Introducción.
Ciudad de Jerusalén es la capital de Israel, y del distrito de su mismo nombre, situada en los montes de Judea, entre el mar Mediterráneo y la ribera norte del mar Muerto. El Gobierno israelí -ejecutivo, legislativo y judicial- están ubicados allí, tales como la residencia del presidente y del primer ministro de Israel, así como el Knéset, la Corte Suprema y otras instituciones gubernamentales.
Jerusalén es considerada una ciudad sagrada por las tres grandes religiones monoteístas: el judaísmo, el cristianismo y el islam. Para el judaísmo es allí donde el rey David estableció la capital del Reino de Israel y lugar de asentamiento del Arca de la Alianza, y donde su hijo Salomón construyó el Templo, hacia donde deben dirigirse las plegarias; para el cristianismo es allí donde predicó Jesús, fue crucificado y resucitó; es también la tercera ciudad sagrada del islam, donde para los musulmanes el profeta Mahoma subió al cielo y a la que miraban los primeros musulmanes al rezar, antes de pasar a hacerlo de cara a La Meca, en Arabia Saudita.
Geografía de Jerusalén. Jerusalén está situada en el sur de una meseta en Judea , que incluye el Monte de los Olivos (Este) y el Monte Scopus (Noreste). La elevación del casco antiguo es de aproximadamente 760 metros. La Gran Jerusalén está rodeada de valles y lechos de ríos secos ( wadis ). Los valles de Kidron , Hinnom y Tyropeon se unen en un área al sur de la ciudad vieja de Jerusalén. El valle de Cedrón corre al este de la Ciudad Vieja y divide el Monte de los Olivos de la ciudad propiamente dicha. A lo largo del lado sur de la antigua Jerusalén se encuentra el Valle de Hinnom , un barranco empinado asociado en la escatología cristiana bíblica con el concepto del infierno o Gehena . El Valle de Tyropeon comienza en la región noroeste cerca de la Puerta de Damasco , corre hacia el suroeste a través del centro de la Ciudad Vieja bajando por el Embalse de Siloam , y la parte inferior se divide en dos colinas, el Monte del Templo al este, y el resto de la ciudad hacia el oeste (las partes superior e inferior de la ciudad descritas por Josefo). Hoy, este valle está oculto por escombros que se han acumulado a lo largo de los siglos. En tiempos bíblicos, Jerusalén estaba rodeada de bosques de almendros, olivos y pinos. Durante siglos de guerras y abandono, estos bosques han sido destruidos. Los agricultores de la región de Jerusalén entonces construyeron terrazas de piedra a lo largo de las laderas para retener el suelo, una característica que todavía se evidencia mucho en el paisaje de Jerusalén. El suministro de agua siempre ha sido un problema importante en Jerusalén, atestiguado por la intrincada red de antiguos acueductos, túneles, depósitos y cisternas que se encuentran en toda la ciudad. Jerusalén está ubicada en la región central del país, a 60 kilómetros al este de Tel Aviv y del mar Mediterráneo . En el lado opuesto de la ciudad, a unos 35 km de distancia está el Mar Muerto , el cuerpo de agua más bajo de la Tierra. Las ciudades y pueblos vecinos incluyen Belén y Beit Jala al sur, Abu Dis y Ma'ale Adummim al este, Mevasseret Zion al oeste y Ramallah y Givat Zeev al norte. Jerusalén, situada en los montes de Judea, y hasta 1860, era una ciudad amurallada formada por cuatro barrios: judío, musulmán, armenio y cristiano. En esa época los judíos, que para entonces constituían la mayoría de la población de la ciudad, empezaron a establecer nuevos barrios fuera de las murallas, que formaron el núcleo de la moderna Jerusalén. Durante tres décadas de administración británica (1918-48), la ciudad pasó gradualmente de ser una descuidado villorrio provinciano del imperio otomano (1517-1917) a una floreciente metrópoli con muchos nuevos barrios residenciales, cada uno de los cuales refleja el carácter del grupo particular que lo habita. En 1949, a consecuencia del ataque árabe contra el recién creado Estado de Israel, la ciudad quedó dividida entre Jordania e Israel y durante los siguientes 19 años, muros de hormigón y alambradas de púas separaron las dos partes de la ciudad. Como resultado del ataque jordano a Jerusalén en la Guerra de los Seis Das en 1967, la ciudad fue reunificada. Jerusalén, que es hoy la mayor ciudad del país, cuenta con una población de más de 730.000 habitantes. A la vez antigua y moderna, es una ciudad de diversidad, cuyos habitantes representan una mezcla de culturas y nacionalidades, de formas de vida religiosas y laicas. Es una ciudad que preserva su pasado y construye hacia el futuro, con sitios históricos cuidadosamente restaurados, amplias áreas verdes, modernas centros comerciales, parques industriales y suburbios en expansión que reafirman su continuidad y vitalidad. |
Distrito. El distrito de Jerusalén es uno de los seis distritos de Israel. Su superficie es de 652 km², si se incluye el área disputada de Jerusalén Este de 70 kilómetros cuadrados. El distrito tiene una de población de 1.083.300 habitantes de los cuales 65,6% son judíos y 32,8% son árabes. Una quinta parte (21%) de los árabes en Israel viven en el Distrito de Jerusalén, que incluye tanto Jerusalén Oriental como Occidental. La mayoría de los árabes del distrito de Jerusalén son palestinos, con derecho a la ciudadanía en virtud de la legislación israelí, pero no son ciudadanos por elección colectiva. La minoría son árabes israelíes que viven en Abu Ghosh, Beit Safafa y Jerusalén oriental, donde se han asentado profesionales árabes israelíes desde fines del decenio de 1970, principalmente para prestar servicios jurídicos y de otro tipo a la población local. La población no judía está compuesta por un 28,3% de musulmanes, un 1,8% de cristianos y un 1,4% no esta clasificados por su religión. |
Administrative local authorities ()Autoridades administrativas locales.)
