Apuntes de clases

Clases de filosofía y ciencias bíblicas del Instituto de Humanidades Luis Campino, y la Parroquia de Guadalupe de Quinta Normal.


miércoles, 23 de enero de 2013

Grandes maestres de la Jarretera I a


Esteban Aguilar Orellana; Giovani Barbatos Epple;Ismael Barrenechea Samaniego; Jorge Catalán Nuñez; Boris Díaz Carrasco; Rafael Díaz del Río Martí;Alfredo Francisco Eloy Barra ;Rodrigo Farias Picon; Franco Antonio González Fortunatti;Patricio Ernesto Hernández Jara; Walter Imilan Ojeda;Jaime Jamet Rojas;Gustavo Morales Guajardo;Francisco Moreno Gallardo; Boris Ormeño Rojas;José Oyarzún Villa;Rodrigo Palacios Marambio;Demetrio Protopsaltis Palma;Cristian Quezada Moreno;Edison Reyes Aramburu; Rodrigo Rivera Hernández;Jorge Rojas Bustos; Alejandro Suau Figueroa; Cristian Vergara Torrealba; Rodrigo Villela Díaz; Nicolas Wasiliew Sala;Marcelo Yañez Garin;Katherine Alejandra del Carmen  Lafoy Guzmán;Paula Flores Vargas; 

Casa de Plantagenet (rama principal)
Edouard (Edward) III Plantagenêt
(Windsor, 13 novembre 1312 - Richmond, 21 juin 1377)
Prince d'Angleterre
Roi d'Angleterre et Seigneur d'Irlande (1327)
Duc d'Aquitaine (1327)

1er Chef et Souverain de l’Ordre de la Jarretière (1348)


1.-Eduardo III, Rey de Inglaterra de 1327 a 1377

2.-Ricardo II, Rey de Inglaterra de 1377 a 1399


El esfuerzo exigido de Inglaterra por Eduardo III para llevar a cabo sus proyectos en el continente, el resultado desgraciado de la primera parte de la guerra de los Cien Años, la perturbación social provocada por la invasión de la Peste Negra y, por último, la conmoción religiosa típica de la segunda mitad del siglo XIV en Inglaterra y el resto de Europa, abrieron un grave paréntesis en la historia inglesa, el cual finalizó con la instauración de la dinastía de los Lancaster. Este periodo de crisis y convulsiones fue presidido por la figura del último Plantagenet de la línea directa, Ricardo II, nieto de Eduardo III e hijo del Príncipe Negro y de Juana de Kent (nacido el 6-I-1367), en Burdeos.
Desprovisto de ponderación, violento, fantástico y orgulloso, Ricardo no era el hombre apropiado para hacer frente a los acontecimientos. No carecía de energía ni de visión política; pero estas cualidades eran anuladas por su temperamento arrebatado y pasional, ora encendido en el delirio de la ira, ora abatido en el pozo de la depresión y de la melancolía. Precursor a su manera de la monarquía autoritaria, careció del tacto necesario para aglutinar a sus partidarios y pereció víctima de la confabulación de la nobleza
Creado príncipe de Gales el 20-XI-1376, heredó la corona de Inglaterra a la muerte de su abuelo Eduardo III, acaecida el 21-VI-1377. Tenía entonces diez años de edad. La regencia fue ejercida por un Consejo nombrado por el Parlamento; pero en realidad, quienes gobernaron —o desgobernaron— fueron los tíos del joven soberano, con el famoso Juan de Gante, duque de Lancaster, a su cabeza.
