Una obra colosal
Realizada cuando la imprenta con caracteres móviles se encontraba ya en fase de plena consolidación, esta Biblia se diferencia de la habitual tipología del códice miniado tanto por sus imponentes dimensiones como por el número de hojas, treinta y cinco de las cuales están ilustradas con miniaturas que se presentan como auténticas obras pictóricas.
Los genios de la miniatura
La Biblia, destinada a convertirse en el más hermoso códice de la biblioteca de Federico da Montefeltro, fue escrita por Ugo Comminelli da Mézières y decorada en Florencia en el breve plazo de dos años (1477-1478) por Francesco di Antonio del Chierico, un miniador que se encontraba entonces en el vértice de la fama, magnánimamente “prestado” al Duque de Urbino por el mismísimo Lorenzo de Médici. Junto a Francesco figuran otros ilustres nombres de la historia de la miniatura como Attavante degli Attavanti, Francesco Rosselli y con toda probabilidad también Davide Ghirlandaio, hermano del más conocido Domenico Ghirlandaio.
Ecos del Renacimiento
A través de la mano de estos artistas, se condensa en las miniaturas de la Biblia el riquísimo patrimonio figurativo del siglo XV florentino. Al realizar un recorrido por las ilustraciones no resulta difícil percibir en ellas los ecos de los más destacados protagonistas del Renacimiento toscano.
Federico da Montefeltro
Federico da Montefeltro, también conocido como Federico III da Montefeltro (7 de junio de 1422 – † 10 de septiembre de 1482), fue uno de los más exitosos condottieri del Renacimiento italiano, y Duque de Urbino desde 1444 hasta su muerte. En Urbino encargó la construcción de una gran biblioteca, quizá la mayor de Italia después de la Biblioteca Apostólica Vaticana, con su propio equipo de escribientes, y organizó alrededor de él una corte humanística en una de las grandes joyas arquitectónicas del renacimiento temprano, el Palacio ducal de Urbino, diseñado por el teórico y arquitecto Francesco di Giorgio Martini.
Federico da Montefeltro
Federico da Montefeltro, también conocido como Federico III da Montefeltro (7 de junio de 1422 – † 10 de septiembre de 1482), fue uno de los más exitosos condottieri del Renacimiento italiano, y Duque de Urbino desde 1444 hasta su muerte. En Urbino encargó la construcción de una gran biblioteca, quizá la mayor de Italia después de la Biblioteca Apostólica Vaticana, con su propio equipo de escribientes, y organizó alrededor de él una corte humanística en una de las grandes joyas arquitectónicas del renacimiento temprano, el Palacio ducal de Urbino, diseñado por el teórico y arquitecto Francesco di Giorgio Martini.
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