Cities | Local Councils | Regional Councils |
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plano de la ciudad |
Si te olvidare, oh Jerusalem, olvide mi diestra su habilidad; adhiérase mi lengua al paladar si de tí no me acordare; si no pusiere a Jerusalem en la cumbre de mis alegrías." (Salmos 137:5-6) Todo cristiano que no esté envenenado de turbias ideologías debe venerar la raza de la que ha salido la Redención, que a lo largo de los siglos tan visiblemente ha cargado con los pecados del mundo. Pero tan poco cristiano es el antisemitismo como la idolatría de cualquier forma de mesianismo político, incluido el sionista (excusa que muchos sedicentes católicos utilizan en estos días para vituperar al Papa). No hay historia más trágica que la del pueblo judío, elegido por Dios, allá en la noche de los tiempos, y sometido a lo largo de los siglos –a veces, tal como se nos narra en el Antiguo Testamento, como consecuencia de sus propias infidelidades– a multitud de dominaciones, hasta la expulsión de la tierra prometida, en tiempos de Adriano (vaticinada por Cristo, a quien su propio pueblo no reconoció en su primera venida). Durante casi dos mil años, aquella tierra prometida sería «pisoteada por los gentiles», mientras el pueblo judío padecía «cautiverio de todas las naciones», sin hallar nunca un asiento pacífico, víctima de persecuciones sin cuento que hallarían su expresión más sobrecogedora en la Segunda Guerra Mundial. Israel y mundo árabe. A la conclusión de este conflicto bélico, los horrores del genocidio judío condujeron a la comunidad internacional a atender las solicitudes del movimiento sionista, aprobando una división de Palestina en dos estados que otorgaban a árabes y judíos una extensión similar de territorio. Parecía que, al fin, los judíos iban a disfrutar de un período de paz que cicatrizase viejas heridas; pero esa aspiración se mostraría enseguida quimérica. Apenas constituido el estado de Israel, la Liga Árabe le declararía la guerra y trataría de invadirlo; e Israel respondería anexionándose territorios que no le habían sido asignados. Desde entonces, la región se ha convertido en un sangriento avispero cuya principal víctima es el pueblo palestino; un pueblo (entre el que se cuentan, por cierto, muchos cristianos) que se ha convertido en imagen viviente de la Pasión de Cristo. Unos pocos días antes de que sufriera esa Pasión, tras su entrada triunfal en Jerusalén, Cristo derramó su llanto sobre la ciudad amada, vaticinando una inminente catástrofe (la destrucción del templo en tiempos de Adriano) que puede considerarse también anticipo de catástrofes futuras, hasta el fin del mundo: «¡Ah, Jerusalén –exclamó entonces Cristo–, si reconocieras tú también en este día lo que conduce a la paz! Pero ahora está escondido a tus ojos». |
Jerusalén capital de Israel Como capital de Israel e importante centro académico y de altas tecnologías, Jerusalén es una urbe moderna, cosmopolita y vibrante. Desde el aspecto físico, la ciudad es en realidad muchas ciudades en una, de casi 800 mil residentes. La parte moderna se extiende hacia el oeste, norte y sur, y está mayoritariamente habitada por judíos. En muchas zonas residenciales conviven judíos laicos, tradicionales y ortodoxos. Mientras tanto, los judíos ultraortodoxos, con una elevada tasa de natalidad, han desbordado desde Me’a She’arim —el barrio ultraortodoxo del centro— hasta Sanhedria y grandes barrios nuevos en el norte de Jerusalén. La mayor parte del Jerusalén Este de la antigua «línea verde» —que lo dividió desde 1948 hasta 1967 (durante la época que fue Jordania)— sigue siendo árabe, aunque muchos barrios han vuelto a quedar separados de la Jerusalén judía por el tristemente conocido como «muro de la vergüenza» al que los israelíes siguen llamando «valla de seguridad» para prevenir lo que consideran actos de terrorismo. En el centro de la capital se encuentra la Ciudad Vieja, rodeada por sus antiguas murallas doradas, donde se reúne gran parte de la Jerusalén histórica y sus santuarios. También esta parte estuvo en manos jordanas hasta 1967. Tras la victoria en la guerra de los Seis Días, los israelíes se anexionaron la Ciudad Vieja y Jerusalén Este, aunque el mundo los considera territorios ocupados; de hecho, la anexión de Jerusalén Este, en 1980, no ha sido reconocida por ningún país. |
