a pesar de que nunca fue habitado por el soberano. Además, a raíz de la huida de la familia real portuguesa en 1807 hacia Brasil, la mayoría de los mejores muebles y piezas de arte del palacio partieron también hacia Brasil.
En 1834, después de la guerra que enfrentó a los liberales partidarios de la reina María II con los conservadores partidarios de Miguel I, la reina María ordenó la disolución de las órdenes religiosas, lo que provocó el abandono del monasterio por parte de los frailes franciscanos.
El palacio fue declarado monumento nacional en 1907 y abierto al público como museo en 1911.
Hoy en día, el edificio está conservado por el Instituto del Patrimonio Arquitectónico de Portugal, que ha llevado a cabo diferentes programas de restauración y conservación; uno de los más importantes es el que afectó a la fachada principal. Estos programas de restauración han contado con la ayuda de miembros de la comunidad internacional especializados en la restauración de edificios históricos.
Finalmente, comentar la referencia que José Saramago hace del monasterio-palacio en una de sus novelas, Memorial del convento. Saramago, a través de un habitante de Mafra vinculado en el proceso de construcción del palacio, explica minuciosamente los detalles de la edificación.
La parroquia de Mafra y la Real y Venerable Hermandad del Santísimo Sacramento de Mafra tienen su sede en la basílica del palacio.
Biblioteca
El mayor tesoro de Mafra es su biblioteca con pisos de mármol , librerías de estilo rococó y una colección de más de 30,000 libros con forros de cuero chapados en oro , incluida una segunda edición de Os Lusíadas de Luís de Camões . Cubre áreas de estudio tan diversas como medicina , farmacia , historia , geografía y viajes , filosofía y teología, derecho canónico y derecho civil, matemáticas ,Historia natural , sermonaria y literatura.
En la parte inferior del segundo piso se encuentra la estrella del palacio, que rivaliza en grandeza con la Biblioteca de la Abadía de Melk , Austria . Diseñadas por João Frederico Ludovice , las estanterías de Manuel Caetano de Sousa tienen 88 metros de largo, 9,5 metros de ancho y 13 metros de altura. El magnífico piso está cubierto de mármol rosa, gris y blanco. Las estanterías de madera de estilo rococó, dispuestas en dos filas laterales y separadas por un balcón, contienen miles de volúmenes encuadernados en cuero, atestiguando el alcance del conocimiento occidental desde los siglos XV al XIX. Entre ellas, numerosas joyas bibliográficas, como los incunables.
Muchos de estos volúmenes fueron encuadernados en el taller local. La biblioteca de Mafra también es conocida por albergar a los murciélagos , que ayudan a preservar las obras.
Scherezada Jacqueline Alvear Godoy |
Biblioteca
El mayor tesoro de Mafra es su biblioteca con pisos de mármol , librerías de estilo rococó y una colección de más de 30,000 libros con forros de cuero chapados en oro , incluida una segunda edición de Os Lusíadas de Luís de Camões . Cubre áreas de estudio tan diversas como medicina , farmacia , historia , geografía y viajes , filosofía y teología, derecho canónico y derecho civil, matemáticas ,Historia natural , sermonaria y literatura.
Scherezada Jacqueline Alvear Godoy |
En la parte inferior del segundo piso se encuentra la estrella del palacio, que rivaliza en grandeza con la Biblioteca de la Abadía de Melk , Austria . Diseñadas por João Frederico Ludovice , las estanterías de Manuel Caetano de Sousa tienen 88 metros de largo, 9,5 metros de ancho y 13 metros de altura. El magnífico piso está cubierto de mármol rosa, gris y blanco. Las estanterías de madera de estilo rococó, dispuestas en dos filas laterales y separadas por un balcón, contienen miles de volúmenes encuadernados en cuero, atestiguando el alcance del conocimiento occidental desde los siglos XV al XIX. Entre ellas, numerosas joyas bibliográficas, como los incunables.
Scherezada Jacqueline Alvear Godoy |
Muchos de estos volúmenes fueron encuadernados en el taller local. La biblioteca de Mafra también es conocida por albergar a los murciélagos , que ayudan a preservar las obras.
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