Sus esfuerzos bélicos en el continente fracasaron por completo, mientras en el interior del país crecía el malestar social, espoleado por las doctrinas religiosas propagadas por Wycleff y sus discípulos, los lollardistas. La implantación de un nuevo impuesto en 1381 desencadenó la tempestad. Acaudillados por Wat Tyler, los campesinos asaltaron Londres y cometieron en la ciudad todo género de tropelías. En esta ocasión, el muchacho que era Ricardo dio muestras de un espíritu singular. Con bravura insospechada se presentó ante las turbas, hizo apuñalar a Wat Tyler y dispersó a los sublevados (15-VI).
Desde este momento Ricardo II va a gobernar. Partidario de la autoridad de la monarquía, se rodea de una camarilla de caballeros y favoritos. La gran nobleza disgustada, busca un jefe para expresar su descontento en la persona del tío del rey, Tomás de Buckingham, duque de Gloucester. Auxiliado este por los condes de Warwick y de Arundel, impone su voluntad como restaurador del mecanismo constitucional. En 1388 el parlamento condena y dispersa a los servidores de Ricardo II, y pone al rey bajo su tutela.
Entonces el soberano cambia de táctica. Mediante un trabajo de zapa, disgrega el bloque de sus enemigos, mientras él gobierna sujetándose a los procedimientos constitucionales. Por otra parte, somete a los jefes irlandeses sublevados (1394-1395) y concierta paces con Francia (1396). Estos éxitos le han dado gran popularidad. Llegado, pues, el momento apetecido, actúa sin contemplaciones.
En 1397 cae la cabeza del duque de Gloucester, y poco después las de Warwick y Arundel. Ricardo prescinde del Parlamento, nombra una Comisión que le es adicta y confía el gobierno a letrados y caballeros. Al mismo tiempo, reprime con severidad todo conato de oposición, confisca bienes, violenta las leyes y solo procura satisfacer sus caprichos. Todos los nobles se apartan de él, incluso Nothingham y Bolingbroke, a los que había creado duques de Norfolk y Hereford.
Desterrados en septiembre de 1398, Hereford, hijo de Juan de Gante, a cuya muerte (1399) Ricardo II ha confiscado los bienes del ducado de Lancaster, se convierte en caudillo de la oposición. Aprovechando una expedición de Ricardo II a Irlanda, desembarca en Inglaterra y se adueña fácilmente del poder. El rey se le rinde en Flint el 19-VIII-1399. Luego, firma su acta de abdicación (30 de septiembre) en favor de Hereford, reconocido rey por el Parlamento con el nombre de Enrique IV, quien instaura la nueva dinastía de los Lancaster. Recluido el último Plantagenet en Pontefract, murió de modo misterioso en febrero de 1400, probablemente asesinado por orden de Enrique IV.