Ciudad Santa. Jerusalén, una de las ciudades más antiguas de la humanidad, es la capital de Israel y sede del gobierno. Su población es un mosaico de diversas comunidades nacionales, religiosas y étnicas. Con sus sitios históricos cuidadosamente preservados y restaurados, y sus modernos edificios, centros comerciales y parques industriales de alta tecnología, es, al mismo tiempo, antigua y moderna, con sus tesoros del pasado y con sus planes para el futuro. La santidad de esta metrópoli es reconocida por las tres grandes religiones monoteístas occidentales, el judaísmo, el cristianismo y el islam, pero la naturaleza de dicha santidad difiere para cada una de ellas. La Ley de los Santos Lugares (5727-1967) garantiza el libre acceso a los lugares sagrados para los miembros de los diferentes cultos. Para el pueblo judío, la ciudad es santa en sí. Elegida por Dios en su promesa a David, Jerusalén es el centro mismo de la existencia espiritual y nacional, y de la continuidad judía. Durante casi 3.000 años, desde los tiempos del rey David y la construcción del Primer Templo a cargo de su hijo Salomón, fue el centro de las plegarias y la devoción judía. Para los cristianos, es la ciudad de los Santos Lugares asociados con los hechos de la vida y ministerio de Jesús y con la historia de la temprana Iglesia Apostólica. Son lugares de peregrinaje, plegaria y devoción. En la tradición musulmana, el Monte del Templo es identificado como "el santuario más alejado" (en árabe, masjid al-aksa) desde el cual el profeta Mahoma, acompañado por el ángel Gabriel, llevó a cabo la travesía nocturna hacia el Trono de Dios (el Corán, Sura 17:1, Al-Isra). |
Historia Jerusalén es una de las ciudades más antiguas de la humanidad. El rey David la convirtió en capital de su reino, así como en el centro religioso del pueblo judío, en el año 1003 a.e.c. Unos 40 años más tarde, su hijo Salomón construyó el Templo, que se constituiría en el centro nacional y religioso del pueblo de Israel- y transformó la ciudad en la próspera capital de un gran imperio. En 586 a.e.c., el rey babilonio de Nabucodonosor conquistó Jerusalén destruyó el Templo, y exilió a una gran parte del pueblo judío. Cincuenta años más tarde, cuando Babilonia fue conquistada por los persas, el rey Ciro autorizó a los judíos el retorno a su patria y les otorgó autonomía. A su regreso, construyeron un Segundo Templo en el mismo lugar del Primero y reconstruyeron la ciudad y sus murallas. Alejandro Magno conquistó Jerusalén en el año 332 a.e.c. Después de su muerte la ciudad fue gobernada por los ptolomeos de Egipto, y posteriormente por los seléucidas de Siria. La helenización de la ciudad alcanzó su clímax bajo el régimen seléucida de Antíoco IV; quien profanó el Templo e intentó suprimir la identidad religiosa judía provocando una rebelión. Dirigidos por Judas Macabeo, los judíos derrotaron a los seléucidas en 164 a.e.c. y restablecieron la independencia judía bajo la dinastía hasmonea, que duró más de cien años, hasta que Pompeyo impuso el dominio romano sobre la Ciudad Santa. El rey Herodes el Idumeo, que fue impuesto por los romanos como soberano de Judea, estableció instituciones culturales en Jerusalén, construyó 16 magníficos edificios públicos y reengrandeció y embelleció el Templo otorgándole gran esplendor. La rebelión judía contra Roma estalló en el año 66 e.c., al transformarse el dominio romano, después de la muerte de Herodes, en sumamente opresivo. Por unos pocos años, Jerusalén estuvo libre de dominio extranjero, hasta que, en el año 70 e.c., legiones romanas comandadas por Tito conquistaron la ciudad y destruyeron el Templo. La independencia judía fue brevemente reinstaurada durante la rebelión de Bar Cojba (132 - 135), pero nuevamente vencieron los romanos. Se prohibió a los judíos la entrada a la ciudad, que fue redenominada Aelia Capitolina, y reconstruida de acuerdo a los patrones de una ciudad romana. Durante el siguiente siglo y medio, Jerusalén fue una pequeña ciudad provincial. Esto cambió radicalmente cuando el emperador bizantino Constantino la transformó en un centro cristiano y junto con su madre Helena, determinaron donde se venerarían los pasos de Jesús desde sus sitios de prédica hasta el lugar de su muerte y resurrección. Los ejércitos musulmanes invadieron el país en el año 634, y cuatro años más tarde el califa Omar conquistó Jerusalén. Durante el reinado de Abd al-Malik, quien construyó el Domo de la Roca (691), Jerusalén pasó a ser, por un corto período, la sede de un califa. El dominio de más de un siglo de la dinastía Omeya de Damasco fue sucedido en el año 750 por los abasidas de Bagdad y con ellos comenzó la declinación de Jerusalén. Los cruzados conquistaron Jerusalén en el año 1099, masacraron a sus habitantes judíos y musulmanes y fijaron la ciudad como capital del Reino Cruzado. Bajo los cruzados se destruyeron sinagogas, se reconstruyeron antiguas iglesias y muchas mezquitas fueron convertidas en templos cristianos. El dominio cruzado sobre Jerusalén finalizó en 1187, al caer la ciudad en manos de Saladino el kurdo. Los mamelucos, una aristocracia militar feudal de Egipto, dominaron Jerusalén desde 1250. Construyeron numerosos edificios, pero trataron a Jerusalén únicamente como un centro teológico musulmán, arruinando su economía por medio de pesados y negligentes impuestos. Los turcos otomanos, cuyo dominio se prolongó por cuatro siglos, conquistaron Jerusalén en 1517. Suleimán el Magnífico reconstruyó las murallas de la ciudad en 1537 e instaló fuentes públicas de agua potable por toda la ciudad. Después de su