Apuntes de clases

Clases de filosofía y ciencias bíblicas del Instituto de Humanidades Luis Campino, y la Parroquia de Guadalupe de Quinta Normal.


viernes, 24 de julio de 2015

29).-Las obras de Aristóteles.-a

 Clases de Filosofía, en el Instituto de Humanidades Luis Campino, del profesor de filosofía don Oscar Santos Peralta, generación 1992.
Oscar Santos Peralta


Esteban Aguilar Orellana; Giovani Barbatos Epple;Ismael Barrenechea Samaniego; Jorge Catalán Nuñez; Boris Díaz Carrasco; Rafael Díaz del Río Martí;Alfredo Francisco Eloy Barra ;Rodrigo Farias Picon; Franco Antonio González Fortunatti;Patricio Ernesto Hernández Jara; Walter Imilan Ojeda;Jaime Jamet Rojas;Gustavo Morales Guajardo;Francisco Moreno Gallardo; Boris Ormeño Rojas;José Oyarzún Villa;Rodrigo Palacios Marambio;Demetrio Protopsaltis Palma;Cristian Quezada Moreno;Edison Reyes Aramburu; Rodrigo Rivera Hernández;Jorge Rojas Bustos; Alejandro Suau Figueroa; Cristian Vergara Torrealba; Rodrigo Villela Díaz; Nicolas Wasiliew Sala;Marcelo Yañez Garin;Katherine Alejandra del Carmen  Lafoy Guzmán; Franco Natalino; 

Scherezada Jacqueline Alvear Godoy
Busto.

La filosofía occidental se asienta en la obra de los tres grandes filósofos griegos de la Antigüedad: Sócrates, Platón y Aristóteles. Pese a la singular relación que los unió (Sócrates fue maestro de Platón, quien lo fue a su vez de Aristóteles), la orientación de su pensamiento tomó distintos caminos, y correspondería a Aristóteles culminar los esfuerzos de sus maestros y ejercer la influencia más perdurable, no sólo en el terreno de la filosofía y la teología, sino prácticamente en todas las disciplinas científicas y humanísticas. De hecho, por el rigor de su metodología y por la amplitud de los campos que abarcó y sistematizó, Aristóteles puede ser considerado el primer investigador científico en el sentido moderno de la palabra.
Algunos ejemplos pueden dar idea de hasta qué punto Aristóteles estableció las bases que configurarían el pensamiento europeo: las teologías cristiana y musulmana del Medioevo asumieron su metafísica; la física y la astronomía aristotélicas se mantuvieron vigentes hasta el siglo XVII; sus estudios zoológicos, hasta el XIX; la lógica, hasta el siglo XX; sus apenas cincuenta páginas sobre estética se siguen debatiendo en nuestros días. Su incuestionada autoridad, reforzada desde la Baja Edad Media por el aristotelismo eclesiástico, llegó incluso a frenar el desarrollo de la ciencia. De tomarse este hecho como una acusación, habría que dirigirla no al filósofo sino a sus dogmáticos seguidores; pero más razonable es tomarlo como ilustración de la sobrehumana magnitud de su impronta y del abismal adelanto que representó su obra.

Biografía.

Aristóteles nació en el año 384 a.C. en Estagira, una pequeña localidad macedonia cercana al monte Athos; de su población natal procede una designación habitual para referirse al filósofo: el Estagirita. Su padre, Nicómaco, era médico de la corte de Amintas III, padre de Filipo II de Macedonia y, por tanto, abuelo de Alejandro Magno. Nicómaco pertenecía a la familia de los Asclepíades, que se reclamaba descendiente del dios fundador de la medicina y cuyo saber se transmitía de generación en generación. Ello invita a pensar que Aristóteles fue iniciado de niño en los secretos de la medicina, y que de ahí le vino su afición a la investigación experimental y a la ciencia positiva. Huérfano de padre y madre en plena adolescencia, fue adoptado por Proxeno, al cual podría mostrar años después su gratitud adoptando a un hijo suyo llamado Nicanor.
En el año 367, es decir, cuando contaba diecisiete años de edad, fue enviado a Atenas para estudiar en la Academia de Platón. No se sabe qué clase de relación personal se estableció entre ambos filósofos, pero, a juzgar por las escasas referencias que hacen el uno del otro en sus escritos, no cabe hablar de una amistad imperecedera. Lo cual, por otra parte, resulta lógico si se tiene en cuenta que Aristóteles iba a iniciar su propio sistema filosófico fundándolo en una profunda crítica al platónico.
Ambos partían de Sócrates y de su concepto de eidos, pero las dificultades de Platón para insertar en el mundo real su mundo eidético, el mundo de las Ideas, obligaron a Aristóteles a ir perfilando términos como «sustancia», «materia» y «forma», que le alejarían definitivamente de la Academia. En cambio es absolutamente falsa la leyenda según la cual Aristóteles se marchó de Atenas despechado porque Platón, a su muerte, designase a su sobrino Espeusipo para hacerse cargo de la Academia: por su condición de macedonio, Aristóteles no era legalmente elegible para ese puesto.