Casa de Lancaster

3.-Enrique IV, Rey de Inglaterra de 1399 a 1413


Nació en Bolingbroke (condado de Lincoln) en 1367 y murió en Westminster en 1413. Era hijo único de Juan de Gante y de Blanca, hija de Enrique de Lancaster. Teniendo quince años contrajo matrimonio con María Bohun, y en 1385 fue hecho conde de Derby. Dos años más tarde fue uno de los cinco lores que acusaron al conde de Suffolk y otros, y tomó parte en los debates del llamado Parlamento inexorable. Asintió, sin embargo, a la vuelta al poder de Ricardo, apoyó al rey en el golpe de Estado de 1397, y fue creado duque de Heresford. Su querella con el duque de Norfolk le condujo al destierro y, a la muerte de su padre, Ricardo le negó la sucesión a su título y herencia (1398). Al siguiente año se aprovechó de la ausencia de Ricardo, ocupado en Irlanda, para reivindicar sus derechos.
Desembarcó en el condado de York, tomó a Bristol, y se apoderó de Ricardo en las cercanías del castillo de Conway. En un Parlamento que se reunió en Septiembre de 1399, reclamó el trono basándose en ser descendiente de Enrique III, en el derecho de conquista y en la necesidad de reformas. El parlamento aceptó su reclamación; Ricardo se vio obligado a abdicar, y Enrique fue coronado el 13-X-1399.
El último de los tres fundamentos de la explicación de su política, le había conquistado el favor de la Iglesia, rompiendo lanzas en pro de la ortodoxia; las circunstancias de su accesión al trono y las dificultades de su gobierno le obligaron a hacer concesiones a la Cámara de los Comunes, concesiones que elevaron aquel cuerpo a una situación de que no volvió a disfrutar en el transcurso de los siglos.
La primera parte de su reinado la ocupó sofocando las revueltas, no solo del partido vencido, sino de los descontentos del suyo. Estos disturbios iban complicados con hostiles relaciones con Francia, Escocia y Gales. Carlos VI se sentía inclinado a volver por los fueros de su hija Isabel, esposa de Ricardo II, y a la muerte de este último (1400) la reclamó, con su dote.
El duque de Albany, en Escocia, era hostil a Enrique, y Owen Glendowen acaudillaba una insurrección nacional en Gales. La primera tentativa fue hecha a principios del año por los condes de Ricardo, pero sus planes fueron descubiertos y sus fuerzas destrozadas. Muchos de los jefes cayeron víctimas de la venganza popular. Más seria fue la rebelión de los Percy (1403), hasta entonces firmes sostenes de Enrique.
Pero la vigilancia y la actividad de Enrique estaban a la altura de las circunstancias. Hizo fracasar un complot que tenía por objeto el apoderarse del joven conde de March (1405), y sofocó una nueva sublevación en el norte. Scrope, arzobispo de York, y Mowbray, gran mariscal, que acaudillaba a los rebeldes, fueron hechos prisioneros y decapitados.
El papa Gregorio XII, al oír la nueva, excomulgó a los culpables. Se dice que Enrique le remitió la armadura que Scrope llevaba en el combate, preguntando al pontífice si era aquella la túnica que llevaba su hijo. El papa comprendió la alusión, y se contentó con responder: No sé si es la túnica de mi hijo; lo único que sé es que una bestia feroz lo ha devorado. El rey tenía ya en su poder al hijo del duque de Albany; después se apoderó de Jacobo, el pretendiente a la corona de Escocia, y el asesinato del duque de Orleáns le quitó de en medio al peor enemigo que tenía en Francia.
Esta última crisis, sin embargo, le había puesto en la dura necesidad de hacer nuevas e importantes concesiones a la Cámara de los Comunes. Había prometido (1407) gobernar con la anuencia de un Consejo nombrado con su aprobación, sometiendo a su criterio la lista civil, con otras limitaciones. Durante todo su reinado se vio asediado por la falta de dinero y, como quiera que el parlamento ejercía el derecho de votar créditos extraordinarios, este derecho daba a aquella corporación gran ascendiente sobre sus acciones.
Había subido al trono como el campeón de la ortodoxia. Así tenía que pagar a la Iglesia ciertas rentas estipuladas, y que ciertos autores dicen que esta las gastaba persiguiendo a los loliardos. Los comunes, en cambio, eran de parecer que la propiedad de la Iglesia debía servir para los intereses del Estado. Con estas limitaciones, su política exterior no pudo ser enérgica. A duras penas, al comenzar su reinado, pudo defender las costas, y aun cuando después aprovechó la oportunidad de la guerra civil para invadir la Francia (1411), sus esfuerzos, en general, se redujeron a reforzar su dinastía por medio de casamientos extranjeros.
En sus últimos años, apenado por una enfermedad crónica (no la lepra, como se ha asegurado), confió con frecuencia en su hijo, con el cual, por otra parte, no estaba siempre en las mejores relaciones. Fundó la orden del Baño, y le gustaba alternar con la gente letrada.
De su primera mujer, María Bohun tuvo seis hijos: Enrique, que le sucedió; Tomás de Clarence; Juan, duque de Bedford; Hunfredo, duque de Gloucéster; Blanca, que casó con el conde palatino del Rhin, y Felipa, reina de Dinamarca. Era un hombre precavido, astuto y resuelto, inclinado por naturaleza a la bondad y la clemencia, pero en ocasiones cruel y poco escrupuloso. Consiguió dar cima al gran proyecto de su vida y comprendió que el poder que había usurado solo podía mantenerlo sobre una base constitucional.