muerte, las autoridades centrales en Constantinopla demostraron poco interés por Jerusalén, y durante los siglos XVII y XVIII, la ciudad llegó a la más profunda de sus decadencias. Jerusalén comenzó a florecer nuevamente en la segunda mitad del siglo XIX. El creciente número de judíos que retornaba a su tierra, la decadencia del poder otomano y el revitalizado interés europeo en la Tierra Santa llevaron a un renovado desarrollo de la ciudad. El ejército británico mandado por el general Allenby conquistó Jerusalén en 1917. Entre 1922 y 1948 fue la sede administrativa de las autoridades británicas en la Tierra de Israel (Palestina), que le fue confiada a Gran Bretaña por la Liga de las Naciones como consecuencia del desmantelamiento del imperio otomano después de la Primera Guerra Mundial. La ciudad se desarrolló rápidamente, creciendo hacia el oeste, en lo que pasó a ser conocido como "la Ciudad Nueva". Después del término del Mandato Británico el 14 de mayo de 1948, y de acuerdo a la resolución de las Naciones Unidas del 29 de noviembre de 1947, Israel proclamó su independencia, con Jerusalén como su capital. Opuestos a su establecimiento, los países árabes iniciaron un ataque total al nuevo estado, provocando así la Guerra de Independencia de 1948-49. Las líneas de armisticio, trazadas al término de la guerra, dividieron a Jerusalén en dos, ocupando Jordania la Ciudad Vieja y algunas áreas al norte y al sur, y manteniendo Israel los sectores Occidental y sur de la ciudad. Jerusalén fue reunificada en junio de 1967, como resultado de la “Guerra de los Seis Días” en la que los jordanos intentaron apoderarse de la parte occidental de la ciudad. El barrio judío en la Ciudad Vieja, que fuera destruido bajo la dominación jordana, fue restaurado y se abolieron las leyes religiosas discriminatorias promulgadas por Jordania. Se adoptaron medidas para salvaguardar los lugares santos de todas las religiones y los portones de la Ciudad Vieja fueron abiertos para permitir la entrada a judíos, cristianos y musulmanes a sus lugares de culto y la custodia de los lugares santos fue entregada a los representantes de cada religión y denominación. En 1980, mediante la Ley Básica de Jerusalén, la ciudad fue declarada como capital del Estado judío. |
Jerusalén: población judía, musulmana y cristiana (1910-2005)
Año; Judíos; musulmanes; Cristianos; Total ; % de judíos al total 1910 45.000 12,000 12,900 69,900 64.377% 1922 34,000 13,500 14,600 62,500 54,4% 1931 51,000 19,900 19,300 90,500 56.353% 1946 99,300 33,700 31,400 164.400 60.401% 1967 196,800 58,100 12,900 267,800 73.487% 1972 261,100 74.400 11,800 347,300 75.179% 1983 346,700 112,100 13,900 472,700 73.345% 1995 486,600 171,700 13,900 672,200 72.389% 2000 439,600 196,900 14,200 657,500 66.859% 2005 582,700 240,900 15,700 839,300 69.427% |
Cultura
A pesar de que Jerusalén es reconocida principalmente por su significado religioso, la ciudad también alberga muchos lugares artísticos y culturales. El Museo de Israel, el mayor y más importante organismo cultural del Estado de Israel que ocupa un lugar destacado entre los principales museos de arte y arqueología del mundo, atrae a casi un millón de visitantes por año, de los cuales aproximadamente un tercio de ellos son turistas. El complejo, que comprende de 80 000 m², está comprendido de diez alas de arqueología, bellas artes y arte y cultura judía, que acogen colecciones enciclopédicas, incluidas obras que datan desde la prehistoria hasta el presente, y presenta la serie más amplia en el mundo de piezas de arqueología bíblica y de Tierra Santa. El museo tiene un gran jardín con esculturas al aire libre, y una maqueta a escala del Segundo Templo. La institución cuenta con diez alas o museos: Museo arqueológico Rockefeller; situado en Jerusalén Este, al otro lado de las murallas de la Ciudad Vieja de Jerusalén, es el primer museo arqueológico de Medio Oriente. Fue creado bajo el Mandato británico, e inaugurado en 1938. El edificio fue construido ex profeso y alberga una extraordinaria colección de antigüedades descubiertas en las excavaciones realizadas desde los inicios del Mandato. Está considerado como uno de los edificios más hermosos de la ciudad. Es una extensión del departamento de arqueología del Museo de Israel desde 1967, año en el que pasó a depender de la Autoridad de Antigüedades de Israel. Museo de Bellas artes Edmond y Lily Safra; este museo contiene colecciones obras de arte de toda época y cultura, entre las cuales incluye: arte europeo, arte moderno, arte contemporáneo, arte israelí, arte africano, arte de Oceanía, arte asiático y de América; en fotografía, diseño y arquitectura y grabados y dibujos. Ala de Arqueología Samuel y Saidye Bronfman; una exposición permanente del Museo de Israel dedicada a la arqueología de la antigua Tierra de Israel, con unos 6000 hallazgos que revelan la vida cotidiana de los pueblos de la región desde la Edad de Piedra hasta finalizar el período