A la muerte de Platón, acaecida en el 348, Aristóteles contaba treinta y seis años de edad, había pasado veinte de ellos simultaneando la enseñanza con el estudio y se encontraba en Atenas, como suele decirse, sin oficio ni beneficio. Así que no debió de pensárselo mucho cuando supo que Hermias de Atarneo, un soldado de fortuna griego (por más detalles, eunuco) que se habla apoderado del sector noroeste de Asia Menor, estaba reuniendo en la ciudad de Axos a cuantos discípulos de la Academia quisieran colaborar con él en la helenización de sus dominios. Aristóteles se instaló en Axos en compañía de Jenócrates de Calcedonia, un colega académico, y de Teofrasto, discípulo y futuro heredero del legado aristotélico.
El Estagirita pasaría allí tres años apacibles y fructíferos, dedicándose a la enseñanza, a la escritura (gran parte de su Política la redactó allí) y a la vida doméstica. Primero se casó con una sobrina de Hermias llamada Pitias, con la que tuvo una hija. Pitias debió de morir muy poco después y Aristóteles se unió a otra estagirita, de nombre Erpilis, que le dio un hijo, Nicómaco, al que dedicaría su Ética. Dado que el propio Aristóteles dejó escrito que el varón debe casarse a los treinta y siete años y la mujer a los dieciocho, resulta fácil deducir qué edades debían de tener una y otra cuando se unió a ellas.
Tras el asesinato de Hermias, en el 345, Aristóteles se instaló en Mitilene (isla de Lesbos), dedicándose, en compañía de Teofrasto, al estudio de la biología. Dos años más tarde, en el 343, fue contratado por Filipo II de Macedonia para que se hiciese cargo de la educación de su hijo Alejandro, a la sazón de trece años de edad.
Tampoco se sabe mucho de la relación entre ambos, ya que las leyendas y las falsificaciones han borrado todo rastro de verdad. De ser cierto el carácter que sus contemporáneos atribuyen a Alejandro (al que tachan unánimemente de arrogante, bebedor, cruel, vengativo e ignorante), no se advierte rasgo alguno de la influencia que Aristóteles pudo ejercer sobre él. Como tampoco se advierte la influencia de Alejandro Magno sobre su maestro en el terreno político: años después, mientras Aristóteles seguía predicando la superioridad de la  polis , su presunto discípulo establecía las bases de un imperio universal sin el que, al decir de los historiadores, la civilización helénica hubiera sucumbido mucho antes.
Poco después de la muerte de Filipo (336 a.C.), Alejandro hizo ejecutar a un sobrino de Aristóteles, Calístenes de Olinto, a quien acusaba de traidor. Conociendo el carácter vengativo de su discípulo, Aristóteles se refugió un año en sus propiedades de Estagira, trasladándose en el 334 a Atenas para fundar, siempre en compañía de Teofrasto, el Liceo, una institución pedagógica que durante años habría de competir con la Academia platónica, dirigida en ese momento por su viejo camarada Jenócrates de Calcedonia.