4.-Enrique V,  Rey de Inglaterra de 1413 a 1422


La leyenda ha hecho de Enrique V un héroe teatral. Piadoso, justo, magnánimo, valeroso, protector del comercio, fundador de la marina inglesa, Enrique V es sobre todo el hombre de Azincourt, el conquistador de París, el rey que estuvo a punto de realizar la unidad monárquica entre Francia e Inglaterra, el gran sueño de Eduardo III. Realmente, Enrique V no poseyó las cualidades caballerescas de este soberano; pero tuvo una gran ambición, servida por un sentido práctico muy eficiente y unas dotes de estadista poco comunes.
Desde 1408 Enrique V desempeñaba el gobierno de Inglaterra. Su padre, el primer Lancaster en el trono inglés padecía una grave enfermedad que le imposibilitaba ejercer el poder. El príncipe Enrique, que había nacido en Monmouth el 19 de agosto de 1387, tenía entonces veintiún años. En 1398 había sido constituido rehén de Ricardo II, y al año siguiente, al triunfar Enrique IV fue proclamado príncipe heredero. Este cambio súbito de fortuna había impreso profundas huellas en su temperamento voluntarioso. Quería reanudar la política de expansión francesa de los Plantagenets.
En 1411, auxiliado por sus tíos, los Beauforts, había iniciado relaciones con los Borgoñas, opuestos a los Valois. Esta orientación fue contrariada en 1412 por su padre, el canciller Arundel y su hermano Tomás, los cuales preferían apoyar el bando de los Orleans. Ya en 1411 Enrique había pretendido hacer abdicar a su padre, sin lograrlo. Cuando éste murió el 20 de marzo de 1413, quedaba expedito el camino para la realización de sus proyectos. Antes de lanzarse sobre Francia, dividida por las luchas entre los Borgoñas y los Armañacs, Enrique V puso término a la guerra civil, pacificando los espíritus de la nación. El único peligro grave al que tuvo que hacer frente fue el de los lollardos, los seguidores de Wicleff, una de cuyas revueltas fue sofocada sin contemplaciones en enero de 1414.
Robustecida la autoridad moral de la monarquía, Enrique V brindó a la nobleza los campos de batalla de Francia. Anudó relaciones con Juan I Sin Miedo de Borgoña, obtuvo subsidios del Parlamento y mandó una embajada a Carlos VI de Francia para exigirle que depusiera su corona. El 10 de agosto de 1415 se embarcó con su ejército para Francia y el 25 de octubre infligió a las tropas francesas la sangrienta derrota de Azincourt. Este paso, inicial, fue seguido por la caída de Ruán en su poder (1419) y el asesinato del duque de Borgoña en Montereau, que Enrique V utilizó sabiamente.
Después de varios meses de negociaciones, Enrique fue reconocido heredero y regente de Francia por el tratado de Troyes de 21 de mayo de 1420. Poco después se casaba con Catalina, hija de Carlos VI. En la cumbre de su poder, cuando la conquista de Francia parecía segura y ya se preocupaba del intento renovar los hechos heroicos de Godofredo de Bouillón en Palestina, Enrique V contrajo una grave dolencia en el sitio de Meaux, que le llevó a la tumba el 3 de agosto de 1422 en Vincennes.






5.-Enrique VI, Rey de Inglaterra de 1422 a 1461


(Windsor, 1421 - Londres, 1471) Rey de Inglaterra (1422-1461), hijo de Enrique V y de Catalina de Francia. Un consejo privado, dependiente del Parlamento, gobernó el país hasta su mayoría de edad (1442). Fue también rey de Francia desde 1422, pero después de la intervención de Juana de Arco, Inglaterra perdió todas las posesiones francesas, excepto Calais. Durante los años que precedieron la mayoría de edad de Enrique VI, las grandes familias se enfrentaron entre sí para conquistar el poder, y en 1455 estalló la llamada guerra de las Dos Rosas. Perseguido en el noroeste del país, donde se había refugiado, Enrique VI fue destronado. Restaurado por Warwick en 1470, fue vencido poco después y recluido en la Torre de Londres, donde murió asesinado.
Enrique VI de Inglaterra fue el último rey de la casa de Lancaster. Durante su minoría de edad, el regente Bedford logró controlar en el interior los movimientos nobiliarios y mantener en Francia las conquistas del anterior reinado gracias a la alianza con Felipe de Borgoña, con una de cuyas hijas se había casado Bedford.

Pero en 1429 el desastre de Orleans marcó el inicio del ocaso inglés en la guerra de los Cien Años. Carlos VII pudo coronarse rey de Francia en Reims (1431) y, aunque Enrique VI hizo lo propio en París pocos meses después, los progresos franceses fueron incesantes. Muerto Bedford (1435), Borgoña se reconcilió con el monarca galo y París cayó en manos francesas. Normandía fue invadida y pronto sólo quedó la plaza de Calais en manos inglesas (1435).
Los desastres bélicos agudizaron el descontento y la anarquía en Inglaterra. Las facciones nobiliarias, acaudilladas por los duques de York y Gloucester, exigían reformas, pero tenían la esperanza de un cambio de dinastía a la muerte de Enrique VI, que hasta entonces no tenía descendencia.
El nacimiento de un heredero y el pasajero ataque de locura que sufrió el rey indujeron al de York a tomar la iniciativa. La batalla de Saint Albans (1455) inició la guerra de las Dos Rosas entre los partidarios de los Lancaster y de los York. El pretendiente yorkista, Eduardo, se hizo coronar rey como Eduardo IV de Inglaterra (1461) y derrotó a las tropas de Enrique VI en Towton. El destronado rey fue encarcelado (1465). Aún en 1470 los partidarios de los Lancaster lograron restituir efímeramente a Enrique VI en su trono, pero la derrota de Banet hundió definitivamente las esperanzas de los lancasteristas; Enrique VI fue encarcelado de nuevo en la torre de Londres, donde fue asesinado.