otomano. En esta ala también hay galerías temáticas dedicadas a la elaboración de la antigua escritura hebrea, la historia de las monedas, y la fabricación del vidrio a través del tiempo. Ala para las Artes y Vida Judía, Jack, Joseph y Morton Mandel; una muestra de material religioso y secular de las comunidades judías de todo el mundo, desde la Edad Media hasta la actualidad. Cinco principales temas son presentados en sus galerías: "El ritmo de vida: nacimiento, matrimonio, muerte"; "Revelaciones de los escritos"; "El camino de la sinagoga: Santidad y belleza"; "El ciclo del año judío"; "Vestuario y joyas". Ala Ruth de la Juventud para la Educación Artística; donde se montan exposiciones temporales y se ejecuta un extenso programa de educación artística, es visitada por 100 000 niños al año. Galería de arte Bella y Harry Wexner; un espacio para exposiciones temporales que se encuentra en el corazón del museo y cuenta con 930 m² dividido en tres espacios iguales, para poder albergar hasta tres exposiciones simultáneamente. Ala del Santuario del Libro; creado para la protección, custodia y permanente exhibición de los Rollos del Mar Muerto, descubiertos a mediados del siglo xx en las Cuevas de Qumran, cerca del mar Muerto.156 Maqueta del Segundo Templo; abierto al público en 1966, es una atracción popular y sitio educativo tanto para los israelíes como para los turistas por igual. Esta miniatura a escala 50:1 y cubriendo una superficie de 4200 m², evoca la antigua Jerusalén en su apogeo, recreando meticulosamente su topografía y el carácter arquitectónico en el año 66, el año en que estalló la revuelta judía contra los romanos, lo que desembocó a la destrucción del Segundo Templo y la ciudad en el año 70. Jardín de las Artes Billy Rose; creado por el prominente escultor y paisajista estadounidense de origenjaponés Isamu Noguchi, concibiendo un concepto único de jardín reuniendo los elementos del paisaje de Israel y el jardín japonés de estilo zen. Unas cincuenta de obras de escultores contemporáneos de Europa, Estados Unidos e Israel se colocan de tal manera que nos permite seguir el desarrollo de la escultura moderna desde el finales de siglo xix hasta nuestros días. Galería de arte Ticho House; localizada en el centro de Jerusalén, alberga las pinturas de Anna Ticho y las colecciones de Judaica de su marido, un oftalmólogo, que abrió la primera clínica oftalmológica de Jerusalén en este edificio en 1912.159 En esta galería de arte se encuentra una muestra permanente de las obras de Anna Ticho así como exposiciones temporales de otros artistas; la colección de candelabros de Janucá realizadas por el Dr. Avraham Ticho y una biblioteca de libros de referencia acerca delarte y literatura de Jerusalén. Cada viernes por la mañana hay funciones de música de cámara interpretada por artistas nacionales e internacionales. Yad Vashem, el memorial nacional de Israel dedicado a las víctimas del Holocausto, alberga la mayor biblioteca del mundo con información relacionada con el Holocausto,161 con aproximadamente unos 100 000 libros y artículos. El complejo alberga un museo que investiga el genocidio de los judíos a través de exposiciones que se centran en las historias personales de personas y familias que murieron en el Holocausto y una galería de arte con obras de artistas fallecidos. Yad Vashem también conmemora a los 1,5 millones de niños judíos asesinados por los nazis, y honra a los Justos entre las Naciones. El Museum On The Seam, que explora temas de la coexistencia a través del arte, está situado en la carretera que divide el este y el oeste de Jerusalén. Instituto L. A. Mayer de Arte Islámico, establecido en 1974, el museo alberga alfarería islámica, textiles, joyas, objetos ceremoniales y otros artefactos culturales islámicos. La Orquesta Sinfónica de Jerusalén, fundada en la década de 1940,165 ha realizado funciones alrededor del mundo. Otras salas de espectáculos incluyen el Centro Internacional de Convenciones (Binyanei HaUma) cerca de la entrada a la ciudad, donde la Orquesta Filarmónica de Israel da sus funciones, la Cinemateca de Jerusalén, el Centro Gerard Behar (antes Beit Ha'am) en el centro de Jerusalén, el Centro de Música de Jerusalén en Yemin Moshe, y el Centro de Música Targ en Ein Kerem. El Festival de Israel se celebra anualmente desde 1961 con actuaciones de cantantes locales e internacionales, tanto en salas como al aire libre, conciertos, obras de teatro y teatro de calle. Durante los últimos 25 años Jerusalén ha sido el principal organizador de este evento. El Teatro de Jerusalén en el barrio Talbiya, realiza más de 150 conciertos al año, así como presentaciones de compañías de teatro y danza y artistas del extranjero. El Teatro Khan, situado en el caravasar frente a la estación vieja de Jerusalén, es el único en la ciudad con teatro de repertorio.La estación se ha convertido en un lugar de celebración de eventos culturales en los últimos años, como el sitio de Shav'ua