Los once años que median entre su regreso a Atenas y la muerte de Alejandro, en el 323, fueron aprovechados por Aristóteles para llevar a cabo una profunda revisión de una obra que, al decir de Hegel, constituye el fundamento de todas las ciencias. Para decirlo de la forma más sucinta posible, Aristóteles fue un prodigioso sintetizador del saber, tan atento a las generalizaciones que constituyen la ciencia como a las diferencias que no sólo distinguen a los individuos entre sí, sino que impiden la reducción de los grandes géneros de fenómenos y las ciencias que los estudian. Los seres, afirma Aristóteles, pueden ser móviles e inmóviles, y al mismo tiempo separados (de la materia) o no separados. La ciencia que estudia los seres móviles y no separados es la física; la de los seres inmóviles y no separados es la matemática, y la de los seres inmóviles y separados, la teología.
La amplitud y la profundidad de su pensamiento son tales que fue preciso esperar dos mil años para que surgiese alguien de talla parecida. Después de que, en el siglo XIII, Santo Tomás de Aquino integrase sus doctrinas en la teología cristiana, la autoridad del Estagirita llegó a quedar tan establecida e incuestionada como la que ejercía la Iglesia, y tanto en la ciencia como en la filosofía todo intento de avance intelectual tendría que empezar con un ataque a cualquiera de los principios filosóficos aristotélicos. Sin embargo, el camino seguido por el pensamiento de Aristóteles hasta alcanzar su posterior preeminencia es tan asombroso que, aun descontando lo que la leyenda haya podido añadir, parece un argumento de novela de aventuras.

Con la muerte de Alejandro en el 323, se extendió en Atenas una oleada de nacionalismo (antimacedonio) desencadenado por Demóstenes, hecho que le supuso a Aristóteles enfrentarse a una acusación de impiedad. No estando en su ánimo repetir la aventura de Sócrates, Aristóteles se exilió a la isla de Chalcis, donde murió en el 322. Según la tradición, Aristóteles cedió sus obras a Teofrasto, el cual las cedió a su vez a Neleo, quien las envió a casa de sus padres en Esquepsis sólidamente embaladas en cajas y con la orden de que las escondiesen en una cueva para evitar que fuesen requisadas con destino a la biblioteca de Pérgamo.
Muchos años después, los herederos de Neleo las vendieron a Apelicón de Teos, un filósofo que se las llevó consigo a Atenas. En el 86 a.C., en plena ocupación romana, Sila se enteró de la existencia de esas cajas y las requisó para enviarlas a Roma, donde fueron compradas por Tiranión el Gramático. De mano en mano, las obras fueron sufriendo sucesivos deterioros hasta que, en el año 60 a.C., fueron adquiridas por Andrónico de Rodas, el último responsable del Liceo, quien procedió a su edición definitiva.
A Andrónico se debe, por ejemplo, la introducción del término «metafísica». En su ordenación de la obra aristotélica, Andrónico situó, a continuación de los libros sobre la física, una serie de tratados que agrupó bajo el título de Metafísica, rótulo anodino que significaba literalmente "después de la física" y que pasaría posteriormente a designar esta rama fundamental de la filosofía. Aristóteles nunca empleó ese término; los tratados así titulados versaban sobre lo que el Estagirita llamaba «filosofía primera».
Con la caída del Imperio romano, las obras de Aristóteles, como las del resto de la cultura grecorromana, desaparecieron hasta que, bien entrado el siglo XII, fueron recuperadas por el árabe Averroes, quien las conoció a través de las versiones sirias, árabes y judías. Del total de 170 obras que los catálogos antiguos recogían, sólo se han salvado 30, que vienen a ocupar unas dos mil páginas impresas. La mayoría de ellas proceden de los llamados escritos «acroamáticos», concebidos para ser utilizados como tratados en el Liceo y no para ser publicados. En cambio, se ha perdido la mayor parte de las obras publicadas en vida del propio Aristóteles, escritas (a menudo en forma diálogos) para el público general.


 Corpus aristotelicum.

Las obras de Aristóteles que nos han llegado y que forman lo que se conoció como el Corpus aristotelicum se editan según la edición prusiana de Immanuel Bekker de 1831-1836, indicando la página, la columna (a ó b) y eventualmente la línea del texto en esa edición. Tras el trabajo de Bekker se han encontrado sólo unas pocas obras más. Los títulos en latín todavía son utilizados por los estudiosos.
Los trabajos cuya legitimidad está en disputa se marcan con *, y los trabajos que generalmente se consideran espurios se marcan con **.