 Casa de York

6-.-Eduardo IV, Duque de York, 1442-1483, Rey de Inglaterra de 1461 a 1483


Eduardo IV (n. Ruan, Normandía, 28 de abril de 1442 - Westminster, Londres, 9 de abril de 1483) fue Rey de Inglaterra desde el 4 de marzo de 1461 hasta el 31 de octubre de 1470, y luego nuevamente desde el 11 de abril de 1471 hasta su muerte en 1483. Fue el primer Rey de Inglaterra de la Casa de York. La primera mitad de su reinado fue perjudicada por la violencia asociada con la Guerra de las Dos Rosas, pero superó el desafío al trono por parte de la Casa de Lancaster durante la Batalla de Tewkesbury en 1471 y luego reinó en paz hasta su muerte súbita. Antes de ser rey, fue el IV Duque de York, VII Conde de March, V Conde de Cambridge y IX Conde de Ulster. También era el sexagésimo quinto Caballero del Orden del Toisón de Oro.
Fue el segundo hijo de Ricardo, duque de York y de Cecilia Neville, aunque fue primogénito en la práctica pues su hermano mayor, Enrique, murió al nacer en 1441. Fue el rey más importante de la familia de York, durante las guerras de las Dos Rosas.


7.-Eduardo V, Rey de Inglaterra de 1483 a 1483


Eduardo V de Inglaterra (Abadía de Westminster, 4 de noviembre de 1470 - 6 de julio de 1483) era el primogénito varón del rey Eduardo IV y de Isabel Woodville. Nació en la Abadía de Westminster, donde su madre se había refugiado de las huestes de Enrique VI. Fue Rey de Inglaterra a la muerte de su padre Eduardo IV el 9 de abril de 1483, hasta la adhesión de su tío Ricardo III el 26 de junio de 1483 confirmada por la Ley titulada Titulus Regius, que denunció cualquier otra reclamación a través de los herederos de su padre. No se lo consideraba con la edad suficiente para ser coronado rey, su reinado de 86 días fue dominado por la influencia de su tío y protector que le sucedió. Él y su hermano menor Ricardo, Duque de York, fueron los “príncipes en la torre”, que desaparecieron después de ser enviados a los alojamientos reales fuertemente custodiados en la Torre de Londres. La responsabilidad de su muerte se atribuye al rey Ricardo, pero los eventos tienen relatos de la época controvertidos y contradictorios que sugieren también otros cuatro sospechosos principales.

Fue proclamado como Príncipe de Gales en junio de 1471, tras la ascensión definitiva de su padre al trono inglés. A la muerte de su progenitor el 9 de abril de 1483, se convirtió en el nuevo soberano de Inglaterra, pero por ser aún menor de edad -tenía 12 años- la regencia del reino fue encargada a un Consejo de Regencia presidido por su tío: Ricardo, Duque de Gloucester, que tendría el título de Lord Protector y era el "fiel" hermano del difunto rey.

La nueva crisis dinástica que había afectado al reino desde la caída de Ricardo II revivió con este ascenso al trono. La familia materna del novel rey, los Woodville, eran considerados como ambiciosos y hambrientos de poder. Ante estos sucesos, Ricardo asumió el liderazgo del bando anti-Woodville. Desde su posición de control como Lord Protector, capturó al joven rey que se había refugiado entre las manos de su tío materno Thomas Woodville. Puesto bajo su custodia, fue encerrado en la Torre de Londres, donde pronto lo acompañaría su hermano Ricardo, Duque de York de sólo nueve años.
Con los niños bajo su control, el duque de Gloucester procedió a declarar que los hijos del difunto rey eran bastardos, ya que su padre se había casado previamente con Leonor Talbot antes de su matrimonio con Isabel Woodville, y por tanto era bígamo. El Parlamento de Inglaterra corroboró esta versión, declarando bastardos a los niños (conocidos ya como los "Príncipes de la Torre") y siendo declarado y coronado como rey de Inglaterra con el nombre de Ricardo III.
De los jóvenes príncipes nadie volvió a saber, ya que se prohibió a su madre Isabel visitarlos, al igual que a todos los que tenían contactos con ellos. Nadie volvió a saber de los príncipes. Por otro lado, los descendientes del otro hermano de Ricardo, Jorge de Clarence, habían sido deslegitimados por la declaración y ejecución como traidor de su padre.
Rápidamente el pueblo comenzaría a tener la sospecha que los príncipes fueron en realidad asesinados por el ahora rey Ricardo III, específicamente asfixiados por orden suya. Desde entonces se han tejido infinidad de leyendas sobre el verdadero destino de los "Príncipes de la Torre".
Algunos suponen que Ricardo III no habría ordenado sus muertes, y que en realidad fueron deliberadamente ocultos el resto de sus vidas; mientras que para otros no había ninguna duda de que fueron victimados por su tío, hipótesis reforzada por un hecho ocurrido siglos más tarde.
En 1674, durante el reinado de Carlos II (1660-1685), trabajadores descubrieron los cuerpos de dos niños o niñas en la Torre de Londres. Los ingleses creyeron que eran los cuerpos de los príncipes, y les dieron un entierro real.