HaSefer, una feria del libro anual de una semana de duración, con actuaciones musicales al aire libre. El Festival de Cine de Jerusalén se lleva a cabo cada año, con la proyección de películas israelíes e internacionales. La sede del Teatro Nacional Palestino está ubicada en el teatro Al Hakawati, el único teatro de Jerusalén Este. El teatro produce y presenta espectáculos artísticos, educativos y de entretenimiento centrándose en particular en el público joven que representa la mayor parte de la población palestina. Organiza talleres de formación y sus espectáculos realizan giras en el extranjero. El Teatro Nacional de Palestina no puede recibir subvenciones de la Autoridad Palestina y rehúsa pedirlas al gobierno israelí, por lo que desarrolla sus actividades gracias a la colaboración de gobiernos e instituciones árabes e internacionales. En la calle Al-Zahra de Jerusalén Este, se encuentra la filial en Jerusalén del Conservatorio Nacional de Música Edward Said (The Edward Said National Conservatory of Music, ESNCM). Está previsto que el conservatorio se traslade a su nueva sede, el Shihabi building, un edificio histórico situado en esa misma calle y cuya rehabilitación se está llevando a cabo en 2011 y 2012. El Conservatorio Edward Said de Jerusalén fue inaugurado en 1996. Alberga The Jerusalem Children’s Orchestra, una orquesta infantil de repertorio clásico europeo y árabe, compuesta por los alumnos del Conservatorio. Reciben formación de los profesores del centro así como de profesores procedentes de instituciones internacionales asociadas, y realizan pequeñas giras. La rama del Conservatorio Nacional de Música Edward Said en Jerusalén organiza el festival anual de música clásica árabe Layali Tarab fi Quds el Arab (Nights of Tarab in Arab Jerusalem), cuyos conciertos se desarrollan a lo largo de un mes en Jerusalén y en otras ciudades de los Territorios Palestinos. La galería de artes visuales Palestinian Art Court – Al Hoash, establecida en 2004 en Jerusalén Este, es una galería para la preservación y el fomento del arte palestino de la región. Su objetivo es que su colección sea el núcleo de un futuro museo nacional de arte palestino en Jerusalén. Organiza talleres, proyecciones de películas y encuentros, y sus exposiciones ofrecen muestras de pintura, fotografía, vídeoarte e instalaciones, entre otras disciplinas. Es una organización independiente sin ánimo de lucro y recibe ayudas del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. En 1974 se fundó la Cinemateca de Jerusalén por Lia van Lear. En 1981 se aprobó la nueva construcción en el camino a Hebrón, cerca del Valle de Hinnom y la Ciudad Vieja, para la fundación del Archivo Nacional de Cine Israelí. El Museo Islámico de Jerusalén fue creado oficialmente en 1923, y trasladado a su emplazamiento actual, en la esquina suroeste de la Explanada de las Mezquitas en 1929. Consta de tres edificios con una superficie total para exposiciones de más de 1000 m². El más antiguo fue construido por los Cruzados en el siglo xii; le sigue una antigua mezquita del siglo xiii y un edificio de la época de los Mamelucos (siglo xiv). El museo expone objetos y piezas de períodos islámicos y no islámicos, clasificados por épocas, regiones y temas. |
Mea Shearim Mea Shearim (en hebreo: מאה שערים, lit. ‘Cien puertas’, pero en contexto, 'Cien medidas'),n 1 también Me'a She'arim —llamado en yidis: Meye Shorim—, es un barrio ubicado en el norte de Jerusalén. Es muy conocido por ser una zona en la que viven exclusivamente judíos ultraortodoxos. Diversos letreros invitan a las visitantes a no entrar en dicho barrio vestidas de modo «indecente». Historia El barrio fue construido a lo largo del siglo XIX puesto que la vida en el casco antiguo de Jerusalén era demasiado incómoda. Estaba compuesto de pequeñas casas de dos habitaciones para unas diez personas cada una que, construidas unas junto a otras, formando una muralla natural, mientras que las escuelas estaban en el casco antiguo. La Guerra de 1948 dejó Mea Shearim en manos de Israel, y el casco antiguo de la ciudad pasó a dominio jordano. Cuando se creó el Estado de Israel, se tuvo en cuenta a la población de Mea Shearim y sus objetivos particulares. El derecho primordial de cualquier judío religioso de regresar a Israel, sin tener que mezclarse con la sociedad moderna y civil, se respetó, ya que el «derecho al retorno» se aplicaba tanto a ortodoxos como a laicos. Nunca se les impuso el servicio militar, al aceptar el ejército israelí las razones religiosas para no obligar a nadie a empuñar un arma. Tampoco se les impuso el llamado «servicio nacional de ayuda alternativa» si su modo de vida les obligaba a estudiar en una yeshivá. En el barrio, la lengua más hablada es el yidis. 1.-El nombre se refiere a las «cien medidas» de cosecha que recogió el patriarca Isaac, evocadas en la Torá, en el libro del Génesis (26, 12), y correspondía a la Parashá haShavúa (sección semanal de la Torá) que se leía en la sinagoga durante la semana en que se creó el barrio. |
