Fiesta de San Juan, de Jules Breton (1875). |
La Fiesta de San Juan, también llamada víspera de San Juan o noche de San Juan es la festividad del nacimiento de San Juan Bautista por parte del cristianismo el día 24 de junio. Algunos vinculan la festividad o algunas de sus celebraciones en ritos de origen pagano previos o ajenos al cristianismo (Litha). En países europeos-mediterráneos la realización de hogueras de fuego suele ser un elemento habitual.
La llegada del solsticio de verano se celebra en toda la geografía española con ritos y tradiciones ancestrales. Algunos piensan que San Juan es la noche más corta del año (en el hemisferio norte) o la más larga (en el sur); aunque esto suele ocurrir el día 21 de junio; alargándose en ciudades la fiesta hasta el amanecer. La noche de San Juan ha adquirido la magia de las antiguas fiestas paganas que se organizaban con el solsticio de verano.
El origen de esta costumbre se asocia con las celebraciones en las que se festejaba la llegada del solsticio de verano, el 21 de junio en el hemisferio norte, cuyo rito principal consiste en encender una hoguera. La finalidad de este rito era "dar más fuerza al sol", que a partir de esos días iba haciéndose más "débil" ―los días se van haciendo más cortos hasta el solsticio de invierno. Simbólicamente, el fuego también tiene una función "purificadora" en las personas que lo contemplaban.
Se celebra en muchos puntos de Europa, aunque está especialmente arraigada en España, Portugal (fogueiras de São João), Noruega (Jonsok), Dinamarca (Sankthans), Suecia (Midsommar), Finlandia (Juhannus), Estonia (Jaanipäev) y Reino Unido (Midsummer).
La fiesta cristiana de San Juan es el 24 de junio, seis meses antes de la víspera del nacimiento de Jesús, que es el 24 de diciembre. Estos seis meses son la diferencia que los evangelios indican entre uno y otro nacimiento. No obstante, tres días de diferencia de ambas fechas con ambos solsticios hace que no sea razonable asignar esta fiesta al solsticio, y los estudiosos se inclinan por el hecho de que el 25 de diciembre, nacimiento de Jesús, se asocia más razonablemente a la celebración judía de la Hanukkah o dedicación del Templo (Jesús era el nuevo Templo para los cristianos). Según este razonamiento, la fiesta de San Juan no tendría nada que ver con las celebraciones paganas del solsticio de verano. Una diferencia de 3 días es demasiado margen para el conocimiento astronómico de cualquier época que consideremos.
America Latina
En América Latina, en el nordeste de Argentina, Brasil (tiene Festas Juninas), Bolivia, Cuba, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú, Puerto Rico y Venezuela, la noche de San Juan está así mismo relacionada con antiquísimas tradiciones y leyendas españolas como la Leyenda de la Encantada.
En muchos lugares no cabe duda de que las celebraciones actuales tienen una conexión directa con las celebraciones de la antigüedad ligadas al solsticio de verano, influidas por ritos precristianos o simplemente vinculados a los ciclos de la naturaleza. Sin embargo, en otros lugares (por ejemplo, España y Portugal) la existencia de una vinculación entre las celebraciones del solsticio de verano (en el hemisferio norte) que tiene lugar el 20-21 de junio y las celebraciones del día de San Juan (el 24 de junio) varían en función de las fechas, la discontinuidad en la celebración, las tradiciones y costumbres o la ruptura con el pasado pre-cristiano que supuso el largo periodo de dominación musulmana en la Península Ibérica, que haría imposible cualquier vinculacion con cultos paganos de una festividad vinculada al cristianismo. Pese a ello, se observan elementos comunes, como la realización de hogueras en las calles y plazas de las poblaciones donde se reúnen familiares y amigos.
Chile
Los conquistadores reemplazaron las fiestas solsticiales del Machaq Mara y We Tripantu, que marcaban el inicio del año para aymaras y mapuches, por una celebración con tintes demoniacos para dejar en claro la posición respecto a las religiones indígenas. La tradición relacionada a la Noche de San Juan en Chile se refiere eminentemente a creencias populares relacionadas a la figura del Diablo, en un principio focalizadas en la isla de Chiloé y sectores rurales del centro-sur de Chile, y actualmente diseminadas a lo largo del país en diversas variantes.
El folclore local sugiere que en esta festividad, la presencia demoníaca es más patente que en cualquier otra fecha del año, lo que se reconoce como la oportunidad para la realización de ciertos actos de brujería. Célebre en el país es la "tradición de las papas" (de las patatas), según la cual, la colocación de estos tubérculos bajo la cama en la Noche de San Juan puede ser utilizada como un oráculo de Año Nuevo. También se relaciona a esta festividad con numerosos eventos relacionados con el árbol de la higuera, que van desde el aprendizaje instantáneo de la interpretación de un instrumento musical (mediada por el demonio) bajo este árbol, como la aparición de su supuesta flor.
Chile
Los conquistadores reemplazaron las fiestas solsticiales del Machaq Mara y We Tripantu, que marcaban el inicio del año para aymaras y mapuches, por una celebración con tintes demoniacos para dejar en claro la posición respecto a las religiones indígenas. La tradición relacionada a la Noche de San Juan en Chile se refiere eminentemente a creencias populares relacionadas a la figura del Diablo, en un principio focalizadas en la isla de Chiloé y sectores rurales del centro-sur de Chile, y actualmente diseminadas a lo largo del país en diversas variantes.
El folclore local sugiere que en esta festividad, la presencia demoníaca es más patente que en cualquier otra fecha del año, lo que se reconoce como la oportunidad para la realización de ciertos actos de brujería. Célebre en el país es la "tradición de las papas" (de las patatas), según la cual, la colocación de estos tubérculos bajo la cama en la Noche de San Juan puede ser utilizada como un oráculo de Año Nuevo. También se relaciona a esta festividad con numerosos eventos relacionados con el árbol de la higuera, que van desde el aprendizaje instantáneo de la interpretación de un instrumento musical (mediada por el demonio) bajo este árbol, como la aparición de su supuesta flor.