8.-Ricardo III,  Rey de Inglaterra de 1483 a 1485


Ricardo III de Inglaterra (Castillo de Fotheringay, 2 de octubre de 1452 – Campos de Bosworth, 22 de agosto de 1485) fue rey de Inglaterra y Señor de Irlanda desde 1483 hasta su muerte en la batalla de Bosworth en 1485. Fue el último rey de la casa de York y también de la dinastía Plantagenet. Su derrota en Bosworth, última batalla decisiva de la Guerra de las Dos Rosas, marcó el final de la Edad Media en Inglaterra. Él es el protagonista de Ricardo III, una de las obras de teatro de tema histórico de William Shakespeare.
Cuando murió su hermano, el rey Eduardo IV, en abril de 1483, Ricardo fue nombrado Lord Protector del reino del hijo mayor y sucesor de aquel, Eduardo V, de doce años. El 22 de junio de 1483 se arregló la coronación de Eduardo, pero antes de la ceremonia el matrimonio de sus padres fue invalidado por bigamia, lo cual significó que sus hijos eran oficialmente ilegítimos y por tanto no podían heredar el trono. El 25 de junio una asamblea de señores y plebeyos aprobó una declaración para llevar esto a efecto y proclamó a Ricardo rey legítimo. Al día siguiente comenzó el reinado de Ricardo III y su coronación se celebró el 6 de julio de 1483. El joven príncipe Eduardo y su hermano menor, Ricardo, duque de York, dejaron de ser vistos en público a partir de agosto, por lo que circularon acusaciones de que habían sido asesinados por orden del rey Ricardo.
Se produjeron dos grandes rebeliones durante el corto reinado de Ricardo. La primera, en octubre de 1483, fue liderada por los firmes aliados de Eduardo IV y un antiguo aliado de Ricardo, Henry Stafford, II duque de Buckingham, pero la revuelta se diluyó. En agosto de 1485 Enrique Tudor y su tío Jasper Tudor lideraron una segunda rebelión. Enrique desembarcó en el sur de Gales con un pequeño contingente de soldados franceses y marchó hacia su lugar de nacimiento, Pembrokeshire, reclutando soldados por el camino. Las tropas de Enrique se enfrentaron al ejército de Ricardo y lo derrotaron en la batalla de Bosworth el 22 de agosto de 1485. El rey Ricardo murió en el enfrentamiento, con lo que se convertía en el último rey de Inglaterra en caer en combate. Enrique Tudor ascendió al trono con el nombre de Enrique VII.
Tras la batalla, el cadáver de Ricardo fue llevado a Leicester y enterrado sin pompa. Su monumento fúnebre parece que fue desmontado durante la Reforma anglicana, por lo que sus restos permanecieron en paradero desconocido cinco siglos, durante los cuales se pensó que habían sido arrojados al río Soar. En 2012, la Sociedad Ricardiana encargó una excavación arqueológica en un aparcamiento para coches de la ciudad en el sitio antes ocupado por la Iglesia del Priorato de Greyfriars. La Universidad de Leicester identificó el esqueleto encontrado en las excavaciones como el de Ricardo III basándose en la datación por radiocarbono, en comparaciones con informes coetáneos sobre su aspecto y en comparaciones de su genoma mitocondrial con dos descendientes matrilineales de la hermana mayor de Ricardo III, Ana de York.1​ Los restos de Ricardo fueron nuevamente inhumados en la catedral de Leicester el 26 de marzo de 2015.

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