Jerusalén: Dividida en su seno Por David Amsellem* En 1949, el Estado de Israel convirtió a Jerusalén Occidental en su capital. Posteriormente, en 1967 se anexó la parte del este, poblada de palestinos. A pesar de ello, la ciudad sigue estando dividida. Los recientes enfrentamientos entre la policía israelí y los manifestantes palestinos en Jerusalén, por los cuáles más de 300 palestinos resultaron heridos, si bien se desataron por el rechazo a una decisión de la justicia israelí de avanzar con el desalojo de ocho familias palestinas del barrio de Sheikh Jarrah (Jerusalén Este), hunde sus raíces en la histórica división de esa ciudad y los intentos por parte de colonos judíos de avanzar en el este de Jerusalén. En el siglo XIX, Jerusalén era una ciudad modesta con una superficie inferior a un kilómetro cuadrado y donde vivían unos 15.000 habitantes. Estos estaban agrupados en el interior de las imponentes murallas, construidas bajo el reinado del sultán otomano Solimán el Magnífico tres siglos antes. Al mismo tiempo nacía en Europa el sionismo, un movimiento nacionalista judío. Su objetivo era reagrupar al conjunto del pueblo en la antigua patria de los hebreos, Eretz Israel. Jerusalén, centro espiritual y en otro tiempo también político, se convertía ahora en el símbolo de la lucha. De hecho, una colina de la ciudad debe su nombre a este movimiento. Desde 1860, los pueblos se instalaban en el exterior de las murallas y la ciudad comenzó a extenderse. Por consiguiente, la vieja ciudad amurallada pasó a ser el casco antiguo de la ciudad. Al finalizar la Primera Guerra Mundial en 1919, los franceses y los ingleses se repartieron lo que quedó del Imperio Otomano (Tratado de Sèvres, 1920). Fue así como Palestina pasó a estar bajo el mando británico. Por su parte, el movimiento sionista intensificó su política de inmigración dentro del país, especialmente en Jerusalén. En la ciudad, la convivencia era cada vez más conflictiva entre la población judía y la población árabe, las cuales tenían enfrentamientos frecuentes, algunos incluso muy violentos (como las confrontaciones mortales de 1920, 1936 y 1939). Sin embargo, a pesar de las tentativas británicas de frenarlo, el fenómeno de la inmigración continuó. A mediados de los años 40, Jerusalén contaba con aproximadamente 150.000 habitantes, de los cuales dos tercios eran judíos. Línea divisoria de las aguas El 14 de mayo de 1948, el Estado de Israel proclamó su independencia. Algunas horas más tarde, los países árabes vecinos le declararon la guerra. Al final del primer conflicto árabe-israelí en 1949, el Estado hebreo y Jordania entablaron negociaciones para determinar una línea de armisticio (la llamada “línea verde”) y delimitar su frontera. En Jerusalén, esta demarcación dividía la ciudad en dos partes: una parte occidental bajo el Gobierno israelí (38,5 km2), donde solo residían israelíes, y una parte oriental bajo el Gobierno jordano (6 km2), donde solo vivían palestinos. A la división política y demográfica se sumaba la distinción geográfica, ya que la línea verde seguía también la línea divisoria de las aguas. Así pues, en el oeste se observaba una meseta, mientras que en el este se veían bosques en desnivel y numerosos valles y cursos de agua estrechos, sobre todo en el sur del casco antiguo de la ciudad. Sin duda, esto influyó en el desarrollo urbano, pues la topografía facilitaba el acondicionamiento de la meseta y permitió el desarrollo de un tejido urbano compacto y uniforme. En el este, por el contrario, la instalación resultó bastante más ardua, lo que explica en parte que los espacios construidos sean mucho menos densos. Relación de fuerza demográfica En 1967, Israel inició una guerra relámpago contra sus vecinos (la Guerra de los Seis Días) y conquistaron el Sinaí, la Franja de Gaza, el Golán y Cisjordania (Jerusalén Este inclusive). El casco antiguo de la ciudad, el lugar más sagrado del judaísmo, así como el Monte del Templo o Explanada de las Mezquitas, tercer lugar más sagrado del Islam, pasaron a estar bajo la autoridad del Estado de Israel. El Parlamento israelí (el Knesset) ratificó la anexión de la parte oriental de la ciudad trece años más tarde y proclamó a Jerusalén capital “única e indivisible” de Israel. Al día siguiente de finalizada la Guerra de los Seis Días, los límites municipales se ampliaron pasando de 44,5 km2 a cerca de 130 km2. La mayoría de los territorios nuevamente integrados en el municipio estaban situados en el este. El objetivo fue claro: hacerse con el mayor territorio posible que tuviera el menor número de población árabe para permitir la instalación de ciudadanos israelíes en la parte oriental. En 1967, Jerusalén “reunificada” contaba con alrededor de 270.000 habitantes, de los cuales 200.000 eran judíos (75%) y 70.000 musulmanes (25%). En 2013, la población se triplicó (805.000 habitantes): los judíos representan el 