Lógica.
(1a) Categorías (Categoriae)
(16a) De la interpretación (De interpretatione)
(24a) Primeros analíticos (Analytica priora)
(71a) Segundos analíticos (Analytica posteriora)
(100a) Tópicos (Topica)
(164a) Refutaciones sofísticas (De sophisticis elenchis)

Física (el estudio de la naturaleza)

(184a) Física (Physica)
(268a) Sobre el cielo (De caelo)
(314a) Acerca de la generación y la corrupción (De generatione et corruptione)
(338a) Meteorología (Meteorologica)
(391a) Del universo** (De mundo)
(402a) Del alma (De anima)

Pequeños tratados sobre la naturaleza (Parva naturalia)


(436a) De los sentidos y de lo sentido (De sensu et sensibilibus)
(449b) De la memoria y la reminiscencia (De memoria et reminiscentia)
(453b) Del sueño y la vigilia (De somno et vigilia)
(458a) Del ensueño (De insomniis)
(462b) De la adivinación por el sueño (De divinatione per somnum)
(464b) De la longitud y la brevedad de la vida (De longitudine et brevitate vitae)
(467b) De la juventud y la vejez, De la vida y la muerte, y De la respiración (De juventute et senectute, De vita et morte, De respiratione)
(481a) De la respiración** (De spiritu)
(486a) Historia de los animales (Historia animalium)
(639a) Las partes de los animales (De partibus animalium)
(698a) El movimiento de los animales (De motu animalium)
(704a) Progresión de los animales (De incessu animalium)
(715a) Generación de los animales (De generatione animalium)
(791a) De los colores** (De coloribus)
(800a) De las cosas de la audición** (De audibilibus)
(805a) Fisiognomónica** (Physiognomonica)
(815a) De las plantas** (De plantis)
(830a) De las maravillas escuchadas** (De mirabilibus auscultationibus)
(847a) Mecánica** (Mechanica)
(859a) Problemas* (Problemata)
(968a) De las líneas imperceptibles** (De lineis insecabilibus)
(973a) Los lugares de los vientos** (Ventorum situs)
(974a) Melisos, Jenófanes y Gorgias (abreviado MXG)**

Metafísica


(980a) Metafísica (Metaphysica)

Ética y política


(1094a) Ética nicomáquea o Ética a Nicómaco (Ethica Nicomachea)
(1181a) Gran moral* (Magna moralia)
(1214a) Ética eudemia o Ética a Eudemo (Ethica Eudemia)
(1249a) Librillo sobre las virtudes y los vicios** (De virtutibus et vitiis libellus)
(1252a) Política (Politica)
(1343a) Económica* (Oeconomica)
Constitución de los atenienses (Athenaion politeia) - Trabajo encontrado en 1890, después de la edición de Bekker.

Retórica y poética


(1354a) Arte retórica (Ars rhetorica)
(1420a) Retórica a Alejandro** (Rhetorica ad Alexandrum)
(1447a) Poética (Ars poetica)

Biografia

384 a.C. Nace en Estagira, Macedonia (de ahí su sobrenombre de El Estagirita).
367 a.C. Se traslada a Atenas para estudiar en la Academia de Platón, donde más tarde ejerce como maestro.
347 a.C. Muere Platón.
348 a.C. Se traslada a Axos, donde sirve a Hermias de Atarneo. Durante esta etapa contrae matrimonio con Pitias, sobrina de Hermias, con la que tuvo una hija. Tras la muerte prematura de Pitias se casa con Erpilis, con quien tiene un hijo, Nicómaco, al que dedicará su Ética para Nicómaco. También redacta su Política.
345 a.C. Tras el asesinato de Hermias, se instala en Mitilene (Lesbos). Se dedica al estudio de la biología con Teofrasto.
343 a.C. Filipo de Macedonia le contrata como tutor de su hijo Alejandro.
334 a.C. Al acceder Alejandro al trono, Aristóteles regresa a Atenas y funda el Liceo. En esta etapa produce la mayor parte de su obra.
323 a.C. La muerte de Alejandro levanta un oleada antimacedónica en Atenas que obliga a Aristóteles a exiliarse.
322 a.C. Muere en la isla de Chalcis, tierra de su madre, a los sesenta y dos años de edad.

Biblioteca personal

Tengo todas las obras de Aristóteles.
puerta del infierno

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