62% de la población frente al 35% que representan los musulmanes. El 3% restante corresponde a cristianos y ateos. A simple vista, parece que la parte de la población judía ha disminuido en el conjunto del municipio. En cambio, para el Gobierno israelí, el reto se encuentra en la parte recientemente conquistada. Así, Jerusalén Occidental aún está poblada esencialmente por judíos (98%), mientras que en el este, aunque si bien es cierto que la población musulmana sigue siendo mayoritaria (58%), la presencia musulmana ha disminuido considerablemente desde hace más de cuarenta años si la comparamos con la población judía (42%). Hay que recordar que antes de 1967 ningún judío vivía en ese lugar. Por consiguiente, a pesar de que las reivindicaciones árabes para proclamar Jerusalén como capital de un futuro Estado palestino siguen siendo muy persistentes, la relación de fuerza de los grupos demográficos que impone Israel sobre el terreno hace que este hecho sea cada vez más hipotético. Tras más de cuarenta años desde la unificación, Jerusalén se encuentra, desde luego, bajo el gobierno de una sola autoridad política. Sin embargo, la ciudad sigue estando fuertemente dividida en su interior. Las diferencias en el desarrollo entre el este y el oeste aún no han sido resueltas, a excepción de los territorios donde hay establecimientos israelíes. Además, la población palestina, que no recibió la nacionalidad israelí en 1967, nunca ha llegado a estar verdaderamente integrada y la existencia de algunos servicios públicos específicos de cada comunidad como el transporte o la educación así lo demuestra. De hecho, desde 2005, una parte de esta población ha sido excluida de la ciudad por el trazado del muro. Existe también una división entre israelíes laicos y ortodoxos. Estos últimos se concentran en determinados barrios, ocupados en su gran mayoría solo por ellos (Mea Shearim, Géoula, etc.), y disponen de su propio sistema de educación y transporte (con la separación entre hombres y mujeres dentro del autobús). Actualmente, representan un tercio de la población de la ciudad y, por ello, poseen verdadera fuerza para reivindicar sus derechos. |
Ubicación de Jerusalén Este |
Jerusalén occidental.
Jerusalén occidental o Jerusalén Oeste se refiere a la parte de Jerusalén que quedó bajo control israelí después de la guerra árabe-israelí de 1948. La línea de demarcación definida al final de la guerra la separó del resto de la ciudad que se quedó bajo control jordano.12 Algunos países occidentales, como los Estados Unidos y el Reino Unido, reconocieron de facto la autoridad de Israel sobre el territorio, pero no la reconocieron de jure a la espera de una resolución definitiva sobre el estatus de la ciudad.
Israel estableció su capital en Jerusalén en 1950,3 y el gobierno israelí invirtió grandes sumas para crear empleo, edificios y oficinas para la administración, una nueva universidad, la Gran Sinagoga y el edificio de la Knéset. Jerusalén occidental pasó a depender de la jurisdicción israelí según leyes aprobadas en 1948.
Jerusalén Este.
Jerusalén Este, también referida como Jerusalén Oriental, es la parte de la ciudad de Jerusalén que quedó bajo control jordano tras la guerra árabe-israelí de 1948, y que incluye la Ciudad Vieja de Jerusalén, con numerosos lugares sagrados para el judaísmo, el islam y el cristianismo. Israel conquistó Jerusalén Este en 1967 y se la anexionó en 1980, aunque este movimiento no ha sido reconocido internacionalmente. En la actualidad, Israel controla de facto toda Jerusalén y considera toda la ciudad como su capital, mientras que el Estado de Palestina ha declarado a Jerusalén Este como su propia capital. Ninguna de estas reivindicaciones ha obtenido un amplio apoyo internacional.
Según la resolución 181 de las Naciones Unidas, aprobada el 29 de noviembre de 1947, toda la ciudad de Jerusalén quedaría administrada por la ONU bajo la fórmula legal de un corpus separatum. Sin embargo, tras la batalla de Jerusalén durante la guerra árabe-israelí de 1948 la ciudad fue compartida por Israel y Jordania, con los israelíes gobernando Jerusalén Oeste y Jordania, Jerusalén Este y la Ciudad Vieja. La administración jordana duró hasta 1967, cuando, en la Guerra de los Seis Días, fue conquistada por Israel y anexionada al resto del municipio jerosolimitano, aunque dicha anexión no ha sido reconocida por ningún país del mundo y fue declarada una «violación del derecho internacional» por Naciones Unidas en su resolución 478.
Asimismo, el 23 de diciembre de 2016, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas reiteró en su Resolución 2334 que considera Jerusalén Este como «territorio ocupado». Este sector de la ciudad incluye la Ciudad Vieja y algunos de los principales lugares religiosos del judaísmo, el islam y el cristianismo, como el Muro de las Lamentaciones, el Santo Sepulcro y el Monte del Templo o Explanada de las Mezquitas.
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